En un universo de personas con poderes, la compañía responsable de engendrarlos -Vought- maneja una universidad para estos adolescentes que no solo lidian con sus habilidades sino también con todos los costos de aprender a crecer. Mientras tanto, bajo los cimientos de este claustro estudiantil, se cuece un secreto que pone en peligro a todos…
Una franquicia en desarrollo
The Boys, la adaptación de Prime Video del cómic de Garth Ennis y Darick Robertson se ha convertido en un éxito absoluto para la plataforma de streaming. Basada en un humor corrosivo y una suerte de meta investigación a un género como el de los superhéroes (bastante masivo hoy día), la serie logró despegarse del material original para crear un sistema narrativo propio, haciendo hincapié en los personajes y los actores y actrices que los representan.
Luego del éxito de The Boys presenta: Diabolical (2022), la serie animada en episodios cortos, vendría un spin-off live action que no solo se encargaría de presentar nuevos personajes, sino que serviría de puente con la cuarta temporada de la serie madre.
Basado en la cuarta saga de los cómics “We Gotta Go Now”, donde Hughie se infiltra en los G-Wiz (el ala adolescente de los G-Men, una clara ironía a los X-Men) y descubre los excesos que pueden llegar a perpetrar adolescentes hormonados y superpoderosos, la nueva serie usa esto solo como excusa argumental yendo hacia otro lado. Tan potente y determinante fue este arco en los cómics, que el siguiente sería el de Herogasm (que ya pudimos ver representado en la última temporada).
Ahora el sombrero es nuevo
Los creadores Craig Rosenberg, Evan Goldberg y Eric Kripke tenían una responsabilidad y un desafío: estar a la altura de la serie original, y aprovechar este desprendimiento narrativo para generar nuevos fanáticos. Todo en un horizonte de posibilidades extremo como el de usar personajes adolescentes sin experiencia y con la fiebre pélvica presente.
Aunque en este punto hay pocos acercamientos, correctos pero pocos, el foco se puso en otros dos elementos que también son interesantes: la idea de ser la segunda generación de “héroes” y luego el modo a prueba de fallos que desarrolla Vought ante la posibilidad de perder el control. La universidad no está solo para forjar a los supers del mañana, sino para estudiarlos y aprender cómo manejarlos.
La serie, al ser puente a la próxima temporada (que se llevará a cabo temporalmente un mes después de los hechos de su final) va perdiendo especificidad en pos de abrazar los temas y personajes que tendrá The Boys el próximo año.
Nuevas caras, viejos traumas
Una diferencia en esta oportunidad es la posibilidad de centrarse más en los personajes que en explicar el universo. La serie original tenía el peso de formar las reglas del verosímil de este mundo nuevo, algo con lo que Gen V no tiene que lidiar. Así, terminan subvirtiendo la lógica de poner a contar a los personajes y son ellos quienes van moldeando lo que se cuenta. Esto, lamentablemente, va perdiendo fuerza hacia el final en busca de acomodarse a lo que viene, un problema actual en todas las franquicias.
Marie Moreau (Jaz Sinclair) es una heroína trágica. Puede ser la protagonista de esta serie, porque su historia de origen nace del dolor, como bien nos enseñó Spider-Man. Ella tiene la capacidad de manejar su sangre y la del resto a gusto y piaccere. Las implicancias de este poder se van haciendo evidentes a medida que avanza la historia, a pesar de que para Vought no es un poder muy… publicitable.
A ella la secundan un grupo de hábiles personajes que acompañan sus tropelías: Andre Anderson (Chance Perdomo, el Ambrose de la nueva serie de Sabrina), Emma Shaw (Lizze Broadway), Cate Dunlap (Maddie Phillips) y Jordan (Derek Luh y London Thor). Mientras el primero es el típico Personaje Legado, ya que su padre fue parte de los Siete Grandes, Emma es el personaje más empático de la serie ya que sus poderes surgen de sus propias inseguridades; Cate es el comodín, con sus poderes psíquicos se puede volver tan peligrosa como Jean Grey, mientras que Jordan viene a cumplir el cupo trans al ser un personaje que va cambiando de género.
Son ellos o nosotros
The Boys: Gen V es divertida y cruel, amortiza bien la información ofreciéndola en partes pequeñas que van conformando una suerte de rompecabezas, obvio en su armado, pero con sorpresas al ver la imagen completa. Cuando uno de los chicos más populares de la escuela (y próximo a ocupar un lugar en los Siete Grandes) se vuelve loco y se suicida frente a todos, sus allegados comienzan a sospechar que hay algo más ocurriendo.
La frase “The Woods” comienza a repetirse en personas que parecen saber que algo se cuece bajo los cimientos de la universidad, sostenidos por vigas formadas de mentiras dentro de mentiras. Mientras un grupo se dedica a torturar a chicos superpoderosos para conocer sus limitaciones, otro grupo de tareas está tomando partido entre la guerra que se avecina: los humanos contra los supers.
Porque, en este universo, no olvidemos que no fue un hecho evolutivo natural el que dio paso a los superhéroes, fue una multinacional aprovechando la falta de información para vacunar a gente y así concebir niños y niñas con poderes especiales. Eso que se normalizó ante el control de la narrativa de Vought en los medios, se va resquebrajando y puede ser la nueva generación quien se haga cargo.
Poderes y hormonas
Lo que ofrece The Boys: Gen V es otra mirada al mundo superheroico, permitiendo salir de lo solemne de un héroe corporativista. En realidad es exactamente eso, pero atado a una narrativa postmodernista que muestra que quienes cuentan la historia son quienes ganaron las batallas. Pero ese modelo comienza a percudirse, como bien enseña el siguiente refrán: “Puedes engañar a todas las personas una parte del tiempo y a algunas personas todo el tiempo, pero no puedes engañar a todas las personas todo el tiempo”.
En el universo de The Boys, veníamos viendo hasta ahora a quienes fuera del combate luchaban contra Vought y todo lo que representa. A partir de Gen V, comenzamos a ver que eso sucede también dentro de sus paredes.
Con algunas escenas subidas de tono (se esperaban más teniendo en cuenta la idea original), mucha sangre y gore, efectos visuales muy bien resueltos (salvo en el caso de Emma), buen uso de los poderes para contar elementos significativos de la trama, buena utilización de la coyuntura adolescente para recrear paralelismos con sus habilidades y grandes cameos, The Boys: Gen V se configura como un buen experimento en aras de mantener la franquicia viva y haciendo ruido. Llamando mucho la atención, como todo adolescente de bien siempre pide.