TOP | Baldur’s Gate 3: cinco cosas que no deberías perderte del primer acto del juego

Baldur’s Gate 3 es un videojuego gigantesco y sumamente ambicioso. Tal es así, que adentrarse su propuesta por primera vez puede llegar a ser emocionante a la par que intimidante. El caso es que en el RPG de Larian Studios hay muchísimas misiones, personajes con los que hablar y sitios por descubrir, haciendo que perderse o, simplemente, distraerse por los caminos de La Costa de la Espada sea bastante fácil.

Que no se malinterprete: distraerse por explorar o seguir una línea de misiones no tiene nada de malo. Es solo que irse en busca de aventuras por lugares lejanos sin prestar mucha atención a los alrededores, puede ocasionar que varias cosas se pasen por alto y algunas de ellas son realmente geniales e importantes. De hecho, muchas se pueden encontrar durante las primeras horas de juego. Por lo tanto, hemos recopilado estas cinco cosas que no deberías perderte durante el primer acto de Baldur’s Gate 3.

El comienzo de Baldur’s Gate 3 es espectacular. La escena a bordo del Nautiloide no solo está cargada de acción, sino que también deja en claro que seremos testigos de muchos momentos donde la narrativa tomará el papel protagónico. Sin embargo, para poder avanzar en esta fantástica historia, es altamente recomendable estar bien preparados ¿Y qué mejor para ello que tener en nuestras manos una espada en llamas?

Sobre el final del prólogo se desata una suerte de carrera contra el tiempo donde tenemos que tomar el control de la nave y llevarla a otro plano antes de que los dragones la reduzcan a cenizas. Durante esta secuencia, seremos testigos de cómo un demonio lucha contra un azotamentes. Lo lógico, dado el nivel de nuestro personaje, sería dejarlos tranquilos para que arreglen sus diferencias. No obstante, si optamos por ayudar a nuestro captor, aprovechando la situación apuñalando al demonio, podremos obtener una gran espada que hace daño de fuego. Eso sí, no es conveniente dormirse en los laureles porque el azotamentes no dudará un segundo en atacarnos ¡Que mal agradecido!

En Baldur’s Gate 3 es muy difícil dejar contento a todo el mundo y las diferencias entre los miembros del equipo pueden escalar al punto en que terminen matándose entre ellos. Y lo peor de perder a alguien es que los aventureros no abundan. Por suerte, podemos contratar mercenarios para llenar estos espacios vacíos, pero ¿cómo? De eso es justamente de lo que se encarga Mustio, un muerto vivo a través del cual podemos crear mercenarios desde cero y sumarlos al grupo. Pero no solo eso, ya que ofrece servicios como reubicar los puntos de habilidad de nuestro personaje o de cualquier acompañante y hasta revivir a los caídos en combate por doscientas monedas de oro.

Se puede sumar a Mustio al campamento a los pocos minutos de comenzada la aventura. Para esto, solo hay que acceder a las ruinas que se encuentran al norte de donde se estrella el Nautilus, donde encontramos a Corazón Sombrío por primera vez. Una vez dentro, solo tendremos que sortear varias trampas para llegar al final de la mazmorra. Ahí debemos superar una tirada de percepción que deja al descubierto un botón que abre una cámara secreta. Es conveniente estar preparados, puesto que cuando esto suceda, nos atacará un grupo de esqueletos. Terminada la batalla, solo debemos abrir un ataúd del que emergerá Mustio y, luego de una rápida charla, podremos disfrutar de sus servicios.

Una de las primeras cosas que Baldur’s Gate 3 nos enseña es que no siempre es necesario recurrir a la violencia. El juego ofrece diferentes formas de evitar enfrentamientos sumamente complicados. No obstante, hay ocasiones en que las batallas son inevitables y -por lo general- suelen ser las más desafiantes. Cuando eso sucede, no habrá mayor alegría que tener en nuestra mochila el Cuerno de Guerra de Bulto. Se trata de un poderoso objeto con el que podremos invocar a tres ogros de nivel 4 para que luchen junto a nuestros personajes. Eso sí, habrá que tener mucho cuidado porque atacarán a todo lo que encuentren en su camino.

Conseguir este artefacto no es complicado. Solo hay que dirigirse a la aldea tomada por los goblins y visitar la casa en la que Bulto está hablando con sus amigos. Una vez ahí podremos negociar con él y convencerlo de que luche por nosotros. Para ello se puede intentar realizar una tirada de persuasión o intimidación de dificultad 20. También se puede optar por una de engaño cuya dificultad será 10, aunque tendremos que desembolsar mil monedas de oro en el proceso.

Baldur’s Gate 3 es un videojuego que esconde numerosas referencias y, sin lugar a dudas, una de los mejores es la relacionada con el Necronomicón. El infame libro ficticio creado por el escritor estadounidense de terror H.P. Lovecraft puede ser obtenido, dando inicio a una serie de misiones por demás interesantes. Hacerse con él, tampoco es complicado; solo hay que saber dónde buscar. Sin embargo abrirlo, es otra historia.

En la misma aldea donde podemos obtener el Cuerno de Guerra de Bulto, hay una especie de cabaña desde la que se puede acceder a un sótano. Al final del mismo, encontraremos un espejo mágico que vigila la entrada a un laboratorio. Para seguir adelante, solo habrá que resolver un sencillo acertijo. Dentro de la sala, además de algunos pergaminos mágicos, también encontraremos una celda que guarda tras sus rejas el mencionado grimorio. Es conveniente tener a un pícaro en el equipo, puesto que hay varias trampas que se deberán desactivar previamente.

La Costa de la Espada está plagada de peligros. Pero, ¿qué mayor peligro que aquél que no podemos ver? Los enemigos que pueden hacerse invisibles suelen ser algo frecuente y, aprovechando dicha ventaja, sus ataques pueden dejar a nuestros héroes al borde de la muerte. Sin embargo, hay una solución para ello, aún si en tu inventario no llevás ningún pergamino para ver lo invisible. Aunque antes, será indispensable rescatar a Volo, el bardo.

Al llegar al templo de Selune ocupado por los goblins, veremos a Volo viéndose obligado a actuar para contentar a sus captores. Si decidimos ayudarlo y lo liberamos, se unirá a nuestro campamento de forma temporal. Cuando regresemos a descansar y le contemos del problema de los parásitos, él se ofrecerá a ayudarnos. Si dejamos que proceda, bueno, obtendremos un bonito ojo de vidrio con el efecto de ver lo invisible de forma permanente.