En el año 1982, el director John Carpenter estrenó La Cosa (The Thing), una de sus películas más ambiciosas hasta esa fecha y la que supondría para él un paso adelante en la industria luego de alcanzar el éxito con producciones independientes como lo fueron Halloween (1978) y Escape en Nueva York (1981). La cinta se trataba de un remake de El Enigma de otro mundo (The Thing from Another World, 1951), material que había obsesionado al director desde temprana edad. Pero lejos de limitarla a su antecesora en la gran pantalla, el neoyorkino decidió ir por una adaptación más fiel a la novela de John W. Campbell.
Ambientada en la Antártida, la historia seguiría a un grupo de investigadores que se encuentran con una forma de vida alienígena parasitaria que imita a otros organismos. Aislados y limitados como consecuencia de las condiciones climatológicas, el grupo rápidamente se quiebra, siendo superado por la paranoia y el conflicto.
Dado que Carpenter ya se había ganado el rótulo de maestro del terror gracias al éxito de Halloween y su nuevo proyecto, además de reinventar una propiedad ya conocida contaba con una figura en ascenso como Kurt Russell en el rol protagónico, las expectativas del público no eran pocas. Pero cuando La Cosa llegó a las salas de cine estuvo lejos de ser recibida como el clásico que es hoy en día. La crítica fue lapidaria con ella por su tono sombrío y su paso por la taquilla fue, por lo menos, decepcionante.
Tampoco ayudó que, dos semanas antes de su lanzamiento, el público americano había sido testigo del desembarco de E.T. (E.T The Extraterrestrial) la película de Steven Spielberg que retrataba un encuentro alienígena mucho más amigable y, en ese entonces, se aferraba al podio de lo más visto para ese verano. Como consecuencia de la mala prensa o el mal momento de su estreno, La Cosa tuvo serios problemas para encontrar su público. Puede que el gusto de las masas tampoco estuviera en sintonía con el sabor particular de una película que sería la antesala del body horror con desmembramientos, fluidos y criaturas nunca antes vistas.
El propio John Carpenter reconoció lo siguiente en una entrevista durante el año 1999: “Dos semanas antes de que se estrenara nuestra película, lanzaron esta otra película llamada E.T. Y hubo una explosión de amor alrededor de esta película. Supongo que el país estaba atravesando una recesión y eran tiempos difíciles. Dos semanas después, sale mi película. Y es exactamente lo contrario. Es deprimente. Es la cosa más sombría que jamás hayas visto. Y yo que pensaba que había hecho una gran película, ¿no?”.
La Cosa según la crítica
Hoy en día los amantes del género estarían de acuerdo con que John Carpenter le debe muchísimo a un joven Rob Bottin. El encargado de maquillaje y efectos especiales prácticos trabajó siete días a la semana durante más de un año, viviendo en el set y laboratorio, para poder producir cada criatura de la película.
Pero si bien la entrega de Bottin al proyecto fue completa (al punto que al terminar el rodaje debió ser hospitalizado por agotamiento), eso no impidió que los críticos de la época defenestraran La Cosa e ignoraran su aporte a la industria. Robert Ebert de Chicago Sun-Times tildó a la cinta como un “espectáculo para frikis”, mientras que a John Carpenter lo llamaron “pornógrafo de la violencia”.
Como resultado de las valoraciones y de una mala decisión de calendario, La Cosa recaudó poco menos de 20 millones de dólares en todo el mundo con un presupuesto de 15 millones. No pasó demasiado hasta que su director fuera apartado de varios proyectos cinematográficos, incluyendo la adaptación de Llamas de venganza (Firestarter, 1984) de Stephen King. Aunque esto no le impidió a John Carpenter continuar con su amplio legado en cine, durante los años subsiguientes el cineasta continuó sufriendo por aquellas reacciones.
“Me tomo siempre a la tremenda cualquier fracaso. Pero el que me afectó más fue el de ‘La cosa’. Mi carrera habría sido muy diferente si la película hubiera sido un gran éxito. Pero fue odiada. Incluso por los fans de la ciencia ficción. Pensaron que había traicionado alguna clase de confianza. Hasta el director de la cinta original, Christian Nyby, se aprestó a humillarme”, declaró el cineasta años posteriores.
La nueva vida de La Cosa
Afortunadamente, el gusto del público puede cambiar notablemente en un tiempo relativamente corto. Con la llegada del video y nuevas formas de reproducción hogareñas, La Cosa encontró una nueva oportunidad y rápidamente se convirtió en “una película de culto”.
En los años posteriores, no solo se ha revaluado como una de las mejores de su género, sino que ha tenido una notable influencia en la cultura popular dando a lugar a videojuegos, novelas gráficas e incontables subproductos.
Mirando por el espejo retrovisor y a más de 40 años desde su debut, La Cosa no solo continúa destacándose por sus innovadores efectos visuales, ha inspirado a toda una nueva generación de creadores y ha logrado inscribirse en la historia como una de las obras cinematográficas más terroríficas de todos los tiempos.