Marvel ‘s Spider-Man y el stand alone Miles Morales de Insomniac vendieron un total de más de treinta y tres millones de unidades a mayo de 2022. Su éxito arrasador se debió a contar una historia original utilizando elementos de los cómics y otras adaptaciones. Con un gameplay divertido con mecánicas adictivas, personajes bien caracterizados y profundos y momentos emocionales bien logrados, Marvel ‘s Spider-Man se convirtió en el modelo a seguir para adaptaciones de IPs populares del cine y tv a videojuegos.
Sin embargo, desde 2016 a 2023 hubo algunos tropezones. Marvel ‘s Avengers de Square Enix fracasó, demostrando una vez más que no es suficiente el nombre de una IP popular, sin importar qué tan grande sea, para lograr que un juego sea exitoso. Fue especialmente criticado en sus elementos como juego, como servicio y decepcionante en ventas.
Disney tiene una curiosidad: triunfa en todas las industrias del entretenimiento, excepto en los videojuegos y no por falta de esfuerzo. Bob Iger, CEO de Disney, en 2019 reconoció frente a accionistas que a pesar de haberlo intentado en repetidas ocasiones, no son buenos publicando juegos, aunque sí concediendo licencias a otros estudios para desarrollar videojuegos.
Siendo poseedor de uno de los catálogos de propiedades intelectuales más grandes y variados del entretenimiento, es desconcertante que el éxito en el rubro de los videojuegos le sea tan esquivo, pero mirando más de cerca los cuarenta y dos años que pasaron desde Mickey Mouse, el primer juego con un personaje de Disney desarrollado por Nintendo para la consola Game & Watch, las razones se vuelven más claras.
Los inicios de Disney en el rubro se dieron en 1981 concediendo la licencia de sus personajes a estudios de videojuegos como Nintendo y Atari. Sin embargo, en 1988 decidió fundar su propio estudio, Walt Disney Computer Software, con la idea de desarrollar y publicar juegos in house.
Estos juegos no fueron exitosos en parte por una falta de comprensión de las diferencias entre producción de películas y de videojuegos, y como resultado WDCS se enfocó en otorgar licencias y financiación para esos proyectos. El plan era comisionar a diferentes estudios el desarrollo de juegos basados en sus encantadores y populares personajes, como un agregado de sus respectivas películas y enfocados en reproducir sus historias.
Así, la calidad de muchas de estas entregas dejó mucho que desear al tratarse de juegos genéricos con la única particularidad de ser protagonizados por personajes de Disney. Algunos pocos juegos de la época fueron buenos y encontraron el éxito, como Castle of Illusion de Sega y Chip ‘n Dale Rescue Rangers de Capcom, ambos de 1990, desarrollados por estudios reconocidos por la calidad de sus juegos.
Otro de los problemas de atar juegos a películas fue que muchas de estas licencias se otorgaban después del estreno de las respectivas películas. lo que impedía que se beneficiaran del éxito de éstas. Juegos como Aladdin y El Rey León se publicaron un año después del lanzamiento de sus películas y fueron exitosos solo por estar en manos de estudios experimentados en el desarrollo de videojuegos. En el caso de Aladdin, Sega y Capcom o Virgin Interactive para El Rey León. Fueron aclamados por su encantador y detallado arte, sus animaciones y jugabilidad divertida pero no pudieron capitalizar el éxito de sus películas.
En 1994 Walt Disney Computer Software se reorganizó y fue rebautizado como Disney Interactive con la idea de retomar el desarrollo y la publicación in-house. Algunos juegos como Toy Story de 1995 triunfaron, pero dos años más tarde volvieron a enfocarse en licencias con acuerdos para el desarrollo de múltiples juegos con Nintendo y Sony.
El mayor logro en esta época fue el acuerdo con Square (ahora Square Enix) para producir el popular juego de rol de acción Kingdom Hearts. Disney es especialmente estricto con la forma en que sus personajes son utilizados y quería que la colaboración con Square tuviera como protagonistas a personajes de su catálogo. Sin embargo, Tetsuya Nomura, el creador de la serie, puso como condición para trabajar juntos poder crear una historia original propia con un protagonista original, Sora. Los mundos de las películas más populares de Disney servirían como escenario para las aventuras de Sora y algunos personajes icónicos de Disney lo acompañarían.
Con Buena Vista Games en 2003 Disney volvió una vez más a intentar desarrollar juegos propios, focalizándose en el mercado mobile. Pero duró poco: Buena Vista Games fue absorbido dentro de Disney Interactive Studios en 2007, en un nuevo intento por desarrollar y publicar juegos in-house. Este estudio terminó cerrando en 2016, pero antes produjo un éxito: Disney Infinity, desarrollado por Avalanche Studios, en ese momento un estudio interno de Disney Interactive Studios.
Disney Infinity era un sandbox protagonizado por personajes de Disney, Pixar, Marvel y Star Wars que se lanzó junto con figuras de esos mismos personajes que se podrían comprar y utilizar en el juego por medio de un sistema similar a los amiibos de Nintendo. Lamentablemente cuando el mercado de juguetes relacionados a videojuegos cayó, Disney no supo adaptarse y Disney Infinity, uno de los primeros intentos exitosos de crear una franquicia, llegó a su fin.
Las razones del éxito de Kingdom Hearts y Disney Infinity es una de las claves del fracaso de muchos de los juegos de Disney hasta 2016. Para un juego prosperar no alcanza con estar protagonizado por un personaje popular o reproducir una IP exitosa del mundo del cine y la televisión. Deben tener una historia atrapante, una jugabilidad fluida y entretenida, excelente arte e idealmente un gran apartado musical, como en Kingdom Hearts y Disney Infinity. En definitiva, deben ser buenos juegos.
En 2016, el cierre de Disney Interactive Studios se sintió como el fin de Disney en videojuegos. Sin embargo, resultó en una transición a lo que hoy hacen mejor: buscar los mejores estudios del mercado y concederles licencias de sus propiedades más populares, con una diferencia importante: dándole la libertad a estos estudios la posibilidad de crear algo único.
Videojuegos exitosos como Star Wars Jedi: Fallen Order de 2018, con su secuela Jedi: Survivor este año, ambos desarrollados por Respawn Studios, son ejemplos de esta nueva postura. La historia introduce a Cal Kestis, un nuevo personaje como protagonista y también cuenta con una historia original que expande sobre las nociones y el universo de Star Wars.
Marvel y Spider-Man se manejan de forma independiente en cuanto a videojuegos del resto de las propiedades de Disney, pero la receta del éxito fue la misma.
Por otro lado, Marvel ‘s Guardians of the Galaxy también de Square Enix y lanzado en 2021 fue aclamado y galardonado por la calidad de su narrativa, con personajes bien escritos y conflictos identificables e impactantes emocionalmente.
Pareciera que Disney por fin encontró la receta del éxito en la industria de los videojuegos luego de cuarenta años: confiar en estudios AAA, cuidar que los juegos sean fieles al espíritu de sus propiedades, de sus personajes, pero permitir que estos estudios creen sus propias historias. Disney tiene algo que solo Nintendo también tiene: personajes muy queridos por el público mundial e historias que tienen el poder de la nostalgia. Mickey es el único personaje tan reconocido en el mundo como Mario. Tiene todo el potencial para triunfar en el mercado de los videojuegos y con juegos como Avatar de Ubisoft, Indiana Jones de MachineGames, Disney Dreamlight Valley de Gameloft y Disney Illusion Island de Dlala Studios en el horizonte buscarán lograrlo.
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