El panorama de las condiciones laborales en la industria de los videojuegos está viviendo un momento oscuro. En tan solo un mes, empresas como Epic Games, desarrolladores de Fortnite y dueños del motor líder, Unreal Engine; y Naughty Dog, conocidos por Uncharted y The Last of Us, dejaron ir a un porcentaje alto de su plantel de empleados.
Los llamados layoffs o despidos masivos son muy duros y son cada vez más frecuentes en tecnología, lo que incluye videojuegos: de un día para otro, sin previo aviso, te enteras de que ya no eres bienvenido en tu empresa, incluso si venías trabajando así hace varios años, como les pasó a varios leads de Unreal Engine hace apenas unas semanas. Y más extraño y doloroso es el caso de SEGA también, quienes cancelaron Hyenas luego de presentarlo con pitos y flautas en Gamescom. Esta cancelación inesperada llevará a recortes de personal en el estudio desarrollador, The Creative Assembly.
El caso de Telltale Games es notable también. Hoy a la mañana, el estudio confirmó despidos en redes sociales y alegó como causa “las condiciones del mercado”, que es también a lo que echan culpa los gigantes como Embracer Group, el emporio que es dueño de varios estudios como THQ Nordic, Plaion, Gearbox y la empresa argentina Nimble Giant, entre otros. Parece que la oleada de despidos no distingue entre estudios chiquitos y megaempresas.
En junio de este año, Embracer anunció que se había caído un acuerdo de 2 millones de dólares y que tendrían que reestructurar al grupo. Cayeron en la volteada Gearbox (Borderlands) y Volition (Saints Row), dos estudios con mucha trayectoria. Es particularmente triste el caso de Volition: vienen haciendo juegos desde 1997 y a comienzos de este año, cerraron sus puertas en consecuencia de todo esto. Gearbox quedó mejor parado y solo tuvieron que despedir empleados. Que no es poca cosa, claro.
Volviendo a Telltale Games, se torna muy triste la situación porque se trata de un estudio que logró renacer de las cenizas, tras su cierre en 2018, luego de que en 2017 despidieran al 25% del plantel. El miedo a que la historia se repita está presente desde hoy a la mañana y se acrecienta con las declaraciones de Jonah Huang, ex artista cinematográfico de Telltale, quien afirma que despidieron a casi todo el equipo de The Wolf Among Us 2. Considerando que la primera entrega llegó en 2013, hace más de una década que estamos esperando la merecida secuela de una de las mejores aventuras de la empresa. ¿Acaso habrá un final feliz para el cuento del lobo y sus amigos?
Y, lamentablemente, podría seguir citando despidos masivos que ocurrieron desde comienzos de 2023. ¿Pero, qué sentido tiene? Si recordamos que Facebook / Meta despidió a más de 10.000 personas en marzo, se nos hiela la sangre.
En cuanto a causas, no hay nada concreto y, como ya vimos, los estudios suelen citar al mercado como problema de toda esta hecatombe. Hay quienes dicen que está reventando la burbuja pospandemia; recordemos que 2020 fue un año excelente para la industria de videojuegos, con un crecimiento sin igual. Tendría sentido que no lo puedan sostener. Y si agregamos las últimas tecnologías disruptivas, como la blockchain o las inteligencias artificiales, sin dudas, hubo varios cambios de paradigma que hicieron que varios estudios cierren, reduzcan planteles o sean comprados por conglomerados empresariales como Tencent o el ya mencionado Embracer Group.
Exempleados de varios estudios de Estados Unidos llaman a la sindicalización. Mientras tanto, quienes trabajamos en remoto para otro país en modalidades menos privilegiadas, como los famosos empleados contractor, no tenemos protección alguna. Aunque no todo el panorama es oscuro. Surgen todos los meses nuevos estudios como productos de los despidos: ex empleados de DICE (Star Wars: Battlefront, Mirror’s Edge) fundaron TTK Games para hacer un shooter masivo online; Blank Studios en Polonia está fundado por gente que estuvo en CD Projekt Red y acá en Argentina recientemente apareció Bicho Raro, el primer estudio de desarrollo fundado por veteranas mujeres con experiencia en AAA. Habrá que ver si logran sostenerse, pero, sin dudas, es una pequeña luz en un panorama tan desesperanzador.