Investigadora habló en su nuevo libro si existe el binarismo en los cerebros

El trabajo de la biotecnóloga y doctora en estudios de género mencionó que el binarismo fue instalado por la ciencia y el feminismo puede ayudar a salir de ese pensamiento

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El empleo que se genera en la ciencia con el hombre y mujer ya no es lo mismo, en estos últimos años, ya que con la investigación que realizó lu ciccia da a entender que el comportamiento, deseos y subjetividad pudieron haber cambiado por colocar ideas forzadas en la mente de las personas.

Según el trabajo de la biotecnóloga y doctora en estudios de género, el binarismo fue instalado por la ciencia y el feminismo puede llegar a salir de ese pensamiento, con este enfoque lu ciccia trata de responder la pregunta principal de la existencia del azul y rosa en la vida.

¿Hay cerebros rosas y azules? Con esta pregunta busca respuestas el cual indagó todo lo relacionado con cerebros humanos, además de que advirtió de que los discursos neurocientíficos “predominan la existencia de un dimorfismo sexual cerebral”.

El dimorfismo sexual es la presencia de diferencias de forma, tamaño, color que hay entre seres vivos de una misma especie, pero la doctora comentó que en cada cerebro se tiene la idea de quiénes somos ya que “nacer con vulva o pene implica un destino biológico”.

Sobre este tema, también identificó que en los estudios que se realizan, como los básicos o preclínicos, solo utilizan machos, ya que las hembras llegan a introducir otra variable (como las fluctuaciones hormonales), con esto la investigadora se cuestiona si existen dos tipos de cerebro ¿por qué se omiten a las hembras en los experimentos de ratones?

En este sentido, lu ciccia observó cómo es que trabajan los laboratorios del mundo: “¿Cómo la gente que hace ciencia y que pensamos que tiene una autoridad epistémica indiscutible, puede cometer tal sesgo? Eso da cuenta que la práctica científica es una práctica social y que las personas están situadas y encarnan ciertos valores, y esos valores son funcionales al sujeto androcéntrico”, dijo.

Con ello, ciccia sospechó si en realidad hay dos cerebros, por lo cual encontró un estudio, en Israel, de la psicóloga cognitiva Daphna Joel quien dice que cada cerebro es un mosaico de características únicas.

“Donde el sexo (entendido como cromosomas, gónadas y genitales) es un factor más que influye sobre su constitución, pero no la determina”, así el ambiente y la experiencia de cada persona son componentes de gran importancia.

Otra de las cosas que recalcó es la importancia de colocar a las hembras en los estudios básicos de laboratorio y en todas las corporalidades en los estudios en humanos con el fin de no eliminar los datos por sexo.

“Es decir, es un error considerar a priori el sexo como variable biológica en los estudios biomédicos”.

La Dra. Marisa Belausteguigoitia, directora del Centro de Investigaciones y Estudios de Género, de la UNAM (CIEG) dijo que “a mayor experiencia, a mayor apertura, mayor modificación y transformación de los sujetos. Los sujetos transformados son los sujetos críticos. Esa es una apuesta, acaban siendo sujetos más felices, más completos y más empáticos”.

Mientras que la Dra. Siobhan Guerrero, del CEIICH de la UNAM, comentó que “el dimorfismo sexual es una exageración producto de varios siglos de querer asentar un orden social en la biología. En realidad, no hay un dimorfismo en el cerebro”.

Para tener una lectura sin prejuicios que se tiene en la mente, ciccia propuso “mirarnos y mirar los cuerpos de otres: amigues, familia, en la calle, en el colectivo. Mirarnos hasta lograr dejar de reducir la diversidad y multidimensionalidad que se nos presenta a una genitalidad. Una genitalidad que ni siquiera vemos, sino que imaginamos que está debajo de la ropa”.

“La invención de los sexos. Cómo la ciencia puso el binarismo en nuestros cerebros y cómo los feminismos pueden ayudarnos a salir de ahí”, de lu ciccia, se presentó en el Auditorio Mario de la Cueva con una audiencia abierta al diálogo.

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