A lo largo de sus ocho temporadas, Hora de Aventura maduró como pocas series lo hicieron, tanto animadas como live action. Lo que parecían ser un montón de divertidas aventuras autoconclusivas en un mundo mágico y lisérgico, terminaron confluyendo en un universo sólido de compleja narrativa y profusa mitología. Sus personajes en un principio caricaturescos y delirantes dieron paso a una profundidad inesperada, con pasados y futuros dramáticos, en un mundo post-apocalíptico que escondía grandes secretos.
Siguiendo la lógica de este crecimiento, el que empezó siendo uno de los principales antagonistas de aquella serie, terminó convirtiéndose en uno de los personajes más trágicamente humanos de la tierra fantástica de Ooo. El Rey Helado (alter-ego del anticuario Simon Petrikov) concibió en su infinita soledad una historia en forma de fan-fiction para sentirse más querido. Su fantasía giraba en torno a los protagonistas de la serie, Finn (el humano) y Jake (el perro), pero invirtiendo sus géneros (y especie) para convertirlos en Fionna (la humana) y Cake (la gata).
En nuestra realidad, la autora de estos personajes fue una de las diseñadoras y supervisora de guiones gráficos de la serie, Natasha Allegri. En su tiempo libre, la artista subió a su cuenta un web comic con los diseños de Fionna y Cake, que se hicieron inmensamente populares entre los fans de la serie. Tanto, que su creador Pendleton Ward decidió incluirlos en la trama principal, con apariciones especiales en varios episodios de Hora de Aventura. Esto también dio lugar a otros personajes con género y lógicas invertidas, como Marceline convertido en Marshall Lee o Lady Rainicorn en Lord Monochromicorn.
Ahora, las versiones femeninas de Finn y Jake tienen su propia serie, que presenta un mundo con otras reglas y muchos más personajes de este estilo. Para sorpresa de todos, incluso de los más fans, la serie no solo es el primer spin-off (o desprendimiento) de Hora de Aventura, sino también una secuela directa al final de la serie original. Si bien la historia tuvo una continuación en HBO Max con una serie de episodios especiales que narraban el final de estos personajes, esta historia se ubicaría en el medio de ambas, mucho antes de estos sucesos.
Aunque Hora de Aventura nos enseñó que el tiempo lineal es solo una forma de darle sentido al mundo, y el pasado, el presente y el futuro son relativos. Tan relativos como el rango etario del público al que apuntaba la serie original, que comenzó como un típico dibujito animado y se convirtió en una reflexión sobre la vida, las relaciones y la pérdida. La nueva serie de alguna manera retoma ese crecimiento y presenta a Fionna en su etapa adulta, atravesando una crisis existencial que solo puede ser definida como centennial.
En el primer episodio, Fionna aparece junto a Cake luchando contra el mal en un mundo homenaje a Sailor Moon, que no podría ser más apropiado como disparador: en la serie de anime, las protagonistas olvidaban quiénes eran y volvían a sus vidas normales en un mundo sin magia donde nunca se habían conocido. Algo parecido es lo que pasa con Fionna y Cake cuando despiertan y se revela que esa primera secuencia fue solo un sueño, mientras que en la realidad viven en un mundo tan normal como el nuestro: sin magia, con problemas en el trabajo y en la lucha constante por pagar las cuentas, mantener la casa y cuidar una de otra.
En este mundo ordinario, Fionna lucha contra su propia mala suerte, dudosas decisiones y responsabilidades adultas, que la condenan a vivir una vida tan normal y tan insatisfactoria que resulta casi abrumadora. A pesar de que desea algo distinto, no se detiene a preguntarse nada ni reflexionar demasiado sobre su situación, ya que las obligaciones y el ritmo de la vida laboral apenas le dejan tiempo para preocuparse por sí misma. De momento está más preocupada por su gata Cake, que tiene síntomas bastante extraños, aunque quizás sea solo su intuición gatuna llamándola a encontrarse con otro plano de la existencia.
En el segundo episodio, nos encontramos con un Simon Petrikov viviendo una vida igualmente miserable pero en la tierra de Oooz, recordando su pasado y lamentando sus decisiones (o la falta de ellas). El alguna vez Rey Helado se encuentra ahora de vuelta en su estado humano, recreando la forma de vida del siglo XX como forma de supervivencia, o quizás como mecanismo de defensa. La negación aparece de forma gráfica para evadirse de sus preocupaciones, pero no por mucho tiempo. Aunque su amigo Finn intenta ayudarlo, Simon perdió la voluntad de vivir y solo hay una cosa que podría devolvérsela.
El episodio cierra con la promesa que se nos hizo en el trailer: la unión de los dos mundos y el comienzo de una serie de aventuras multiversales que llevarán a Petrikov, Fionna y Cake a descubrir realidades alternativas y enfrentarse a nuevos enemigos. La animación, el diseño de personajes y de mundo son muy similares a los que conocimos en Hora de Aventura, pero el tono ya es uno mucho más profundo, adulto e incluso violento. Las nuevas protagonistas llegaron a continuar el legado de Finn y Jake, honrando el crecimiento de la serie y de los fans que la acompañaron durante tantos años.