REVIEW | Yo soy Groot - Temporada 2: El mundo con ojos de niño

El estreno de la segunda temporada de Yo soy Groot marca un hito en el mundo del Universo Cinematográfico de Marvel: es el primer contenido que se desprende de Los Guardianes de la Galaxia que se verá ya sin la participación de James Gunn detrás, moviendo los hilos.

Son cinco episodios de menos de cuatro minutos, por lo que el consumo se convierte en express, permitiendo verlo en una sola sentada. Como sucedió con la temporada anterior, vamos a seguir al coloso Flora del Planeta X, un ser de categoría noble, que para el oído humano solo habla repitiendo su nombre.

Estemos posiblemente viendo a un Groot de otro universo, y no el que se desarrolla dentro del MCU que tanto consumimos en series y películas. Esto puede entrar en contradicción con algunas cosas que suceden en la serie, pero las iremos descubriendo.

Al igual que la primera temporada, seguimos a un Groot púber mucho más pequeño que el pre-adolescente que vimos en Avengers: Infinity Wars (2018). En cada uno de los episodios, la estructura es la misma: una situación desestabiliza la calma del protagonista, éste se encarga de actuar en consideración, las cosas salen mal, y hacia el final se resuelve para bien o para mal el pequeño conflicto.

Esto, junto con la nula aparición de diálogos (salvo en un episodio en particular), permite que sea un producto fuerte en la categoría apto para todo público. Los colores, los elementos que aparecen frente a la pantalla y el carisma de Groot suman a un estado general de “todo va a estar bien” que comunica la serie.

Los cinco episodios se dividen entre viajes a otros mundos y situaciones dentro de la nave, de un modo muy equilibrado para no aburrir y abarcar lo máximo posible.

Vamos a conocer a una raza de aves con mucha necesidad de ser maternada, un mundo de hielo o un volcán con un elemento mítico en su interior. Cada uno de estos universos tienen su propio “ver y sentir”, con un trabajo de diseño que nos permite sentir que estamos viajando por otros planetas. Incluso existen algunos juegos gráficos: en uno de los episodios vemos una de las acciones en cámara lenta, y la estética hace parecer que estamos ante una realización del tipo stop motion (acciones grabadas cuadro a cuadro con muñecos o plastilina, como la última de Guillermo del Toro: Pinocho (2022), o El extraño mundo de Jack (The Nightmare Before Christmas, 1993).

Los dos episodios que se desarrollan en la nave la hacen sentir muy similar a lo que conocimos en Guardianes de la Galaxia Vol. 2 (2017), con una tendencia a lo más oxidado y amarronado sin tanto color como nos ofrecía en la tercera parte de la saga. En este caso, cada uno de los elementos en la pantalla la hacen sentir como un sistema totalmente establecido y homogéneo, en esa nave se vive y se respira rutina.

Si alguien estaba esperando sumar alguna narrativa al Universo Cinematográfico de Marvel en Yo Soy Groot… debo decirle que va a sentirse decepcionado. Esta es una serie stand-alone total.

Su carácter aislado se pone de manifiesto y se acentúa desde los créditos iniciales: cuando parece que se va a iniciar la emblemática introducción de Marvel, aparece la mano de Groot con un control remoto y adelanta para que vayamos rápidamente a lo que quiere contar. Más que un chiste parece una declaración de principios.

En un momento, al final de uno de los capítulos se escucha un quejido. En los títulos vemos a Bradley Cooper, por lo que intuímos que es Rocket Racoon… pero nunca aparece en pantalla. Hay otro cameo en forma de elemento: en uno de los episodios hay helados, y en uno se ve la forma de Howard El Pato. En ese mismo capítulo al final aparecen las naves de los Nova Corps (que conocimos en la primera película de los Guardianes).

Ahora, el personaje que sí aparece y tiene relevancia en el último episodio es El Vigilante. El Watcher de los cómics, que se hizo conocido en el MCU por la serie animada de Disney+ “What if…” se encarga de relatar todo lo que acontece en el quinto capítulo.

Yo soy Groot Temporada 2 es un gran chiste. Es como si un grupo de amantes del humor físico para niños hayan decidido hacer unos cortos aprovechando a un personaje con muchas posibilidades para el humor, sin importar demasiado su bagaje narrativo.

Groot no habla, viaja por el espacio, viene de una franquicia que lleva el humor como bandera: es el protagonista indicado.

¿Pero el humor es el mismo que el de las películas? No. Busca ir a un rango etario un poco menor: hay chistes con materia fecal, con mocos, con malos olores y mucho humor del tipo físico; Groot pone el cuerpo al servicio del chiste que hay que contar y su plasticidad lo permite.

Existen algunas sutilezas a comentar: en el quinto episodio -como adelantamos- aparece El Vigilante, que tiene la capacidad de narrar lo que está sucediendo desde una esfera por fuera de la diégesis. Es algo así como el narrador en tercera persona de un libro del que sus protagonistas no saben que existe. Lo que descubrimos en esta serie es que Groot lo puede ver e interactuar, algo que sorprende al Visionador Cósmico. Una rotura de la cuarta pared al estilo Deadpool.

Yo Soy Groot Temporada 2 es un gran juego. No es un contenido completista para los amantes del MCU sino una experiencia lúdica para los más chicos, acompañando a uno de los personajes más queridos de Marvel por situaciones tan lejanas como posibles. Lo más criticable es que dure tan poco, dan ganas de disfrutarla mucho más.

6

Contenido espacial ATPLa temporada se consume muy rápido, y el desarrollo es casi nulo. Sin embargo, los colores y las imágenes deslumbrarán a los más chicos.

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