En la Chicago del 1800, un callejón cualquiera se convierte en el escenario que cambiará el destino del multiverso para siempre. La inteligencia artificial Miss Minutes (Tara Strong) y la ex dirigente de la TVA (Autoridad de Variación Temporal, por sus siglas en inglés) Ravonna Renslayer, unen fuerzas para llevar a cabo el plan maestro de “Aquel que permanece”. O al menos, eso es lo que dice Miss Minutes, guiando la mano de Renslayer (Gugu Mbatha-Raw). La entrega anónima de un manual de la TVA, con toda la información privilegiada que este contiene, es el regalo de Victor Timely (Jonathan Majors) para una versión más joven de sí mismo.
Aparecido por primera vez en la escena post-créditos (la segunda, no la primera) de Ant-Man and the Wasp: Quantumania (2023) hace unos meses, este es un personaje que los fans de Marvel venían esperando con ansias. Claro que esto fue antes de conocerse públicamente las acusaciones de violencia contra el actor que lo interpreta, lo cual a Marvel Studios (y a Disney+) parece no importarle demasiado. Victor Timely cobra una importancia central en la segunda temporada de Loki, la cual recién a la mitad de su duración total (de seis episodios) parece ir tomando algún rumbo y forma.
Ambientado en la famosa Feria Mundial de Chicago de 1893 (la primera de la historia), la cual por alguna extraña razón Mobius (Owen Wilson) parece olvidar, el episodio hace gala de un nivel de producción digno de cualquier película de Marvel. Cuando Loki (Tom Hiddleston) y Mobius llegan a investigar, guiados por el movimiento en el time-pad de Renslayer, no les resulta difícil encontrar al reloj analógico de caricatura con conciencia propia, que sobresale sin esfuerzo. Miss Minutes y Renslayer saltan de 1868 al futuro 25 años para presenciar el extraordinario crecimiento de Victor Timely.
Convertido en un extravagante inventor, presenta sobre un escenario una versión precaria y miniaturizada del telar temporal que Loki y Mobius deben arreglar para que la TVA siga existiendo, evitando una catástrofe de dimensiones multiversales. Loki reconoce en Timely a un estafador como él, pero el introvertido inventor asegura que su ingenio está adelantado a la tecnología de su tiempo. Sin embargo, la confusión lleva a una persecución desopilante que ocupa buena parte del episodio. El tono caricaturesco de toda la secuencia, acentuado por los movimientos de cámara, las actuaciones y la música, le restan peso dramático a un episodio que podría haber sido muy diferente.
Siguiendo la huella de alguno de ellos, Sylvie aparece repentinamente en medio de la persecución para evitar que Timely vuelva a la TVA, amenazando con volver a asesinarlo cuantas veces sea necesario. Sin embargo, se encuentra con un dilema moral muy bien construido: matar a Timely equivaldría a “podarlo” de la Sagrada Línea Temporal, exactamente lo que la TVA hizo con ella cuando era apenas una niña. Sin haber averiguado nunca la razón, Sylvie se debate entre volver a librar al mundo de la eventual creación de la TVA y de “Aquel que pertenece” o tenerle piedad a aquel hombre que aún no cometió ningún mal. Optando por la segunda opción, se queda para enfrentar a la responsable directa de su destino, Ravonna Renslayer.
Lo interesante es que cada personaje tiene su propia agenda, a excepción de Loki y Mobius, cuyos intereses -por ahora- están alineados. Por un lado, el arco de Miss Minutes es el que más sorprende, al darle desarrollo a un personaje que no era más que una simpática caricatura hasta ahora. Caracterizada en el episodio anterior como “una inteligencia artificial renegada”, estas palabras cobran mayor importancia de la que podríamos haber esperado. Miss Minutes revela tener voluntad propia e incluso sentimientos, más allá de la programación que le dio su creador. Cayendo en una narrativa bastante cliché, la relojita se enamora de Aquel que permanece (en este caso, Timely) y le exige un cuerpo propio.
Por otra parte, Renlayer también parece embelesada con los encantos de Kang, y esto la lleva a caer en el plan de Miss Minutes para deshacerse de ella. Todo ocurre de manera bastante torpe y repentina, pero lo más interesante es observar la animación del reloj y la expresividad de sus ojos, formas y colores -además del excelente trabajo de voz de su actriz de doblaje. La interacción entre animación y live action es una de las mejor logradas que se ha visto hasta ahora, pero las ambiciones de Miss Minutes quedan frustradas por el mismo Timely. Sin embargo, la escena final del episodio vuelve a reunirla con Renslayer, dejando el cliffhanger para lo que posiblemente sea una de las grandes revelaciones de la temporada.