Recientemente, los aficionados al terror han recibido con entusiasmo la última entrega de una de las sagas más apreciadas en el género: El Juego del Miedo (Saw). La película ha revivido la intriga y la tensión que cautivaron al público desde sus inicios en 2004.
Uno de los elementos fundamentales que han cimentado el éxito de esta historia es la combinación de ingenio y terror que se refleja en las macabras trampas presentadas en las películas. En una entrevista con Screen Rant, el director, Kevin Greutert, y el diseñador de producción, Anthony Stabley, compartieron detalles sobre cómo fue la búsqueda de inspiración.
Greutert reveló que las ideas provienen de diferentes fuentes, señalando: “En primer lugar, siempre queremos asegurarnos de que el público crea que John Kramer creó estas situaciones extremas, porque a veces puede salirse un poco de control, un poco demasiado. Número dos, estábamos en México, así que aprovechamos algo de esa tradición y mitología”.
Además, destacó la importancia de la ubicación real en la que se encontraban, afirmando: “El otro aspecto es que estamos en la fábrica real, por lo que queríamos asegurarnos de que estas situaciones estuvieran integradas y que fueran creíbles”.
Por otro lado, el director y el diseñador de producción compartieron un aspecto personal que influyó en la concepción de ideas. Greutert mencionó: “Ambos somos católicos no practicantes”. A lo que Stabley agregó: “Sí, hay un poco de iconografía. Ambos fuimos a la escuela católica”.
La décima entrega de la saga, Saw X: el juego del miedo (Saw X), cuenta con la destacada participación de Tobin Bell, quien retoma su papel del icónico John Kramer, y Shawnee Smith, quien vuelve como Amanda Young. La película se encuentra actualmente en los cines.