La nueva era de DC con Peter Safran y James Gunn al frente, tiene la difícil tarea no sólo de triunfar donde fallaron Black Adam, Shazam: la Furia de los Dioses y The Flash, sino también de revivir un poco el ultra saturado cine de superhéroes. Así como Marvel Studios se permitió sentar las bases de su universo cinematográfico con personajes que no eran necesariamente los más populares en papel, las próximas producciones de la compañía buscan enfocarse en héroes poco explorados, pero con mucho potencial. Blue Beetle, la película protagonizada por Xolo Maridueña, es una de ellas.
Concebida originalmente antes de que Gunn y Safran tomaran las riendas de DC, Blue Beetle pasó de ser la película de un personaje poco conocido pensada para un lanzamiento por la plataforma de HBO Max, a la producción en la que el estudio le depositó su confianza para esta nueva etapa y con un estreno en cines. El director Ángel Manuel Soto se pone por primera vez al frente de una película de superhéroes que cuenta con el debut cinematográfico de Maridueña, luego saltar a la fama interpretando a Miguel Díaz en Cobra Kai.
Blue Beetle tiene como protagonista a Jaime Reyes, un joven de ascendencia mexicana recién graduado de la universidad que regresa a casa lleno de aspiraciones, listo para iniciar su futuro, pero que se ve abrumado por una catarata de problemas que aquejan a su familia. A pocas horas de su retorno, se entera de que están a punto de ser desalojados, perdieron el negocio familiar y su papá se está recuperando de haber sufrido un infarto.
Mientras Jaime cuestiona su propósito en la vida y busca un trabajo para aportar en casa, una seguidilla de casualidades lo lleva a cruzar su camino con el de Jenny Kord (Bruna Marquezine). Ella es la heredera de una enorme corporación que está librando su propia batalla, ya que está en contra de que su tía, Victoria Kord (Susan Sarandon), siga usando la empresa familiar para desarrollar armamento militar basado en un particular artefacto con forma de escarabajo.
Jenny decide finalmente robar el dispositivo y se lo da a Jaime para que lo guarde, haciéndole prometer que no por ningún motivo lo tocará. Claramente el joven protagonista hace lo opuesto y, en una de las escenas mejores logradas a nivel comedia, se calza accidentalmente el traje y se convierte en el superhéroe Blue Beetle.
Desde ahí inicia el viaje del protagonista, no sólo por salvarse de la persecución de Victoria Kord y su secuaz Carapax, sino por recuperar su vida normal lejos del escarabajo Khaji-Da (con la voz de Becky G) y el exotraje, que tiene como único propósito proteger a su host a cualquier costo, metiéndolo así en muchos problemas.
Durante un poco más de dos horas acompañamos a Jaime en un agradable y, sobre todo, refrescante viaje de autodescubrimiento con la familia y su latinidad como foco central. Lejos de las grandilocuencias de otras entregas en donde el héroe debe salvar a la humanidad, Blue Beetle presenta la simple historia de un chico que -como todos- busca su propósito y lugar en un mundo enorme y abrumador. Este auto reflejo que se genera, hace que incluso sea mucho más fácil empatizar con él y su proceso, ya que todos hemos estado -o aún estamos- ahí.
Por su parte, la familia no sólo aparece al inicio para traerle problemas y preocupaciones a Jaime, sino que representan una pieza fundamental en su identidad y lo acompañan a lo largo de todo su viaje, física y emocionalmente. Además, cada uno cumple un rol diferente para él: el papá es claramente su guía, la hermana un reto constante, el tío un apoyo, la mamá su refugio y la abuela una motivación, por lo que terminan con casi tanto protagonismo como él.
Con mucho corazón, la cinta del puertorriqueño Ángel Manuel Soto, se destaca por ser una oda a nuestra cultura, en donde ser latino no es un recurso, sino parte fundamental de la historia. Que Jaime sea el primero de su familia en tener un título universitario representa las dificultades de las familias migrantes de bajos recursos. Que viva toda la familia bajo un mismo techo, con la abuela y el tío incluidos, también evidencia esto, así como lo hace el hecho de que la zona de Edge Keys se vaya reduciendo porque los ricos se van apropiando del espacio.
Blue Beetle cuenta con dos grandes aciertos que le sirven como diferenciador. El primero es la ruptura de los clásicos estereotipos alrededor de los latinos, que se fue formando por años en Hollywood y que muchos actores siguen trabajando por cambiar. Aquí, finalmente el latino no es el villano, no es aquel tipo ignorante, de mal aspecto que habla con un acento raro y no dice más de dos palabras en español. En este caso se trata del héroe, que además es un chico de buen aspecto, buen corazón, con una carrera universitaria y que maneja un spanglish con un acento muy natural durante toda la cinta. Jaime Reyes es un tipo real y no un estereotipo.
El segundo acierto es el excelente balance entre el drama y la comedia. Una comedia inteligente y no burda, como estamos acostumbrados. No se trata de reírse de la cultura, sino que la cultura está tan impregnada en todos los aspectos de la película que la vemos, la identificamos y eso es precisamente lo que nos causa gracia. Pero si bien las risas acompañan toda la cinta, es en las pausas al final de aquellos chistes en donde el mensaje golpea al espectador de lleno y lo invita a la reflexión sobre las temáticas que se abordan.
Por otro lado, a pesar de estar enfocada en una familia mexicana, las referencias son bastante amplias y fuertes como para que todos podamos entenderlas. Menciones a la icónica novela de Thalia, María la del Barrio, la aparición de El Chapulín Colorado, el uso de música icónica como Atrévete-te-te de Calle 13, un tema de Gustavo Cerati y más, hacen que haya un poquito para todos, y que Latinoamérica se sienta representada en su totalidad.
Si hay algo que podríamos criticarle, es que la profundidad de la historia -todo el universo alrededor y su mitología- se pierde un poco. Se menciona muy por encima a Dan Garret y de Ted Kord se sabe que era un científico que nunca pudo desbloquear el dispositivo y creó su propia versión de Blue Beetle, pero no se dice nada más de su conexión con el escarabajo. Por otro lado, si bien se deja explícito que se trata de un aparto alienígena, no se conoce nada sobre cómo llegó el escarabajo a la tierra ni por qué Kord lo tenía -menos aún por qué lo ocultó ni cómo-, pero todos estos son detalles que, según pinta la historia, se revelarán con las siguientes apariciones del superhéroe.
En una época en donde el cine de superhéroes ha sufrido un severo desgaste, Blue Beetle llega para demostrar que también pueden ser divertidos, ligeros, pero sin ser burdos o vacíos. La búsqueda de uno mismo, el amor familiar y el sentimiento de pertenecer, son los pilares de la historia que le dan todo el corazón que necesita para posicionarse como lo mejor que se ha visto de DC en mucho tiempo. El carisma y fragilidad de Xolo Maridueña lo consagran como protagonista y junto al talentosísimo elenco que lo acompaña (George Lopez, Belissa Escobedo, Damián Alcázar, Adriana Barraza y Elpidia Carrillo), crean una dinámica perfecta.
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