Si de algo se benefició la segunda temporada de la serie de Loki hasta ahora, es del formato semanal. El halo de misterio que rodea a la historia y el destino imprevisible tanto de la TVA (Autoridad de Variación Temporal, por sus siglas en inglés) como de sus personajes, no hace más que alimentar las teorías de los fans sobre el incierto futuro del dios del engaño y sus consecuencias en el resto del Universo Cinematográfico de Marvel.
Hasta ahora, la trama se encontraba contenida dentro de los límites de la serie, sin aparentes repercusiones por el final de la primera temporada y la derrota de Aquel que permanece (Jonathan Majors). Pero a partir de este cuarto episodio, se empiezan a sentir las consecuencias de aquel enfrentamiento en la Ciudadela al Final del Tiempo y el peligroso destino que enfrentan sus protagonistas si no son capaces de contener el inimaginable y peligroso poder desatado.
La variante de Kang llega a la TVA sin intenciones de ayudar en el plan para el que fue convocado, pero su encuentro con Ouroboros (Ke Huy Quan) lo hace cambiar de opinión. Haciendo honor a su nombre -la serpiente que muerde su propia cola, formando un círculo infinito-, el autor del manual de la TVA se encuentra con el hombre que lo inspiró, Victor Timely, y viceversa. Cada uno de los dos inventores está fascinado por este encuentro que plantea un nuevo enigma sobre el origen de la institución, en una escena pintoresca que interrumpe el dramatismo del episodio.
Por su parte, Ravonna Renslayer (Gugu Mbatha-Raw) descubre el secreto que le fue escondido durante tanto tiempo por Kang y Miss Minutes (Tara Strong) revelándose su participación en la fundación de la TVA y la victoria del plan de Aquel que Permanece. Dolida por su falta de reconocimiento y por la manipulación de sus recuerdos, planea apoderarse de la institución y recuperar su autoridad, en una inesperada alianza con Miss Minutes. Decidida a reclutar al resto de los trabajadores que se encuentran ahora cautivos, es rechazada por sus antiguos subalternos, antes de que estos puedan llegar a un acuerdo con “la nueva gerencia”.
Pero encuentra un aliado en el agente X-05 (Rafael Casal) alias Brad Wolfe, que traiciona a todos sus compañeros con tal de tener una oportunidad de volver a su línea temporal. El episodio tiene una de las escenas más siniestras de la serie, donde los miembros remanentes de la TVA son torturados hasta su muerte, con la máquina que ya conocimos en episodios anteriores a manos de Loki (Tom Hiddleston). Sin embargo, el plan de Ravonna sale mal y termina “podada” por su propio secuaz, mientras que Miss Minutes es desactivada.
A su vez, Loki protagoniza la misma escena del primer episodio desde otra perspectiva, y descubrimos que él mismo debe “podarse” para arreglar la falla y por qué Sylvie (Sophia Di Martino) estaba presente. Sin embargo, todo esto no explica por qué el teléfono suena justo en ese momento, acercando a ambas versiones de Loki hacia su destino. Al final, quien se encuentra del otro lado de la línea es Ouroboros junto a Mobius (Owen Wilson), informando que deben resetear al sistema de seguridad para desactivar a Miss Minutes. Con el beneficio extra de desactivar, de paso, el bloqueo que no les permite a los dioses hacer magia en la TVA.
Todo parece demasiado conveniente, al igual que el hecho de que Mobius no quiera saber nada sobre su vida en la Sagrada Línea Temporal. Esto dispara una conversación entre Loki y Sylvie sobre su condición de seres divinos y la posibilidad de ser los próximos guardianes de la TVA. Al final, tantas idas y venidas se sienten un poco injustificadas en una temporada de apenas seis episodios, de vuelta sin rumbo claro. Pero lo que más sorprende es sin dudas el traumático final del episodio, cuando Victor Timely termina convertido en spaghetti temporal y explota el telar del tiempo.
A solo dos episodios del final, las incógnitas se acumulan y estamos casi de vuelta en el punto de partida de la segunda temporada. Acaso, todo esto sea parte del plan maestro de Aquel que permanece para que el ciclo se reinicie y se reestablezca el orden que él mismo creó. Esto, suponiendo que Victor Timely no era la variante destinada a convertirse en él. Lo que queda claro es que el final del episodio busca un impacto dramático, generando un espacio entre episodios donde todas las certezas quedan suspendidas y es terreno fértil para las más inventivas teorías de los fans de Marvel.