Extraña forma de vida, el nuevo cortometraje de Pedro Almodóvar, debutó en el Festival de Cine de Cannes en mayo de este año. Protagonizado por Pedro Pascal y Ethan Hawke, y con una duración de 30 minutos, logró entrar a la agenda de los grandes medios.
Con la dificultad de ser en inglés (ya veremos que no es la primera vez) es un desafío que el director ibérico supo atravesar antes. Almodóvar es un habitué en el contar relatos en un corto tiempo.
La dificultad del formato cortometraje recae no sólo en el tiempo disponible, sino en qué se quiere contar en ese tiempo. Es un dispositivo utilizado por diversos realizadores para llevar a cabo pruebas con la búsqueda posterior al largometraje, pero muchas veces esas búsquedas no permiten que el producto sea de fácil consumo para el gran público.
Sin embargo, Pedro Almodóvar viene experimentando en este formato desde sus inicios cuando se compró su primera cámara Super8 con diversos cortometrajes desde inicios de la década del setenta. La mayoría no están disponibles para ver, a excepción de dos -dentro del catálogo de la Filmoteca Nacional- llamados Muerte en la carretera (1976) y Salomé (1978).
En 1984 la Televisión Española le encarga realizar un tráiler para promocionar su última película, ¿Qué he hecho yo para merecer esto?. Eso se traduce en una idea: un cortometraje de 18 minutos llamado Tráiler para amantes de lo prohibido. Con el humor presente de esa época de su vida, y un tono muy kitsch, logra ambos cometidos: ser una pieza divertida audiovisual, y servir de publicidad para su largometraje.
En 2009 se estrena “La concejala antropófaga”, un cortometraje de ocho minutos protagonizado por Carmen Machi en una suerte de spin-off de su papel en Los abrazos rotos (2009). Allí la concejala de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, muestra una radiografía de su esencia en un monólogo muy divertido.
“La voz humana” es una narrativa que le interesa mucho al director. Escrita por Jean Cocteau y basada en su obra de teatro homónima de 1930, siempre estuvo presente en la filmografía de Almodóvar. Finalmente pudo adaptarla en 2020 con Tilda Swinton como única protagonista y en inglés.
Por su parte, Wes Anderson (que viene de estrenar Asteroid City) va a lanzar en la N roja algunos cortometrajes suyos basados en textos de Roald Dahl, permitiendo que lleguen al gran público. ¿Los nombres? El desratizador, El cisne, Veneno y La maravillosa historia de Henry Sugar (protagonizado por Benedict Cumberbatch).
Wes tampoco le huye al formato, y tiene experiencia en esta manera de narrar: lo hizo en 1992 con Bottle Rocket (un cortometraje alabado por Martin Scorsese); en Hotel Chevalier, de 2007 protagonizado por Jason Schwartzman y Natalie Portman; en Prada Candy, una publicidad de 2013 para el perfume Prada Candy L’Eau; su continuación grabada en Italia y llamada Prada Castello Cavalcanti (nuevamente protagonizada por Jason Schwartzman) y Come Together, de 2016 con auspicio de H&M protagonizado por Adrien Brody y Garth Jennings.
En tiempos de búsquedas, estos dos directores no pierden la capacidad del juego.