Hubo que esperar dos años para volver a encontrarse con el personaje favorito del universo cinematográfico de Marvel, el primero en tener su propia serie individual y el único villano multidimensional de la franquicia que se redimió (casi) por completo.
El primer episodio que se estrenó por la plataforma de streaming Disney+ encuentra a Loki (Tom Hiddleston) inmediatamente después del final de la primera temporada, cuando Sylvie lo mandó a través de un portal temporal de vuelta a la TVA y asesinó a Aquel que permanece (Jonathan Mayors).
La “sagrada línea temporal” se ramificó y provocó un caos de proporciones épicas, en el que prácticamente se anularon todas las leyes establecidas en la temporada anterior. La TVA (Autoridad de Variación Temporal, por sus siglas en inglés) -que existía fuera del tiempo y el espacio- ahora es un desorden de líneas temporales, además de una organización acéfala.
Los empleados de la TVA no solo están lidiando con la profanación de todas sus creencias, sino también con la revelación de que son variantes secuestradas de sus líneas temporales, con la memoria borrada y sin acceso a respuestas. La ausencia de su líder Ravonna Renslayer (Gugu Mbatha-Raw) y la desaparición de Miss Minutes los dejó sumergidos en la más profunda ignorancia y desesperación, mientras el resto de la junta directiva se niega a aceptar lo que está pasando.
Este primer episodio es confuso y lleno de agujeros de guión, al mejor estilo de Stephen Moffat en Doctor Who y Sherlock. Lo que importa es el golpe de efecto, las emociones que atraviesa el protagonista y su impacto en el espectador, no cómo se resuelva ni que tenga sentido. Es casi como si la serie propusiera la experiencia por sobre la narrativa, algo que los nuevos fans de Marvel parecen disfrutar. La promesa de conectar todo a futuro entre series y películas queda anulada casi por completo, al no haber consecuencias visibles del caos desatado por las múltiples líneas temporales.
La serie tampoco se conecta con los sucesos de la vapuleada Ant-Man and the Wasp: Quantumania, ni hace referencia en sus primeros episodios a Kang, el gran villano de la Fase 5 del Universo Cinematográfico de Marvel. Pero presenta a un simpático e interesante personaje nuevo, el misterioso Ouroboros (OB para los amigos) interpretado por Ke Huy Quan, que ganó renombre internacional -y un Oscar a mejor actor de reparto- por su papel en la película Todo en todas partes al mismo tiempo (2022).
Mientras tanto, Mobius M. Mobius (Owen Wilson) intenta ayudar a nuestro protagonista a resolver un problema de desfase temporal que lo pone en riesgo constante. Esto da lugar a algunas de las secuencias más divertidas y más tensionantes del episodio, que se resuelven casi como si se tratara de una historia autoconclusiva o de “relleno”. Le falta fuerza para ser el inicio de una nueva temporada y no queda claro cuál es su conflicto central, más allá de encontrar a Sylvie (Sophia Di Martino) para intentar obtener esas respuestas que se vienen prometiendo pero nunca llegan.