Con la llegada de Halloween, la época del año en la que el terror cobra vida en cada esquina, los aficionados al cine se preparan para disfrutar de una amplia gama de películas temáticas y clásicas que despiertan el espíritu de la festividad. En este contexto, vale la pena hacer un repaso por Monster House: La Casa de los Sustos (Monster House), una película de terror animada que, a pesar de haber caído en el olvido para muchos, guarda una historia fascinante.
La trama de Monster House: La Casa de los Sustos, estrenada en 2006, sigue la vida de tres valientes niños: DJ, Chowder y Jenny. Su misión es liberar a la violenta y embrujada casa que yace frente a sus hogares, creyendo que al hacerlo liberarán el alma del oscuro vecino Sr. Nebbercracker, interpretado magistralmente por Steve Buscemi. La dificultad de la misión radica en que deben cumplir con su cometido antes de la noche de Halloween, ya que la casa comienza a devorar a cualquier persona que se atreva a cruzar su puerta.
La premisa de una casa que devora personas es espeluznante e intrigante, y la película la aprovecha al máximo. Los detalles en la animación hacen que la casa, el personaje central de la trama, sea aún más aterradora. Con maderas que simulan dientes, ventanas rotas como ojos, y árboles que se asemejan a brazos, el largometraje logra transmitir diversión y terror en igual medida.
Un aspecto destacado es la técnica utilizada para la realización de la película. Al igual que El Expreso Polar (Polar Express - 2004), dirigida por Robert Zemeckis, el largometraje fue producido principalmente mediante captura de movimiento, marcando un hito en la utilización de este tipo de tecnología en la industria cinematográfica.
La dirección de esta fascinante película estuvo a cargo de Gil Kenan, un director conocido por su afinidad con el género. Kenan también fue el encargado de traernos el remake Poltergeist: juegos diabólicos (Poltergeist) en 2015, cautivando tanto a jóvenes como adultos.
A menudo, la animación está asociada erróneamente con un público infantil. Sin embargo, esta película es un claro ejemplo de que los dibujos pueden generar grandes sustos. Con personajes carismáticos, fotografía oscura y secuencias de acción frenéticas, La casa de los sustos se convierte en una elección ideal para el mes de octubre, ofreciendo una experiencia escalofriante que revive el espíritu de Halloween en su máxima expresión.