En la madrugada del viernes 7 de abril, legisladores republicanos de Kansas, en los Estados Unidos, aprobaron un plan que pretende poner fin a la atención que médica que requieren menores de edad pertenecientes a la población trans. La acción fue calificada por comunidades progresistas como un gran retroceso en lo que respecta al respeto de los derechos de la comunidad LGBTIQ+. Lo preocupante, argumentan quienes están en contra de la medida, es que con este ya son más de diez los estados del país norteamericano que se van en contra de la población sexualmente diversa.
El proyecto, aprobado gracias al voto a favor de 70 funcionarios y 52 en contra en la Cámara de Representantes, obliga a la junta médica estatal a revocar la licencia que tiene el personal médico para ofrecer atención de afirmación de género a menores de edad. A esto se suma que la propuesta recibió 23 votos a favor y 12 en contra en el Senado. Será la demócrata Laura Kelly quien tenga la última palabra sobre la polémica ley.
Es de destacar que ella misma ha argumentado que está en pro de defender los derechos de la comunidad LGBTIQ+ y que está dispuesta a rechazar cualquier medida “que pretenda perjudicarlos o discriminarlos”. Se espera, entonces, que ella logre vetar la ley.
Los ponentes de esta medida, además, buscan que niñas transgénero puedan hacer parte de prácticas de deportes en ligas femeninas y que se reafirme, legalmente, el sexo de una persona según el que se le fue asignado biológicamente al nacer.
Desde las redes sociales de la organización The Trevor Project, dedicada a la prevención del suicidio de jóvenes LGBTIQ+, se aseguró que la atención médica que se le otorga a la comunidad transgénero “puede salvar vidas”. Según esa entidad, en los Estados Unidos, 15 estados, “o más de una cuarta parte de todos los estados de los EE. UU., han prohibido o restringido esta atención médicamente necesaria para los jóvenes trans”. Desde ese portal se destaca que el 86% de la juventud trans y no binaria ha visto afectada su salud mental a causa de las restricciones estatales.
“Los funcionarios electos deberían trabajar para apoyar a los jóvenes LGBTQ, no aprobar leyes para aislarlos aún más. Continuaremos trabajando con socios para hacer retroceder estos ataques. No dejaremos de luchar hasta que todos los jóvenes LGBTQ se sientan seguros y apoyados por quienes son. A todos los jóvenes trans, estamos aquí para ustedes, 24/7″, detalló, a través de sus portales de comunicación, la vocería de aquel espacio que trabaja en pro de los derechos humanos.
En marzo del año en curso fue el estado de Florida el que se sumó a la lista de aquellos sectores del territorio estadounidense que se oponen a que jóvenes accedan a tratamientos hormonales y otras intervenciones médicas para su reasignación de sexo. En el listado de estados con políticas similares, según The Trevor Project, se encuentran, bajo diferentes circunstancias Idaho, Utah, Arizona, Dakota del Sur, Iowa, Arkansas, Misisipi, Tenesse, Florida, Georgia, Kentucky, Indiana, Alabama y Virginia Occidental.
“Hemos hablado con médicos y recibido testimonios de apoyo y oposición al tema y los datos abrumadores no apoyan el uso de bloqueadores de la pubertad y la terapia hormonal (...) Esta junta no está en contra de la ciencia; no está en contra de la atención a los niños transgénero”, indicó. “Lo que la junta busca es proteger a nuestros niños de terapias que han demostrado crear daños irreversibles”, argumentó sobre su posición Héctor Vila, anestesiólogo pediátrico y miembro de la Junta Médica del estado de Florida.
En marzo del 2022, Human Rights Watch comentó que los derechos de los niños trans en Estados Unidos se encontraban en peligro. “Los padres en Texas están aterrorizados de que, simplemente amando y apoyando a sus hijos, puedan ser denunciados ante los Servicios de Protección Infantil”, comentó la organización, entre otras cosas, dentro de su informe.
El mismo presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, comentó, durante el tercer mes de este 2023, que lo que estaba ocurriendo en Florida era ‘vergonzoso’ y ‘cruel’. “No es como si un niño se despertara un día y dijera ‘¿Sabes qué? He decidido convertirme en hombre o mujer (...) Son seres humanos. Tienen sentimientos. Tienen emociones (...) me parece una crueldad”, comentó en una entrevista con The Daily Show.
En su momento, el mandatario estadounidense se refería a la ley No hables de Gays, en la que se plantea evitar que en los colegios se instruya acerca de temas relacionados género y orientación sexual.