Tom Cruise es una súper estrella, a fuerza de carisma y grandes blockbusters de acción logró posicionarse en la taquilla como una potencia demoledora. Tanto que la franquicia que lo tiene como protagonista hace siete (si, leyeron bien: siete) películas continúa más viva que nunca. ¿Qué podemos esperar de esta nueva aventura?
Ethan Hunt es el espía perfecto, se encarga del trabajo sucio sin consecuencias para sus empleadores, enfrentó villanos megalómanos en todos los rincones del planeta y logró forjar un equipo de trabajo fiel y efectivo. ¿Y qué queda entonces por enfrentar?
Nuevos tiempos, nuevos desafíos
El film comienza con una secuencia en un submarino, uno capaz de ser indetectable para cualquier aparato electrónico y que en su interior contiene un arma tecnológica que solo puede ser habilitada con una llave electrónica dividida en dos partes. Este elemento será el objetivo que diferentes fuerzas tendrán en pugna en las casi tres horas de duración que tiene la película.
Ethan Hunt, el espía interpretado por Tom Cruise, recibe su misión a través de un empleado de aplicaciones de delivery colocando el foco en los tiempos actuales. ¿Su misión? Si decide aceptarla, claro: encontrar a Ilsa Faust (Rebecca Ferguson) que tiene una de las partes de la llave en cuestión.
Su historia personal con ella lo coloca en una posición incómoda al rescatarla en el medio del desierto. Todo el comienzo recuerda a la primera secuencia de John Wick 4, algo que será un elemento repetitivo en esta séptima parte: MI: Sentencia Mortal - Parte 1 es un compendio de secuencias de películas de acción que ya vimos últimamente. Carece de la sorpresa que tenían las antecesoras. Una vez que el espía definitivo recupera una parte de la llave comienza la real aventura, deberá conseguir la segunda parte y averiguar qué es lo que abre.
Renovación de equipo
Una vez colocados a los jugadores que formarán parte del conflicto (las agencias de inteligencia de USA, un antiguo enemigo de Ethan que tiene en su haber el asesinato de su compañera y una ladrona que no parece entender su lugar en el gran esquema) aparece el verdadero villano de esta nueva iteración: La Entidad.
La Entidad es una inteligencia artificial que se volvió rebelde, aprendió y se separó de sus creadores. ¿Su objetivo final? No queda muy claro, parece querer protegerse a sí misma y seguir aprendiendo sobre los modelos de defensa de todas las potencias del mundo.
La dificultad narrativa de enfrentar a un antagonista capaz de leer millones de escenarios por segundo y que sabe todo lo que algorítmicamente es plausible o no de suceder. Se configura como un problema para los guionistas: si la IA lo sabe todo, intuye todo, se adelanta a todo, ¿cuál es la chance de dar vueltas las posibilidades en favor de nuestro equipo favorito?
Hayley Atwell (Capitán América) se suma como Grace, una ladrona de guante blanco que -sin saberlo- roba una de las partes de la llave y queda involucrada en el medio de la batalla por la humanidad. Será tanto pupila como el interés romántico del protagonista. La poca chispa entre Grace y Hunt complican la posibilidad de empatizar con su crecimiento como pareja de acción, más teniendo en el medio a Ilsa.
Sentimientos vs pensamientos
El agente humano que representa a La Entidad es Gabriel (Esai Morales), responsable por el asesinato de la compañera de Ethan en el pasado, inculpándolo en el proceso -situación que lo llevó a entrar al equipo de Misión: Imposible-. La IA sabe que Hunt es uno de los pocos seres humanos (y sí, es Tom Cruise) capaz de detenerla, así que usa a Gabriel para que los sentimientos se opongan a la razón. Es la eterna lucha entre lo que nos hace humanos y los cálculos binarios de un ser inerte. A pesar de ser conceptos interesantes, no se explotan al máximo intentando colocarlos con fórceps a través de diálogos explicativos.
Cada uno de los pasos que el equipo humanidad realiza es contrastado con ferocidad por el equipo IA; cada posibilidad, pensamiento, accionar… todo forma parte de un algoritmo que La Entidad ya visualizó. Por lo tanto, lo único que queda es la fuerza de voluntad que nos hace humanos.
Acción y reacción
A través de sus anteriores seis películas, la saga de Misión: Imposible visitó prácticamente todo el mundo. Tom Cruise realizó acrobacias impensadas maravillando al público que lo observaba masticando popcorn en la sala.
En tiempos donde grandes sagas de acción como Rápidos y Furiosos y John Wick redoblan sus apuestas y multiplican sus productos (la saga automovilística de Vin Diesel ya tiene once escalones en su haber, mientras que la franquicia de Keanu Reeves lleva cuatro películas más una serie y un spin off por llegar), es necesario sorprender para llamar la atención. Sí, Tom Cruise hace cosas imposibles, pero el regusto no tiene tintes de sorpresa, sino de “ah, esto es bueno… aunque ya lo vi antes”. La escena inicial con caballos en el desierto y armas ya la vimos, la secuencia de persecución con vehículos en Roma ya la vimos, incluso la secuencia en un tren despedazándose la vivimos en juegos como Uncharted. ¿Entonces qué esperamos? Como saberlo, somos simplemente humanos y siempre esperamos más, algo que una IA no podría entender.
Las segundas partes difícilmente son mejores
Luego de casi tres horas todo queda preparado para una segunda parte. El enfrentamiento entre la humanidad y la tecnología va a llegar al final, una suerte de testamento sobre cómo las narrativas nos pueden hacer pensar y discutir sobre lo que nos rodea.
Tom Cruise ama el show business, los grandes espectáculos, el cine en una sala y por ello ofrece este nuevo eslabón también en IMAX.
La pantalla IMAX es gigante, lo que lleva a utilizar cámaras especiales con un formato de gran tamaño; esto complejiza los rodajes y a la vez los vuelve mucho más costosos. Pero todo sea por el espectáculo.
Por esto se generó una suerte de conflicto con Oppenheimer porque ambas películas fueron grabadas para IMAX y Misión: Imposible solo consiguió una semana de disponibilidad en este formato, a la semana siguiente a su estreno todo será de la nueva película de Nolan.
Las escenas de acción, los escenarios y la banda sonora de Misión: Imposible: Sentencia Mortal Parte 1 están al servicio del gran show, pero la dificultad narrativa de enfrentar a un villano omnipotente y la falta de sorpresas en un ecosistema que apuesta en todos los frentes nos hace desear que la segunda parte tenga más potencia… esperemos que la humanidad sobreviva, antes que el mensaje se autodestruya.
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