Chad Stahelski, un especialista en artes marciales de renombre, ha forjado una carrera meteórica en la industria del cine. Antes de convertirse en director, trabajó como doble de riesgo en películas icónicas como The Matrix (1999), Alien: Resurrección (1997), El Cuervo (1994) y Escape de Los Ángeles (1996). Su experiencia en acrobacias le proporcionó una base sólida para su futura carrera como director.
Su debut detrás de cámaras se produjo con John Wick (2014), una obra que no sólo revitalizó la carrera de Keanu Reeves, sino que también estableció un nuevo estándar en las secuencias de acción de la industria. Stahelski trajo un enfoque meticuloso y realista a las coreografías de lucha, sumando su conocimiento en el campo, y generando una nueva referencia para las futuras películas de acción.
La secuela, John Wick 2 (2017), demostró que el éxito de la primera entrega no fue un golpe de suerte. Stahelski expandió el universo de John Wick y ofreció secuencias de golpes y patadas aún más audaces y emocionantes. La atención al detalle en la coreografía de las peleas y el uso innovador de la cámara lo consolidaron como un director visionario. La utilización de elementos del decorado como armas mortales, se volvió un clásico de la saga.
John Wick 3: Parabellum (2019) llevó la acción a un nivel completamente nuevo. Las secuencias de combate fueron elogiadas por su fluidez y realismo, sumando nuevos elementos como los perros que acompañan a Halle Berry, más otra capa de mitología con nuevos símbolos y alianzas. Stahelski demostró que la franquicia aún tenía mucho que ofrecer en términos de innovación llamando a grandes referentes del cine de acción, como es el caso de Mark Dacascos.
La habilidad de Chad Stahelski para contar historias a través de la acción lo ha convertido en un director codiciado en Hollywood, luego de John Wick 4 (2023) demostró que su capacidad para innovar en las peleas y las escenas frenéticas con diversos tipos de armamento no tiene límites. A esto, se suma una visión clara en la propuesta estética a través de una fotografía cada vez más barroca y una puesta de cámaras revolucionaria (como la secuencia grabada con el plano en cenital, emulando videojuegos).
Stahelski sólo tiene cuatro películas como director, pero su trabajo como coordinador de dobles lo llevó a participar de diferentes películas que hoy tienen status de culto como Constantine (2005), Sr. y Sra. Smith (2005), V de venganza (2005), Rambo 4: Regreso al Infierno (2008), Meteoro (2008), Iron Man 2 (2010), Los indestructibles (2010), Sherlock Holmes: Juego de sombras (2011) y la saga de Los juegos del hambre (2012).