REVIEW | Remnant 2: la misma formula, potenciada y mejorada, con un gameplay increíblemente adictivo

Remnant 2 es el ejemplo perfecto de construir sobre algo ya establecido para mejorarlo. La idea es la misma de la que ya vimos en la primera entrega, no trae, literalmente, ningún concepto nuevo. Todo lo que Remnant 2 pone sobre la mesa son conceptos que en el primer juego ya estaban incluidos. El diferencial, sin embargo, es que cada uno de estos conceptos se encuentran muchísimo más pulidos respecto a Remnant: From the Ashes.

Aquel primer título, sigue el ritmo tradicional de un juego de este género. Comenzamos con un personaje, eligiendo la clase entre tres que resultan bastante genéricas, que no cambian tanto entre sí, y vamos por los diferentes “niveles” matando enemigos. Cada cierto tiempo, llegaremos a algún jefe o a algún evento especial, que nos dará alguna recompensa significante que puede cambiar la construcción que hayamos hecho sobre nuestro personaje. Mejoraremos nuestro equipo, nuestras armas, desbloqueamos algún “mod” nuevo (efectos especiales activos que podemos ponerle a nuestras armas) y volvemos donde habíamos terminado, continuando con el mismo ciclo.

No parece muy original como propuesta y, para ser sinceros, no lo es. Sobre todo, teniendo en cuenta la inmensidad del proyecto y las posibilidades que eso permite. Pero la mezcla entre dificultad y armas disponibles funciona bastante bien. Y, mejor aún, muchos de los ataques de los enemigos son muy semejantes a lo que hace que los encuentros de Dark Souls sean tan memorables. Con una música increíble y un aspecto visual muy cuidado, se trataba de un muy buen exponente para el 2019.

Aún así, no logró salir del nicho. No fue un fracaso ni mucho menos, pero no logró sobresalir por sobre otros juegos de aquel año, ni siquiera por sobre otros juegos del mismo género. De esta forma, Remnant 2 utiliza la misma fórmula y no se avergüenza de ello. Pero recurren a un formato ya conocido: utiliza todo lo que el primero ya tenía, pero lo perfecciona en su totalidad.

Remnant 2 debe ser uno de los mejores ejemplos de cómo mejorar algo ya impuesto, partiendo de una base completamente sólida. El sistema de clases, que antes era genérico y no tenía tantas diferencias entre sí, ahora nos da cinco clases para elegir desde que comenzamos nuestra aventura. Cada una resulta completamente distinta a las demás, no solo con habilidades específicas (tanto pasivas como activas) sino con personalidades o estilos de juego que se complementan entre sí. La clase que se dedica a curar aliados realmente se dedica a curar aliados, podemos confiar por completo en sus habilidades. Otra clase, por ejemplo, funciona alrededor de una mascota, focalizada en ella; y otra, lo único que quiere es estar cerca de los enemigos, priorizando el combate cuerpo a cuerpo.

El diseño de niveles es otro de los puntos que fue mejorado y que es notable la diferencia. Una impronta muy particular de la saga Remnant, es que casi todo el contenido tiene distintas variantes. Es decir: siempre vamos a pasar por un mundo A (por ejemplo, una jungla), pero las zonas con las que vamos a encontrarnos en dicho mundo son elegidas aleatoriamente mediante una gama de opciones bastante amplia, al comenzar nuestra historia. Las recompensas que conseguiremos, tanto por los jefes como por explorar estas zonas, también van a variar, como es de esperar.

Esto impone dos certezas. Primero, que la experiencia que uno pueda tener sobre el juego, seguramente sea muy distinta a la que pueda tener otro jugador. Por consecuencia, si volvemos a comenzar una partida nueva, probablemente tengamos una experiencia diferente, con muchas cosas, elementos o personajes, que van a cambiar. Cada zona, incluso, tiene más de una historia principal.

En dos partidas distintas de la Jungla, por ejemplo, la historia principal puede ser completamente diferente. Esto termina siendo un detalle muy positivo si se mantiene un equilibrio entre todas las narrativas. En la primera entrega de Remnant, algunas zonas parecían tener una peor calidad argumental que otras, ya que los diferentes elementos que terminaban siendo parte de la historia, no tenían el balance necesario. Lo mismo ocurre con los jefes, lo cual es un problema no menor.

Esto, sobre todo, se notaba en la primera zona del primer juego, que era extremadamente genérica y los enemigos eran bastante básicos también. En Remnant 2, esto no es así. Todas las zonas, los enemigos, e incluso los jefes, tienen un nivel muy elevado. La música nunca deja de ser increíble y, sobre todo, los enfrentamientos con los jefes son, realmente, de lo mejor que he visto en el género. A nivel sonoro, como ya dije, y visualmente hablando, el juego es muy destacable. Desgraciadamente, en PC tiene algunos problemas de rendimiento que están, al día de hoy, tratando de solucionar con próximas actualizaciones..

La dificultad es bastante elevada, aunque a diferencia de muchos juegos de este género, nos permite elegir otro tipo de dificultad que no sea la que viene predeterminada. Por lo general, la progresión está bastante bien equilibrada y no hay momentos que sean mucho más fáciles o difíciles que otros, sino que se siente una progresión constante y pareja. Dicho esto, el jefe final debe ser uno de los conceptos más ingeniosos a nivel combate, pero puede llegar a ser un poco caótico y la dificultad se eleva muchísimo de golpe. En mi opinión, no es algo negativo realmente, pero entiendo que a ciertas personas esa diferencia repentina en cuanto a salto de dificultad, les puede generar un impacto negativo.

La comunidad multijugador está muy activa, y es algo digno de destacar. Vale también recordar, que incluso Remnant: From the Ashes tiene una comunidad muy activa y, como podrán recordar, es un juego que data de 2019. Esto es, en gran parte, por la inmensa rejugabilidad, así que, si te gusta ese tipo de contenido y este formato de juego, Remnant 2 va a llenar esos aspectos vacíos que muchos juegos, últimamente, olvidan.

El único punto negativo real de este título es la historia. Teniendo la posibilidad de tener una convergencia única, que acompañe emocionalmente los distintos momentos épicos del juego, termina siendo genérica en sus mejores momentos e inexistente en los más bajos. Algunas de las historias de cada mundo están por arriba de la media, pero nunca va a ser el punto fuerte del juego porque la vara que maneja en este aspecto es bastante baja. No hay personajes secundarios importantes, que valga la pena desarrollar. No hay sucesos que se destaquen o que puedan generar una particularidad propia que produzca algún interés real en lo que se está narrando.

En definitiva, Remnant 2 es una versión expandida de su primera parte, pero potenciada, con cada elemento que ya conocíamos, mejorado. El gameplay es increíble y su nivel de rejugabilidad es inmenso. Si sos de aquellos jugadores que siente que la historia es un punto indispensable en los juegos, quizás te decepciones, pero si optas por jugarlo por el entretenimiento ciego que genera su dinámica y sus batallas, estás de suerte. Dicho eso, no trae nada nuevo a la mesa. Pero lo que trae, lo trae con un nivel muy pulido y maximizado.

8

Gameplay adictivoRemnant 2 recurre a un formato ya conocido: utiliza todo lo que la primera entrega ya tenía, pero lo perfecciona en su totalidad.

Revisado en PC

Plataformas:

Xbos Series XPlayStation 5PCXbox Series S

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