REVIEW | Blasphemous 2: una penitencia magistral

La secuela del clásico de The Game Kitchen supera a al original en todo sentido y trae cambios radicales a la fórmula

En Blasphemous 2, hordas de monstruosos enemigos se interponen entre tú y tu objetivo; retorcidos jefes con patrones de ataque únicos y habilidades desgarradoras pondrán a prueba tus habilidades mientras luchas por alzarte triunfante cuando el polvo se asiente.

En 2019, el estudio español The Game Kitchen nos sorprendió con un título de acción en 2D realizado en pixel art que sobresalía en casi todos los frentes. Blasphemous se sentía cuidado, artesanal en todos los campos y, en especia,l en su costado artístico. Así conocimos a “El Penitente”, un héroe castigado que debía intervenir ante los arrasadores efectos de “El Milagro”. El juego fue un éxito y el estudio lo mantuvo actualizado, sumando un DLC completo que le daba el verdadero final al primer arco narrativo. Hoy, casi cuatro años después, se proponen repetir el éxito con una secuela que renueva la fórmula y presenta varios cambios sustanciosos.

Blasphemous 2 retoma la historia directamente después de los eventos de la expansión del título original pero, aunque no la hayamos jugado, se puede disfrutar perfectamente sin conocimientos previos. El Penitente se despierta en un ataúd de piedra, sostenido por una escultura de un viejo amigo, y rodeado de estatuas de fieles en aparente situación de adoración. En este nuevo escenario, el pueblo sabe que cumplimos una función clave en la última encarnación de El Milagro y nos ve como su salvador.

Desde el primer momento, El Penitente será recibido y orientado sobre su nueva misión por un cast de personajes bizarros y bien escritos. La coherencia entre el ambiente lúgubre y descuidado, los diálogos con los NPC y la iconografía religiosa conforman un escenario perfecto para la sangrienta misión que debemos cumplir. El Milagro prepara su regreso, un gigantesco corazón sangriento se cierne sobre nubes carmesí y adentro se gesta un nuevo niño milagroso. A medida que vamos “expiando las culpas” de los primeros tres objetivos, conoceremos las bases narrativas a través de animaciones exquisitas que ostentan una actuación de voz absolutamente fantástica.

En Blasphemous 2, el Penitente no tiene piedad, y con una serie de nuevas armas que ofrecen nuevos movimientos, ejecuciones brutales y combos ampliados, la destrucción lloverá sobre cualquiera que se interponga en su camino.

Esta nueva entrega hace hincapié en la exploración por sobre el combate, pero sin descuidarlo, consiguiendo así un metroidvania puro y duro. Las primeras horas de juego, me animaría a decir que el primer tercio de la aventura, serán de acción directa y para abrir el mapa. El juego nos marca la ubicación aproximada de los primeros tres jefes, pero no nos dice a cual enfrentarnos primero. Quedará en nuestra intuición y, eventualmente, en nuestra curiosidad ir probando para avanzar de a poco en la historia. Lo mejor es que no hay respuestas correctas, todos los jefes pueden ser derrotados con cualquiera de las tres armas iniciales y sus patrones de ataque son claros y evitables.

Una vez completada esta etapa inicial, Blasphemous 2 nos deja explorar el amplio mapeado a nuestras anchas para descubrir el próximo paso. Entonces comienza a darnos nuevas habilidades de desplazamiento con el resto de las armas y, de repente, vamos a poder acceder a ciertas partes del mapa previamente bloqueadas. Una de sus mayores virtudes es cuán gradual e intuitiva se percibe la progresión. En todo momento nos da la impresión de que descubrimos el próximo paso por nuestros propios medios, ya sea porque dedujimos la ubicación de un lugar secreto a través de un diálogo o porque hicimos las marcas adecuadas en el mapa. Es un título difícil de soltar, en todo momento tenemos algo para hacer y aún si nos llegamos a perder, siempre hay motivos para seguir explorando.

Blasphemous 2 llega a Nintendo Switch™, PC, PlayStation®5 y Xbox Series X|S.

El sistema de combate es una evolución del que presentaba el juego anterior, pero esta vez está centrado en tres armas, cada una apunta a un estilo de batalla y trae una habilidad de desplazamiento única. Al finalizar el brevísimo tutorial, con el que el juego nos da la bienvenida, podremos probarlas contra un maniquí pero una vez tomada la decisión no podremos cambiarla hasta encontrar el resto de las armas en el extenso mapeado. Es una decisión importantísima, pero lo es más porque cada una nos habilita ciertos caminos y mejoras permanentes que quedarán inaccesibles hasta mediada la aventura.

Por un lado, tenemos a Veredicto, el incensario de guerra, que ofrece ataques lentos a largo rango pero con un daño aumentado. Puede prender fuego a los enemigos y hacer sonar campanas para materializar plataformas ocultas. La espada Ruego al Alba desangra a sus oponentes, permite sacrificar puntos de vida para aumentar el daño y ofrece la posibilidad de bloquear y contrarrestar ataques. Su ataque descendente, si lo hacemos desde una altura importante, rompe las raíces que bloquean ciertos pasajes. Finalmente, Sarmiento y Centella, una daga y un estoque que ofrece ataques rápidos, parry, daño eléctrico y la posibilidad de teletransportarse entre espejos a toda velocidad.

En Blasphemous 2, las historias y los mitos que encuentres te ayudarán a desentrañar la miríada de secretos del juego, permitiéndote comprender mejor este extraño mundo nuevo.

A diferencia de la primera entrega, Blasphemous 2 se aleja de los elementos soulslike para centrarse en ser un metroidvania. Esto significa menos penalización por morir, menos jefes con ataques que nos maten en dos golpes y más elementos de movilidad para El Penitente. La progresión funciona con dos monedas paralelas, la que nos permite comprar ítems o pagar servicios y la que sirve para avanzar en el árbol de habilidades de las armas o aumentar el espacio en la estantería de estatuillas de madera. Los enemigos al morir nos dan experiencia y dinero, también podemos conseguir ambos en cofres ocultos por todo el juego y como recompensas por derrotar jefes. Lo importante es que al morir no vamos a perder ninguna.

Lo que sí acumulamos al perder es “culpa”, esta es un factor determinante a la hora de calcular ciertos ataques y vamos a poder especular con ello, en especial, en la última parte de la aventura. También veremos reducirse el medidor máximo de fervor (puntos de magia) con cada muerte, pero puede recuperarse parcialmente al encontrar el “alma” de nuestro protagonista que queda justo en el lugar en el que nos derrotaron. Para vaciar el medidor de culpa, deberemos acceder al sacramento de la confesión en un confesionario ubicado en la ciudad principal que hace las veces de base.

El Penitente ha despertado. En Blasphemous 2, la historia se reanuda donde terminó el DLC Wounds of Eventide, donde The Heart in the Sky anunció el regreso de The Miracle y predijo el nacimiento de un nuevo niño milagro.

Además de los puntos de martirio y los árboles de habilidades de las armas, El Penitente cuenta con su fiel rosario y una estantería de estatuillas de madera para equipar mejoras pasivas. El primero nos permite anudar cuentas con todo tipo de defensas especiales y bonus de experiencia, dinero y puntos de martirio. La segunda está relacionado con la narrativa principal y uno de los primeros NPC que nos cruzamos, un escultor ciego a quien El Milagro le dio la misión de tallar la imagen de cierta “mujer especial”. A medida que le conseguimos herramientas o le llevamos recuerdos, nos irá regalando estatuillas talladas con mejoras pasivas combinables. Podemos llevar hasta ocho (suponiendo que desbloqueamos todos los espacios) y según como los equipemos habrá bonificaciones extra, descubrirlas queda en nuestras manos.

El enfoque en la exploración no sería nada si Blasphemous 2 no tuviera un mapeado a la altura de las circunstancias. Por suerte, The Game Kitchen le dio rienda suelta a la imaginación y nos trae uno de los mejores mapas del género. Con zonas bien diferenciadas e interconectadas, repletas de niveles y un diseño que no teme a la verticalidad. Ascensores, paredes secretas, puertas especiales que requieren un mini puzle propio para abrirlas y cientos de secretos solo accesibles con ciertas habilidades de desplazamiento. Como todo buen metroidvania, contamos con un mapa detallado que se va dibujando a medida que lo recorremos. Nos muestra los límites de las paredes, si una es visiblemente atravesable, y hasta nos permite colocar marcadores en los lugares temporalmente inaccesibles para volver más adelante.

Blasphemous 2 ofrece nuevas formas de jugar, con la posibilidad de personalizar y mejorar tu conjunto de habilidades básicas, junto con varias armas únicas nuevas para desatar ataques devastadores contra los enemigos.

Blasphemous 2 es un juego de exploración y acción. Es una aventura que requiere que seamos observadores, que prestemos atención a los diálogos y que estemos siempre atentos. Si no cumplimos, podemos pasar por alto alguno de sus tantos secretos y misiones secundarias, todas nos otorgan mejoras importantísimas: desde más viales curativos o maximizar nuestro HP, pasando por mejoras al medidor de fervor, hasta eventos exclusivos que se desatan como parte de estas líneas narrativas opcionales. Todo apunta a que consigamos otro final al terminar el juego, pero es algo que vamos a ir descubriendo con el paso del tiempo luego del lanzamiento mundial.

The Game Kitchen mantiene un nivel artístico altísimo y se nota a cada paso la atención a los detalles, en los escenarios, los enemigos, los NPC y por supuesto en los jefes. La inspiración en el arte y folklore español vuelve a decir presente, en especial cuando conocemos a los NPC principales, con algunos personajes recurrentes y otros tan o más memorables. Los escenarios son devastadoramente hermosos, cada criatura deformada por El Milagro está cuidadosamente animada y las batallas contra los jefes son sencillamente bestiales. El Penitente se siente más liviano y se mueve mejor, tiene más herramientas de movilidad y eso vale oro a la hora de enfrentar los desafíos más complicados.

En Blasphemous 2 te espera un mundo completamente nuevo, repleto de misteriosos PNJ con los que interactuar.

El resto del paquete es igual de bueno. La música es deliciosa, acompañando cada situación y generando un ambiente propicio en cada sector del mapa. El doblaje en español, esta vez incluído desde el lanzamiento, es de calidad aunque las voces en inglés lo superan con creces. Hacia el final de la aventura se irán habilitando mejoras de calidad de vida, como acceso al altar de estatuillas o teletransportarnos entre checkpoints que facilitan revisitar zonas para completar las actividades secundarias. También podemos comprar, en cierto vendedor oculto, un accesorio para descubrir paredes falsas ¡The Game Kitchen parece haber pensado en todo!

Blasphemous 2 es un juego maravilloso que pertenece al selecto grupo que conforma la élite de los metroidvanias en 2D. The Game Kitchen estuvo a la altura del desafío y superó al espectacular primer título, con una propuesta pulida que ofrece controles precisos y un desafío más balanceado, sin dejar de lado todo lo que hizo bien el primer juego. Desde la música, pasando por la historia, el diseño de personajes, los puzles y la exploración, todo está cuidado con recelo y el producto final es sobresaliente.

9
El arte de la penitenciaBlasphemous 2 es un metroidvania de pura cepa, con énfasis en la exploración y que supera a su antecesor sin dejar de lado todo lo que lo hacía único. Es divertido, desafiante, espectacular y está mejor balanceado.
Revisado en PlayStation 5
Plataformas:
PlayStation 5Xbox Series SXbos Series XNintendo SwitchPC

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