Hasta hace unos pocos meses, Pikmin 4 era un fantasma para los seguidores de Nintendo. La franquicia de estos carismáticos personajes siempre fue un nicho de críticas positivas entre sus usuarios, pero sus títulos siempre cayeron en los fracasos comerciales históricos de la Gran N: Nintendo GameCube y Nintendo Wii U.
Sin embargo, hace ocho años ya que el mismísimo Miyamoto anunció que Pikmin 4 estaba en etapas avanzadas de su desarrollo, lo que generó una larga espera entre los fanáticos. Finalmente, la secuela llegó a Nintendo Switch y nos trae una de las más completas y revolucionarias entregas en lo que es esta franquicia de Nintendo.
Pikmin es, por definición, un juego de estrategia en tiempo real. Aunque su modalidad es bastante original y poco tiene que ver con lo que usualmente nos imaginamos cuando nos referimos a ese género, yo prefiero decirle el “videojuego multitasking”. Las tres entregas anteriores de Pikmin son bastante diferentes entre sí y Pikmin 4 vuelve a traer innovación a la franquicia pero sumando los mejores conceptos de sus predecesores.
La jugabilidad es la de siempre: tenemos que comandar a una legión de Pikmins que están bajo nuestras órdenes para hacer diferentes acciones como rescatar objetos, vencer a los enemigos, abrir puertas o transportar objetos. Cada Pikmin tiene un color y eso significa que cuenta con diferentes habilidades. Por ejemplo, el rojo es inmune al fuego, el amarillo a la electricidad y el azul puede nadar mientras que los otros se ahogan.
Pikmin 4 tiene la mayor y la más amplia variedad de Pikmin hasta el momento, sumando a los luminosos y a los gélidos. Estos últimos permiten congelar tanto a diferentes partes del entorno como a nuestros enemigos para hacer más fácil su derrota.
Como en todas las entregas de esta saga, nos encontramos ante la misión de un rescate. Empezamos con una linda secuencia, muy en el tono de esa memorable escena animada estilo cuento de hadas de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte. Así es como el clásico protagonista Olimar nos pone en contexto sobre quién es él y cómo es el mundo que lo rodea. Frente a un choque con su nave espacial, le pide ayuda a la brigada espacial. Pero, al intentar el rescate, esa brigada también choca de la misma manera y termina pidiéndonos ayuda a nosotros como jugadores para que vayamos a rescatarlos a todos.
Es la primera vez en Pikmin que podemos personalizar a nuestro personaje y llevarlo con nuestro nombre, lo que hace que la experiencia sea mucho más cercana a lo que eran los episodios anteriores. La experiencia se divide entre misiones principales en las que podemos elegir en qué orden realizarlas y encargos que ofician de misiones secundarias para obtener objetos y recompensas. El juego te da tanta libertad que, por momentos, parece zonas de mundo abierto donde la exploración es más importante que nunca. En ese aspecto, Pikmin termina siendo una propuesta consecuente con el éxito de The Legend of Zelda: Breath of the Wild (2017), pero mucho más cercana a Pokémon Legends Arceus (2021).
Anclado en el concepto que mencioné de hacer varias tareas a la vez, Pikmin esta vez nos trae el concepto de Dandori. En este punto, Pikmin 4 se vuelve una lección de filosofía de vida japonesa donde intentan enseñarnos “el arte de planear las cosas con antelación y actuar eficientemente”. Es una enseñanza sobre cómo abordar las diferentes problemáticas que nos trae la vida diaria, recompensando al jugador en consecuencia a cuántas cosas puedas hacer al mismo tiempo y con qué eficacia las realices.
En esta entrega, Dandori incluso obtiene un nuevo modo de juego llamado Batallas Dandori, donde tendremos un desafío por tiempo que usualmente termina siendo una guerra de Pikmins contra el villano de esta entrega, el frondoso. En este modo, tendremos que utilizar a un número de criaturas para realizar el mejor trabajo en el menor tiempo posible y ganarle a nuestro rival.
Si bien me parece que este modo está muy pulido y le da un gran respiro de aire fresco al modo historia, su modo especializado ofrece pocas opciones y Nintendo da la posibilidad de generar un gran competitivo de Pikmins para hacer una experiencia mucho más completa. Ojalá se profundice la próxima, porque verdaderamente es una oportunidad desperdiciada.
La gran diferencia con el resto de los videojuegos la marca uno de los nuevos personajes de esta historia: Ochin, una especie de perro que nos acompañará en toda nuestra aventura y que, a su vez, oficia de segundo personaje permitiéndonos alternar para hacer más cosas al mismo tiempo y dando la posibilidad de que haya dos jugadores simultáneamente.
A su vez, Ochin es la mejor herramienta para ampliar la experiencia de juego hacia nuevos jugadores. Los Pikmin que no son azules no pueden nadar, pero pueden viajar al lomo de Ochin. Hay enemigos difíciles de vencer, pero Ochin es más fuerte que los Pikmins; incluso él mismo puede cargar objetos más pesados. Ochin no es solo un personaje carismático que seguramente venderá miles de peluches, sino que también es una mecánica en sí mismo que permite que Pikmin 4 se juegue de la forma que vos quieras, ideal para generar esa accesibilidad necesaria para todo el recorrido.
El ritmo del juego es un poco pausado y contraproducente, aunque entiendo que así sea justamente por la dualidad de ser un título para toda la familia y buscar ser una opción fresca para nuevos usuarios. Más allá de las áreas que debemos explorar, vuelve una de las mecánicas que más odié de Pikmin 2 y son las cuevas. Por fortuna, están mucho mejor desarrolladas esta vez y cada una presenta puzles divertidos que alimentan el loop del videojuego y, sobre todo en la primera mitad de la experiencia, lo hacen sumamente adictivo.
Uno de los principales atractivos de esta propuesta es el que otorga la utilización de los Pikmins luminosos: el poder estar presente en la noche. La noche fue difícil para la franquicia Pikmin y hasta esta entrega, no se podía disfrutar. El apartado nocturno siempre fue el cuco que te presentan para mostrarte que, si dejas a tus Pikmins perdidos, por la noche los monstruos se volverán feroces y los asesinarán. Sí, así de duro.
En esta ocasión tenemos la posibilidad de disfrutar de expediciones nocturnas y, si bien es muy diferente a lo que esperaba, me parece una gran decisión. No se pueden recorrer normalmente sino que tienen una jugabilidad mucho más parecida a un tower defense. Tendremos que esperar a que una torre desprenda un néctar que solo se fabrica durante la noche, pero todos los enemigos quieren comérselo. Por lo tanto, deberemos cuidarlo hasta que sea el amanecer y podamos llevarnos el líquido sano y salvo.
El desafío va aumentando y la noche otorga una curva de dificultad al juego que, junto a las batallas Dandori, le dan un gusto especial a este videojuego. Es el título de la franquicia con más y mejor contenido, teniendo un post game muy elaborado que funciona como un segundo modo historia y un montón de misiones secundarias y tesoros a rescatar si te gusta completar los videojuegos al 100%. Casi todos los juegos anteriores se pueden completar de manera minuciosa en menos de diez horas mientras que para tener el contenido completo de Pikmin 4 vas a tener que gastar unas cuarenta.
Audiovisualmente es muy hermoso todo lo que podemos encontrar y da gusto recorrer los distintos biomas que se encuentran en nuestro camino. Sin embargo, hay un filtro bastante borroso en el título y tenemos los clásicos problemas que vienen afectando a casi todos los exclusivos de Nintendo Switch: popping y caída de frames. Ya se está haciendo costumbre, y es raro para los estándares de calidad de Nintendo. Veremos si habrá parches de nueva generación con el lanzamiento de la próxima consola que lo solucione. Aunque no es para nada algo que afecte a la experiencia, sí algo llamativo para cualquier usuario que le preste atención a la calidad visual.
Pikmin 4 es el título más completo de una franquicia que siempre intentó revolucionar al mundo Nintendo. Tiene los mejores conceptos de los tres títulos anteriores enmarcados en una experiencia que está perfectamente planificada para nuevos usuarios, pero que es igual de disfrutable para quienes lo esperaban. Es una secuela pero al mismo tiempo un reboot. Y para mí, no solo es la experiencia definitiva Pikmin sino que, con el tiempo, será otra de las joyas del catálogo de Nintendo Switch que hay que jugar si tienes la consola.
Pikmin 4 salió el 21 de Julio de manera exclusiva para Nintendo Switch. La campaña principal me llevó unas 14 horas.
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