El director estadounidense Antoine Fuqua comenzó su carrera -al igual que David Fincher- dirigiendo videos musicales. Su estilo más basado en lo visual lo llevó a dirigir una película de acción desenfrenada y exagerada como primer paso: Asesinos sustitutos (The Replacement Killers, 1998).
Protagonizada por el artista marcial e ídolo chino Chow Yun-Fat, Mira Sorvino y Michael Rooker, contaba la historia de un asesino a sueldo que se rehúsa a matar a un niño y comienza a ser perseguido por su jefe para terminar con su vida. Las escenas, cargadas de color y dinamismo, tuvieron en su momento el puesto de “mayor cantidad de balas disparadas en una película de acción”.
Pero su momento de mayor reconocimiento, lo logró en 2001 con Día de entrenamiento (Training Day), protagonizada por Denzel Washington y Ethan Hawke. Esta fue la primera colaboración entre Fuqua y el renombrado actor que interpretó a un policía corrupto que debe entrenar a un discípulo en las fuerzas.
La capacidad actoral de Washington potencia un relato bien estructurado, que acompaña a los protagonistas durante un día completo, mostrando una visión de Los Ángeles más oscura y mundana; además de crudos momentos de acción, moralmente propuso un desafío para quien observaba… ¿vale todo en pos de la seguridad? Ésta fue la película que finalmente le dio el premio Oscar como mejor actor a Denzel.
En 2004 se escapa hacia una cosa mas Peplum en Rey Arturo (King Arthur), protagonizada por Clive Owen y Keira Knightley; presentada como “la historia real que inspiró la leyenda”, seguía a Arturo, Lancelot y Ginebra durante los años 400 a.C. El estilo del director se ve algo pasteurizado, producto de la incomodidad de poner el arte y la ambientación por sobre lo que se cuenta. Es una de las películas más olvidadas de Fuqua a pesar de haber tenido un gran presupuesto.
Antes de comenzar con la saga de El Justiciero, Antoine Fuqua tuvo dos películas que compartían algo en común: de una u otra manera estaban relacionadas con el presidente de los Estados Unidos. Tirador (Shooter, 2007) con Mark Wahlberg, una historia sobre un francotirador retirado, que le ofrecen proteger al presidente ante un eventual atentado. El protagonista prepara y muestra todos los escenarios, pero sin embargo alguien le dispara al primer mandatario y culpa a quien debía protegerlo.
En Olimpo bajo fuego (Olympus Has Fallen, 2013) conocemos a Mike Banning (Gerald Butler), un ex agente del Servicio Secreto Presidencial que debe rescatar al presidente dentro de Washington. Ésta película salió al mismo tiempo que otra de temática similar (La caída de la Casa Blanca - White House Down), pero por su éxito tuvo dos secuelas más protagonizadas por Butler.
Con El Justiciero (The Equalizer, 2015), une fuerzas nuevamente con Denzel Washington para llevar al cine la conocida serie de los ochenta. La historia de un comando de las fuerzas especiales con trastorno obsesivo compulsivo, que se hizo pasar por muerto para finalmente ser libre. Pero la aparición de una joven conflictiva lo saca del ostracismo. Esto llevó a dos secuelas, siendo la tercera pronta a estrenarse en cines.