De la mano de Ubisoft Ivory Tower llega una nueva entrega de franquicia de The Crew, pero en este caso la saga pega un volantazo para sumarse a la carrera de los simuladores de conducción dónde prevalece una experiencia relajada para disfrutar del entorno y una competitividad moderada. Es innegable que Forza Horizon ha marcado un estandarte en este género y muchos quieren ir por este camino; en el caso de The Crew Motorfest se ve una inspiración notable por el mencionado título, pero sin perder su identidad como franquicia.
Con una fecha de lanzamiento confirmada para el 14 de septiembre, durante el fin de semana estuvo disponible para algunos pocos una beta cerrada y tratamos de aprovechar a fondo esta oportunidad para conocer que tiene para ofrecernos The Crew Motorfest.
La premisa del juego comienza situándonos en la isla de Oahu, parte de Hawaii, para el festival más grande de coches que durará todo el año y en el cual podremos participar de diversos eventos a la vez que conducimos por tierra, mar y aire con increíbles paisajes de fondo. Después de sentir un poco de envidia hacia un par de píxeles, el juego comienza con un tutorial que nos va narrando los distintos formatos de juego a la vez que los probamos durante unos minutos. Una vez que termina, nos deja explorar el mapa.
Es el primer juego de The Crew en situarse por fuera del territorio continental de Estados Unidos como excusa para mostrar un entorno con paisajes bellísimos y muy bien replicados, a la vez que limita el campo de juego en un territorio menor para poder aprovechar las libertades de un mundo abierto sin excederse en su expansión. Desde Ubisoft, tal vez escucharon las quejas respecto a sus títulos anteriores y lo inconexo de los tiempos para atravesar ciudades norteamericanas. La escala de esta isla está reducida, pero funciona muy bien para sentir que tiene mucho por ofrecer sin abrumarnos demasiado. El mundo en general y los distintos escenarios son un gran punto a favor para este título y lo que aporta a la experiencia general, caso contrario a lo que ocurrió con Need For Speed Unbound que quedó corto en lo que podía ofrecer desde lo visual.
The Crew Motorfest nos brinda un formato de juego de mundo abierto donde vamos a recorrer la isla y elegir qué “playlist” queremos jugar. Estas listas temáticas nos van a ofrecer diferentes desafíos acorde a distintos tipos de conducción. Por los tiempos de la beta y la cantidad de tiempo que lleva probar cada variable del juego, solo pude enfocarme en coches, pero también podremos usar lanchas o avionetas cuando el juego nos lo permita. Para darles un ejemplo, de las más notorias y dónde más tiempo me sumergí fue la playlist Made In Japan, con la idea de acercarnos las carreras a toda velocidad en las calles de Japón con autos más dinámicos y, por supuesto, con el nitro a nuestra disposición.
El primero de estos desafíos que sirven a modo historia llevarán a nuestro avatar a participar de una carrera nocturna en las cercanías de un templo japonés de curvas pronunciadas, donde aprenderemos a usar el derrape como otro emblema de este tipo de desafíos. Los circuitos brillan en su diseño, buena iluminación, y explotan muy bien el entorno acorde a la temática de cada playlist. Desde la entrega de 2018 a la actual, se siente esa mejora sustancial en los gráficos y una clara dirección en apuntar a un mayor realismo.
Si queremos ir por otros modos de juego que aprovechen las virtudes de la isla, podremos optar por el Hawaii Scenic Tour, de mayor exploración y con una impronta más relajada en carreras por fuera de un circuito y con el terreno como nuestro principal desafío. Algo extra es la incorporación del Rewind, una mecánica en la que podemos volver el tiempo atrás unos segundos en caso de cometer algún error en las carreras, choque o perder un checkpoint que son necesarios para completar con éxito los desafíos. Está implementación le suma mucho a la dinámica arcade que tiene The Crew Motorfest y, a mi parecer, puede ser su mayor atractivo. No busca ser un simulador de carreras con excesiva precisión sino más bien brindar experiencias diferenciadas entre sí para cada tipo de jugador y, sobre todo, explotar a los fans de los automóviles con una oferta de 600 coches a disposición. Es, sin dudas, un juego que exprime la diversión y no explota la frustración.
El manejo de los autos varía dependiendo si es un vintage, un Lamborghini o un Toyota. Todos tienen sus diferencias para poder masterizar y sacar el mejor provecho en cada competición, pero todos se sienten dinámicos y rápidos. Lo que uno busca en este tipo de juegos, está. Pero tal vez la mayor problemática que me encontré fue el tema de la dificultad de la IA. Mientras exploramos cada zona de cada playlist, tenemos distintos eventos que ocurren en el mapa para que participemos y estos, a su vez, tienen recompensas para que podamos comprar partes customizables para los coches y demases. Dichas recompensas van a variar acordé a la dificultad con la que juguemos, que será modificable en cinco niveles.
La gran diferencia que encontré entre la mayor y la mínima dificultad fue, básicamente, que se sentía que los autos contrincantes eran más rápidos que el mío. Aunque el desempeño personal fuera óptimo, no podía alcanzarlos en la máxima y la distancia que sacaban de mi coche era abismal. Creo que esto implica que la customización de los coches será más que importante y no solo el aprender a jugar. Esta parte fue un tanto negativa en mi experiencia porque implica dedicarle muchas más horas de juego a generar victorias por dinero para, consecuentemente, obtener mejoras, y no en el desafío de aprender a mejorar paulatinamente la conducción. Pero, de nuevo, es esperable que este sea el enfoque, guste o no, considerando el fuerte componente arcade del título.
La performance en PlayStation 5 fue óptima aunque tuve algunos tirones de FPS en zonas muy específicas, tal vez referido a la carga de ciertos assets. Otra opción de juego son los modos en vivo, que algunos van variando por tiempo limitado. Habrá distintos tipos de carreras y un show de customización de autos donde podremos entrar con nuestro avatar para votar nuestro diseño favorito. Uno de mis preferidos para apagar la cabeza un rato fue el Demolition Royale, donde 32 jugadores nos dividimos en equipos de 8 para, básicamente, chocar entre sí y destruir nuestros coches mientras recolectamos mejoras que caían sobre el mapa. Una modalidad simple, emulando un Battle Royale clásico con una zona que se iba achicando y habilidades especiales ideal para jugar con amigos un rato pero un poco agotable a la quinta partida.
Quedaron algunas cosas sin probar debido a los tiempos, o la falta de dinero para adquirir mejoras para los coches así como desbloquear modos de juego que llevaban mucho tiempo. Se podrá jugar en solitario o con un equipo (The Crew) de hasta 4 personas para afrontar los desafíos de la isla de Oahu.
The Crew Motorfest sorprende para bien y se posiciona cerca de Forza Horizon 5, pero con una experiencia más arcade dónde la sensación de desafío quedó un poco desdibujada. Ideal para los fanáticos de los coches por la inmensa oferta de marcas y modelos, pero es cierto que las similitudes con lo que pueden ofrecer en el género de carreras títulos como el gigante de Forza, le complica el paso en las pistas a The Crew. El mundo abierto tiene un diseño bueno y a nivel visual brilla. La sensación general del juego es positiva pero genera un poco de dudas de cuán agotable puede ser la fórmula. Esperaremos a su lanzamiento en septiembre para retomar en profundidad la experiencia.
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