Considero, quizás de una forma que pocos compartan por una mera cuestión de edad, que los juegos “retro” no son retro para muchos de nosotros. Entiendo el concepto retro como algo viejo, concepto que, indefectiblemente, se puso de moda hace algunos años. Siempre noté una falta lógica en la nostalgia sobre este mote por aquellos que, por cuestiones temporales como ya dije, no vivieron estos juegos en su momento sino que lo hicieron cuando ya habían pasado de moda.
Por eso mismo, digo que el halo de nostalgia se encuentra ausente y que, justamente, quienes disfrutan de los juegos retro como si fuese un género son aquellos que no vivieron esa generación. Y frenemos ahí: con esto no estoy diciendo ni que está bien verlo así ni que está mal, solo estoy exponiendo una realidad cronológica que siento, al menos en mi forma de ver las cosas, que es la posible causante de dicha dicotomía. No estoy haciendo, ni de cerca, un juicio de valor. Para mí, todos estos juegos que hoy llamamos retro y que se consideran como parte de un género, en su momento fueron una realidad presencial, tácita, parte de un estilo de vida. El shooter era un shooter, los beat’em up eran beat’em up y los plataformeros eran plataformeros. Cada juego tenía su propio género y los cabellos blancos de esta barba pueden dar fe de esos memorables tiempos.
Así como expuse todo lo anterior, siempre consideré que vivir las cosas en su momento tiene un gusto muy particular, que te lo genera precisamente un contexto social, tecnológico y psicológico completamente atado al factor tiempo. Me pasó cuando, hace ya varios años, me empezó a interesar el cine de terror de la Hammer. Para quienes no sepan, Hammer Productions (también conocida como Hammer Films) fue una productora inglesa que hizo muchas de las mejores películas de terror en los años cincuenta ,sesenta y setenta. Yo empecé a ver estas películas, aproximadamente, a los quince años y, si bien las disfruté, no pude apreciar su contexto, ya que dicha productora, como dije antes, tuvo su esplendor desde 1955 a 1979. Entonces, ¿pude disfrutar las películas? Claramente sí.
No estoy diciendo que si no vemos o disfrutamos de una obra en su momento, ya luego nada tiene sentido. En aquel entonces, me sirvió para entender mucho mejor el contexto haber escuchado a gente que vivió esa época del cine y la fascinación con la que ellos me hablaban de esas películas no era la misma que podía sentir yo, obviamente por cuestiones de contexto. El cine en aquella época no era el cine que venía consumiendo yo. Muchas veces hablo con generaciones mucho más jóvenes y me cuentan de su primera consola, una PlayStation 2, por ejemplo o de su primer videojuego, quizás el Ico o el Halo: Combat Evolved, lanzados en el 2001. Me es imposible no hacer retrospectiva y pensar en lo que viven las nuevas generaciones respecto a lo que estaba viviendo yo en mi época, a la misma edad. Perspectiva, contexto, retrospectiva.
Pongamos estos dos ejemplos. Mientras ellos disfrutaban el Ico, con su gran narrativa, sus bellos y coloridos gráficos, la inmersión del juego, las mecánicas, las cinemáticas, yo por mi parte estaba mirando un par de pixeles gigantes golpearse entre sí, en lo que se simulaba una pelea de boxeo, con tres colores en pantalla y unas mecánicas completamente reducidas a lo que podía ofrecer un joystick con un solo botón. Y no digo que sea malo, sino distinto. Completamente distinta la percepción de ambas realidades.
Y pensar en todo esto me retrae mucho a lo que estuvimos hablando en esta otra nota sobre los beneficios adicionales de los videojuegos. Por una cuestión lógica, el manejo de valores, ideales, mecánicas, conceptos, diseños y un gran etc., que manejan las generaciones más jóvenes no la manejaban en aquel momento los que portan mi edad. Por una cuestión obvia de evolución tecnológica, nuestro cerebro no tenía que procesar tantas cosas como las que ofrecen los juegos de generaciones más cercanas. Es por esto que me pareció interesante mostrar una pequeña lista de los videojuegos que me marcaron y que siempre solía jugar de chico y adolescente para que, si quieren, puedan buscarlos y jugarlos. Teniendo en cuenta que nací en 1980, estas son algunas de las consolas que supe tener (se haría muy largo si incluyo todas) y los videojuegos que debo destacar de cada una.
Atari 2600
Atari 2600 fue mi primera consola, cuando apenas estaba en el jardín de infantes. El futuro en mis manos, algo fuera de este mundo, una experiencia nueva que compartía con mi papá y mis primos. Los juegos que me marcaron en ese momento fueron: Frogger, Pitfall!, Pole Position, Boxing, Bowling, Dig-Dug, Donkey Kong, Basketball, Commando Raid, Human Cannonball, No Escape!, Keystone Kapers y Mario Bros.
NES
En realidad, nunca tuve la NES original, era raro conseguir la consola por estos pagos. Tuve la versión llamada Family Game, que es la que tenían casi todos. Después de la experiencia con el Atari, se abría todo un mundo nuevo, lleno de juegos que ya te podían contar una historia, con conceptos como niveles, jefes, aumento de la dificultad, curva de aprendizaje, literalmente: un mundo nuevo.
Los títulos que recuerdo imperdibles de esa época son: Super Mario Bros, Super Mario Bros 2, Ninja Gaiden, MicroMachines, Battletoads, Excitebike, Tennis, Battletoads and Double Dragon, Kunio Kun no Nekketsu Soccer League y el Super Mario Bros 3, uno de los mejores videojuegos de la historia a mi entender.
SEGA Megadrive
SEGA Megadrive o SEGA Genesis iban a la par con la Super Nintendo y supusieron un gran salto. Si bien de alguna forma ya no existía ese sentimiento de sorpresa, la consola otorgaba lo mismo que la NES pero multiplicado por diez a nivel técnico en muchos casos. El salto desde los píxeles toscos de Atari a lo mejor de NES había sido tal, que ahora este salto entre generaciones, si bien era genial, no era tan abismal. En esta época, me deslumbraron: Altered Beast, World of Illusion, The Revenge of Shinobi, Comix Zone, Aladdin, la franquicia Sonic, Streets of Rage II, Super Street Fighter II, Earthworm Jim, Teenage Mutant Ninja Turtles: The Hyperstone Heist, Lion King, Mortal Kombat II, Shinobi III: Return of the Ninja Master y Splatterhouse 3.
PlayStation
De nuevo esa increíble sensación de sorpresa absoluta, de novedad, de volver a tener el futuro en las manos. El salto que hubo desde la generación anterior hacía la PlayStation fue también abismal y se abría todo un nuevo mundo de posibilidades para las consolas y el mundo de los videojuegos. Esta generación tiene clásicos como: Legacy of Kain: Soul Reaver, Dino Crisis, Tekken 3, Tenchu: Stealth Assassins, Resident Evil 2, Tomb Raider, Street Fighter Alpha 3, Tony Hawk’s Pro Skater, Wipeout, Need for Speed 3: Hot Pursuit y Silent Hill, uno de mis juegos preferidos en la historia.
PlayStation 2
Lo mismo que había pasado entre el caso que comenté de NES y SNES. Si bien había diferencias notables, el factor sorpresa no era intenso, ya que la PlayStation 2 nos traía también juegos increíbles como los de PS1 pero potenciados por sus cualidades técnicas. De esta época, recuerdo: God of War 2, Devil May Cry 3: Dante’s Awakening, Tony Hawk’s Pro Skater 4, Tekken 5, Okami, Resident Evil 4, Black, Need for Speed Most Wanted, Cold Fear, Forbidden Siren y Silent Hill 2, el mejor de toda la saga.
MS-DOS
Si bien siempre estuvimos hablando de consolas, no quiero dejar de lado a un vicio que a pesar de, justamente, haber tenido muchas consolas, nunca dejé de lado: la PC. Me quería concentrar en la época anterior a la salida de Windows, la hermosa época del MS-DOS, el sistema operativo anterior a la creación revolucionaria de Microsoft. En esta época, debo nombrar: Indiana Jones and the Last Crusade, Where in the World is Carmen Sandiego, Another World, Flahback, BlackThorne, Alone in the Dark, Doom, Battle Chess, Maniac Mansion, Stunt, y The Incredible Machine.
Obviamente, me faltan centenares de videojuegos, títulos grandiosos que marcaron épocas, momentos, tiempos indiscutidos. Lo que intenté hacer es una lista, a modo demostrativo, de aquellos títulos que me marcaron también de alguna forma, exponentes que pude disfrutar en el momento de su salida y que creo que todos deben jugar alguna vez. Tuve otras consolas (Game Boy, Game Gear, SNES, Master System, Dreamcast, Wii, N64) pero no las puse primero, porque no quería que la lista se haga eterna y, segundo, porque la mayoría de los juegos que tuve en estas consolas ya los había disfrutado en otras plataformas y no hubo factor sorpresa.
Si tienen ganas, entonces, tomen nota y, si no es que ya lo han hecho, prueben todos estos títulos que menciono. Me encantaría saber qué piensan de esta moda retro que se llegó a convertir en una nueva categoría entre los que disfrutan ampliamente de este hermoso mundo.
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