David Fincher es uno de los directores más renombrados de la actualidad. Experto en dirigir videoclips (para Madonna, Aerosmith, Billy Idol o George Michael), puso su visión al servicio del cine en joyas como Pecados Capitales (Seven, 1995), El club de la pelea (Fight Club, 1999) o La red social (The Social Network, 2010).
Pero sus inicios fueron por demás tortuosos.
El pasaje de los videos musicales a la gran pantalla se dio a través de una película que formaba parte de una franquicia y que buscaba aires nuevos: estamos hablando de Alien y su tercera iteración.
La saga del xenomorfo estaba casi maldita, con un sinfín de guionistas y directores que se iban dando de baja ante el cambio de visión de la productora: querían volver a lo más terrorífico del personaje pero sin demasiada claridad. Era comienzos de los 90 y Fincher había revolucionado el mundo de la música con Vogue de Madonna y Freedom! 90 de George Michael, nunca había realizado un largometraje en una gran superproducción y le acercaron el proyecto… pero no todo estaba tan claro.
En 2011 a Vulture les contó: “Una vez que pasé por Pinewood (lugar donde se rodó Alien 3) con una situación en la que era un pistolero a sueldo para hacer un título de biblioteca para un conglomerado de medios multinacional integrado verticalmente, y que tenía una visión diferente de cómo los escritores y directores debían trabajar, me di cuenta cuánto me molestaba su opinión anti-autoral”.
El guión con tantas reescrituras no podía ser modificado ni siquiera un ápice, Fincher llegó a la producción a cinco semanas del inicio del comienzo del rodaje, luego de la salida de Vincent Ward (el director de Más allá de los sueños - What Dreams May Come, 1998-) que dejó una narrativa final con extremos problemas de estructura.
Años más tarde, David Fincher se hizo cargo de su mala decisión en una entrevista con Mark Burman: “Me tomó cinco años decidir lo que quería hacer y siempre esperé algo de esta escala. La lección que hay que aprender es que no puedes asumir una responsabilidad de este tamaño y visibilidad si realmente no tienes una película como The Terminator o Tiburón detrás tuyo”.
Si buscan los extras de los DVDs de la tercera parte de Alien, podrán percibir el clima tenso del rodaje y las idas y vueltas en la toma de decisiones. Algo que para un director primerizo puede ser devastador. En palabras de Fincher: “Nadie odió el film más que yo. Hasta el día de hoy, nadie lo odia más que yo”.
Por suerte esto no detuvo su carrera, y nos terminó regalando grandes productos audiovisuales.