Jugar muchos JRPG tiene sus consecuencias y es verdad que no podemos pedirle el mismo desarrollo a todas las franquicias. Hace veinticinco años que soy jugador de esta saga y la constante de cambio durante algún tiempo siempre fue su repertorio de criaturas, sus espectaculares evoluciones especiales y, lentamente, su exploración. Pokémon era relativamente un juego lineal con una narrativa completamente enfocada en capturarlos a todos y superar el desafío más grande para un entrenador: la liga Pokémon.
Poco a poco, estos juegos se fueron complejizando. Desde conflictos entre deidades legendarias hasta malignas organizaciones que querían controlar el mundo con experimentos u otras variaciones, siempre tuvimos un claro problema. Muy pocos hilos narrativos se llevaron de una región a la otra y quizá, con alguna mención de algún personaje al pasar, las consecuencias que van quedando de estas organizaciones no son más que recuerdos entre risas o curiosidades.
Las variantes que acompañaron a varios de estos títulos siempre se enfocaron en sus criaturas, claro, el atractivo principal del juego y en mejorar sus combates. Megaevoluciones, variaciones regionales, tipos específicos y todo lo que nos puede ofrecer la colección de monstruos de bolsillo.
Es hora de que empecemos a ver consecuencias de lo que sucede en otras partes del mundo y no seguir creando hilos narrativos que complican la trama y que no se siguen sino entre juegos de la misma región. Pokémon Black & White 2 es un ejemplo de esto, donde la tierra de Unova y la quinta generación fueron tan exitosas que su reluciente trama necesitaba un capítulo más. Pokémon Ultra Sun & Ultra Moon con la región de Alola apostó por un reboot, agregando más misticismo a su recurso más importante, nunca vuelto a utilizar ni mencionado en los próximos juegos: los Ultra Entes.
En 2022, esto empezó a cambiar, de a poquito, muy de a poquito. Pokémon Legends: Arceus es un título que sacó a la franquicia de toda norma posible e introdujo una variedad de cambios acompañado de un desarrollo narrativo interesante y expandiendo una de las mejores regiones de su historia. Hisui, o Sinnoh en el pasado, presenta a un protagonista estilo isekai que viene del mundo actual invocado por Arceus para evitar una catástrofe que tendrá consecuencias inimaginables de no ser detenida. Su nuevo gameplay acompañó este sentido de exploración. En un mundo donde los pokémons ya son controlados por los humanos, nosotros éramos la única esperanza posible.
Más allá de la libertad que Pokémon Scarlet & Violet le dieron al jugador en cuanto a los gimnasios y la elección narrativa, hacia el final del juego las nuevas entregas de Nintendo Switch buscaron una cierta linealidad con su mayor misterio: el cráter de Paldea.
Todo este apartado nos introduce nuevamente a nuevos Pokémon, llamados Paradoja, y la posibilidad de que ciertas criaturas podrían venir del pasado, del futuro o, quién dice, de otra dimensión. No es la primera vez que vemos estos juegos dimensionales: ¡hola Ultra Entes de Pokémon Sun & Moon, hola Eternatus de Pokémon Sword & Shield! Y tampoco es la primera vez que Pokémon nos quiere contar de su pasado. He ahí, la región de Hisui.
El primer DLC de la saga de Pokémon Scarlet & Violet, The Teal Mask, ya está disponible y es la primera parte de dos de un gran paquete de contenidos titulado The Hidden Treasures of Area Zero. En este se hacen menciones al pasado de Kitakami, la nueva isla que exploramos, así como en Paldea se hablaba de sus reinados pasados y sus investigaciones. La historia está directamente conectada a la próxima pieza, The Indigo Disk y sus referencias son extremadamente enigmáticas. Sumado a que una de sus historias post game nos cuenta por primera vez, fuera de un comentario al pasar, la canonización de la región de Hisui y hasta vemos criaturas de dicha región.
Después del despliegue por el que nos lleva Pokémon Legends: Arceus y la importancia narrativa que el pasado tiene dentro de este nuevo arco, esperamos que Nintendo y Game Freak empiecen a tender un poco más a esta construcción de historias típicas de JRPG con muchas entregas y líneas narrativas. Quizá no es una buena estrategia publicitaria, quizá no vende cartas ni vende peluches pero, como jugador veterano de la saga, un mínimo guiño a poder tener una historia interconectada me llena de felicidad y esperemos que lo visto en The Teal Mask sea un primer paso en la dirección correcta. Pokémon, es hora de conectar tus narrativas.