Heretic’s Fork tuvo su lanzamiento para PC el 13 de septiembre y se trata de un juego independiente que combina los géneros de defensa de torre (tower defense), creación de mazos y elementos roguelike. Si bien el título no cuenta con mucha profundidad en sus mecánicas, es una propuesta recomendable para los amantes del género.
El aspecto narrativo de la entrega no tiene mucha relevancia y funciona más bien como un pasatiempo entre partida y partida. Heretic’s Fork nos pone en la piel de un demonio oficinista que controla los sistemas de vigilancia del infierno y debemos evitar que las almas de los pecadores logren escapar.
Esto lo haremos a través de nuestra computadora que simula una versión antigua de un sistema operativo. Incluso, Clippy, la mascota de Microsoft Word que acompañó a toda una generación, dice presente en el juego con una versión infernal que nos acompaña en todo momento y nos ayuda a dar nuestros primeros pasos en el trabajo.
Más allá de iniciar partidas, en el menú de nuestra computadora infernal podremos ver mails, abrir las carpetas del escritorio, escuchar música y hacer distintas actividades. La progresión narrativa de Heretic’s Fork se da en este lugar entre partida y partida. Hay algunos minijuegos y elementos simples que funcionan como un entretenimiento previo y sirven para que el juego no se sienta monótono.
Por más de que haya un hilo conductor, no esperen una gran historia, sino que los sucesos que van ocurriendo son más bien humorísticos y sarcásticos. En este sentido, el título cumple con su cometido y algunas situaciones y correos electrónicos son muy divertidos de ver y leer.
Entrando en lo más importante, el gameplay resulta ser lo que podemos esperar de un tower defense: oleadas de enemigos intentarán cruzar nuestras defensas y nuestro trabajo será armar una estructura sólida que impida su paso. Para esto, usaremos distintas cartas con habilidades y efectos diferentes.
Solo existen dos tipos de estructuras: torres y guarniciones, que se posicionarán de manera automática a medida que utilicemos sus cartas. Las torres modifican nuestra base central mientras que las guarniciones crean cuarteles que liberan soldados periódicamente. Además, existen tres tipos de daños que podremos combinar como mejor nos parezca.
El resto de las cartas disponibles contienen diferentes efectos que varían el daño, velocidad, tamaño y distintas cualidades disponibles en el juego para el ataque y la defensa. Por otro lado, también hay cartas activas y poderes que se aplican en un momento puntual de la partida. Hay una gran variedad de cartas y descubrir distintas estrategias es un punto muy divertido de la entrega.
Hay nueve niveles para superar y cada uno se divide en distintas rondas. Las cartas solamente las podemos utilizar en nuestro turno y a medida que avancemos iremos agregando nuevas tarjetas al mazo como así también, mejoras más importantes al final de cada nivel. Cabe destacar que las cartas también cuentan con niveles y tendremos que ir mejorándolas durante la partida para sacar todo su potencial.
El elemento roguelike del juego se encuentra en que las cartas y mejoras que tendremos disponibles son aleatorias, por lo que debemos enfocar nuestra estrategia en lo que nos vaya tocando. Cada vez que perdemos o ganamos recibiremos dinero que podemos utilizar para comprar nuevas cartas y desbloquear nuevos personajes que cuentan con habilidades diferentes.
El apartado del gameplay donde más destaca Heretic’s Fork se encuentra en los combos y en la gran variedad que existe para plantear cada partida nueva. A veces tendremos que jugar solamente con torres, otras enfocarnos en guarniciones o bien en un solo tipo de daño o característica. Explorar las distintas combinaciones que podemos realizar es, sin lugar a dudas, el punto más fuerte de la entrega.
El mayor inconveniente que encontré es que el título puede llegar a ser un tanto simple si nos aferramos a una sola forma de jugarlo, por lo que la exploración de nuevas formas de encarar las partidas depende más de la voluntad del usuario que de una necesidad real planteada por el título. Esto ocurre más que nada en el modo clásico, donde si repetimos la estrategia, lo más probable es que ganemos.
Por fuera de este modo, se encuentra la modalidad sinfín, que saca la limitación de los nueve niveles con un modo infinito donde los jugadores más exigentes pueden probar sus habilidades. Este modo no da recompensas sino que, más bien, es un modo pensado para competir con amigos e intentar romper nuestros propios récords.
El objetivo del juego es completar un turno con cada uno de los seis personajes y conseguir todas las cartas de la colección, lo que me llevó alrededor de 8 horas. La tienda no es el único lugar disponible para conseguirlas, sino que también hay una lista de logros que, al cumplirse, nos dará estas como recompensa.
Heretic’s Fork mezcla conceptos de algunos de los juegos independientes más aclamados de los últimos años como Vampire Survivors, Slay the Spire y Loop Hero y su resultado es más que positivo. Con una apuesta simple y sin mucha profundidad, el juego cumple lo que se propone y es una interesante alternativa para los que disfrutan de este tipo de juegos.