En este análisis, te voy a contar las primeras impresiones del juego, luego de haberme perdido durante intensas 12 horas de historia, combate y exploración. El primer peso pesado desarrollado por Avalanche Software llega este 10 de febrero tanto en PlayStation 5, como Xbox Series y PC. Aquellos que compraron la edición deluxe tendrán, aparte de una tanda de cosméticos, acceso anticipado el día 7.
Las malas noticias, por su lado, ya son conocidas y levantaron revuelo: aquellos que posean PlayStation 4 y Xbox One, deberán esperar hasta abril para disfrutar el juego. Si sos usuario de Switch, recién el 25 de julio.
Pero a no desesperar que valdrá la pena, ya que estamos ante una de las propuestas más ambiciosas sobre una de las historias más queridas, con la cual muchos de nosotros hemos crecido. Y por suerte, el juego cumple con creces las expectativas.
Hogwarts Legacy nos invita a meternos de lleno dentro del mundo mágico que le da forma a la historia de Harry Potter, pero, en este caso, sin él. El juego se ambienta 100 años antes del inicio de la saga original y nos presenta, con todo su esplendor, el castillo de Hogwarts, sus misterios y también sus alrededores. En este aspecto, estamos frente al mayor acierto por parte de la desarrolladora para que este mundo funcione dentro de una historia tan famosa y con un peso tan fuerte durante años dentro del consumo cultural.
Esta aventura con fuertes rasgos de RPG nos permite ser los protagonistas de nuestra propia historia. De esta forma, contamos con un creador de personajes que nos deja elegir nuestras facciones, color de piel, rasgos distintivos, tono de voz, nombre e incluso la posibilidad de elegir en qué dormitorio ubicarnos: ¿brujas o magos?
La historia principal nos cuenta que somos un nuevo ingresante de quinto año en Howgarts (algo atípico en la saga) que debe llegar a la ceremonia de elección de casa. En ese camino, ocurre un suceso particular que, a grandes rasgos, nos devela que tenemos la capacidad de ver magia antigua, la más poderosa que jamás haya existido, y, para darle más trasfondo al personaje, parece que vamos a ser los únicos con este don.
Una vez que pasemos una secuencia tutorial, que a la vez nos marca las bases de nuestra aventura, podremos disfrutar de unas breves preguntas a cargo del sombrero seleccionador. Por supuesto, nos dirá a qué casa perteneceremos, pero también tenemos la chance de no estar conformes y volver a responder las preguntas para obtener otro resultado.
Dentro de Hogwarts, nos vamos a encontrar con una gran cantidad de estudiantes, profesores y mercaderes con quienes podremos interactuar de manera directa y entablar amistades que pueden florecer mediante misiones secundarias específicas. Los personajes secundarios tienen su casa asignada, por lo que, dependiendo de nuestro resultado con el sombrero, nuestros vínculos se forjarán de forma diferente acorde a si somos de la misma casa o si se genera la típica enemistad Gryffindor-Slytherin.
Por momentos, las respuestas en nuestros diálogos servirán para mostrar mayor o menor simpatía con algunos personajes, pero, en algunas situaciones ocasionales, serán cruciales para el rumbo que tome nuestra historia. El juego cuenta con más de cien misiones secundarias, algunas afectan el desenlace final del juego.
Como ya les comenté, los personajes secundarios establecen vínculos de amistad con nuestro personaje y podrán ayudarnos en algunas situaciones de combate, así como habilitarnos más misiones secundarias que no solo afectan el desarrollo de la historia, sino que también nos darán alguna que otra interesante recompensa.
Hogwarts Legacy se nos presenta como un RPG de mundo abierto y no es tímido a la hora de incorporar el factor rol. Las misiones secundarias que tomemos tendrán un peso específico dentro de la historia y contaremos con varios finales, pero lo que nos falta -y a decir verdad, lamenté su ausencia- es un sistema de moral. Podremos lanzar maldiciones sin una advertencia o alguna consecuencia, y resulta un poco descontextualizado si sos muy fan de la saga. Ante la duda: un hechicero lo hizo.
Como en todo buen RPG, la historia es fundamental y en el caso de este juego se encuentra muy bien ejecutada. Se nos presenta una historia nueva e intrigante, con la existencia de una magia antigua que solo nosotros podremos manipular y elementos históricos de la saga original incluidos para el deleite de todos, como la rebelión de los duendes o el insoportable Peeves haciendo imposible la vida de algunos alumnos en Hogwarts.
Por supuesto, y como todos estábamos esperando, hay una gran cantidad de fanservice, mostrando nombres famosos, apellidos con linaje en el mundo de la magia o los infaltables fantasmas que habitan la escuela. Aun así, no hace falta conocer el universo original para encariñarse con esta nueva propuesta y ese es otro de los puntos altos que le agradecemos a Avalanche Software.
La historia, como decía, hasta el momento se desarrolla mediante las misiones principales, pero, muchas veces, tendremos que tomar algunos desvíos y cumplir con otras misiones secundarias para poder continuar, como si estuviesen encadenadas. Esto le regala mucho ritmo al relato y logra que la inclusión de situaciones de tutorial para explicarnos nuevas magias o espacios a nuestra disposición sea coherente con la historia y no simplemente desbloquear algo “porque sí”.
Haciendo un poco de retrospectiva con lo que ya conocemos de Harry Potter, cabe mencionar que es nuevamente la historia de alguien especial, elegido, que debe salvar al mundo mágico de una amenaza inminente. También repite ese mensaje de que los adultos parecen ser completamente incapaces de hacerlo, ya que todo recae nuevamente en las manos de un o una protagonista adolescente.
En cuanto a la inmersión necesaria para realmente sentirnos dentro Hogwarts, Hogwarts Legacy cumple de forma muy efectiva. El castillo es inmenso y lleno de personajes con los que vamos a interactuar a medida que la historia transcurra. Tendremos cientos de puzzles para resolver y objetos para coleccionar. Así también, secretos para descubrir y llenar nuestra “guía de campo”. Esta guía se trata de un libro que se nos brinda en nuestro primer día de asistencia, con el fin de, a cambio de recompensas cosméticas, incentivarnos a la exploración.
El juego contará, aparte de nuestra varita que conseguiremos en el mítico Ollivander, con el equipamiento clásico: capa, ropa, bufanda, guantes y gorro. Lo bueno del equipamiento es que podremos usar el aspecto cosmético que queramos, para continuar con la gran variedad de personalización disponible. Un dato que no puedo dejar pasar es lo divertido que se hace conseguir recompensas cosméticas y elegir distintas vestimentas acordes a la ocasión.
La asistencia a clases es necesaria para la continuidad de la historia. Con la excusa de que entramos en quinto año y tenemos que ponernos al corriente con el resto de nuestros compañeros, tendremos misiones especiales impulsadas por nuestros profesores para enseñarnos alguna magia en particular. Estas terminan funcionando como misiones secundarias y muchas veces serán obligatorias para poder desbloquear otra misión principal.
Algo que también vale la pena mencionar, es que la misión principal cuenta con mini objetivos a cumplir y, muchos de ellos, se entrelazan con misiones secundarias y con otras situaciones que se van desbloqueando con el progreso. Las habilidades, es decir, los hechizos, no se aprenden a medida que subimos de nivel, sino mediante la progresión de la historia y las misiones. Y estas, a su vez, podrán ser mejoradas mediante puntos de talentos.
El castillo está replicado de forma exquisita y gráficamente destaca totalmente en Playstation 5. Hay un tratamiento muy cuidado en las texturas de los distintos materiales. No solo es divertido de explorar sino que visualmente es un deleite y se siente vivo.
Uno de sus puntos más atractivos es la existencia de la Sala de los menesteres, una habitación que se adecua a las necesidades del jugador donde podremos colocar mesas para fabricar pociones, cultivar lo que aprendimos en la clase de herbología, criar bestias mágicas y también utilizar sus pelajes para mejorar los atributos de nuestras prendas. Todo esto es parte de una gran atención al detalle por parte de sus diseñadores, algo que lo hace divertido y sumamente adictivo, donde podemos pasar horas fabricando pociones, cultivando mandrágoras y alimentando a nuestras propias criaturas.
Lo mismo ocurre para el resto del mundo. En una presentación de mundo abierto tradicional, Hogwarts Legacy nos presenta preciosas localizaciones, desde ruinas abandonadas a remotas aldeas, pasando por el famoso Hogsmeade y todas sus icónicas tiendas. Incluso contaremos con la transición del día hacia la noche, y también de las diversas estaciones del año, algo que genera diversos paisajes dignos de ser contemplados en nuestros viajes arriba de la escoba.
Si se están preguntando sobre el mundo abierto, les tengo nuevamente buenas noticias: se encuentra lleno de localizaciones explorables, desafíos, enemigos, un montón de coleccionables, ¡realmente es un juego inmenso! Podremos explorar a pie, en escoba o en montura, y la progresión del mapa dependerá de cómo encaremos nuestra misión principal. Contaremos con zonas que serán accesibles desde puntos específicos, aunque, en un comienzo, esto no será ningún problema ya que tendremos suficientes cosas para hacer como para querer abarcar todo el territorio de un tirón.
En este apartado, también contaremos con una vasta propuesta de exploración del mapa, donde cruzaremos aldeas habitadas donde nos van a dar diferentes misiones: instancias de estilo dungeon donde tendremos que combatir contra oleadas de enemigos, puzzles que nos van a otorgar beneficios como mejoras en el espacio del inventario y mucho más. Incluso contaremos con la localización de distintas bestias mágicas que nos servirán más adelante en nuestro “vivario”.
Bien. Estamos llegando al final. Ya les hablé de la historia, del mundo abierto y de los elementos de rol. Ahora es el turno de otro de los componentes clave de Hogwarts Legacy y, personalmente, el que más miedo me daba: su combate. A diferencia de lo que muchos creíamos, este resulta muy dinámico y rápido. Atrás quedaron las peleas de varitas sin moverse, ahora tendremos un rol para esquivar, reflejaremos ataques e iremos acumulando todo un arsenal de hechizos a nuestra disposición.
Así es como vamos a contar con distintas magias, indicadas con diferentes colores, que nos brindaran una gran cantidad de combos y estrategias en el combate. Podremos utilizar Accio para acercar a un enemigo, le podremos asestar un par de golpes para luego repelerlo con Depulso y combinar con Incendio o un Avada Kadavra. También contaremos con la magia antigua que tendrá un cargador que se irá llenando a medida que hagamos daño relevante a los enemigos, y así, lograremos hacer muchísimo daño durante los combates. Como si fuese poco, tenemos la capacidad de manipular objetos del terreno y arrojarlos contra los enemigos, muy útiles para cancelar ataques o aturdir a un contrincante.
En mi experiencia, y es algo que siento que debo mencionar, encontré gran cantidad de bugs, desde NPC que están levitando en escaleras o caminando contra paredes a personajes secundarios que se quedan trabados cuando tienes que seguirlos para una misión y te obligan a reiniciar desde el último punto de control. También, algún que otro crasheo del juego en PS5, cosa que con otros títulos no me había sucedido en esta consola.
La inteligencia artificial tampoco destaca demasiado. Muchas veces, los enemigos se quedan trabados como si hubiesen olvidado lo que tenían que hacer, cosa que te obliga a ir a buscarlos para terminar el combate ya que les cuesta seguir a nuestro personaje. Detalles no menores, que por momentos hicieron un poco frustrante el juego y que, lamentablemente, no podemos dejar pasar.
Más allá de estas últimas apreciaciones, Hogwarts Legacy es un proyecto ambicioso que prometía mucho y cumplió, con creces, en algunos aspectos más que en otros. Si bien algunas características del rol (como la asistencia a clases o una mayor interacción con la institución) no son perfectas, el juego está bien pulido y es una gran propuesta para empezar el año. No es innovador como videojuego, pero sí logra ser un claro ejemplo de cómo ejecutar de manera correcta un mundo abierto intrigante e interesante, con una historia bien escrita y mecánicas divertidas. Incluso a pesar de la ausencia del famoso y mítico Quidditch.
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