La historia de la comunidad LGBT+ busca mantener una transición a través de los años en la cual se aborde, principalmente, la sexualidad y la identidad de género que dividen al mundo, además de la aceptación y el aprendizaje.
Es así el punto de partida que brindó Mark Gevisser, autor del libro “La línea Rosa”, en su trabajo de investigación que abarca diferentes países como EEUU, Sudáfrica, Malaui, Egipto, Rusia, la India y México.
Mark Gevisser mencionó en una entrevista con Infobae LGBT+ que al terminar de escribir el libro titulado “La línea Rosa” sintió algo extraño, porque “cuando escribes un libro sobre personas vivas que están en una situación cambiante, en el mundo, debes de terminarlo” aunque el problema es que “las personas sobre las que estas escribiendo continúan su vida”.
En su libro tiene no solo investigación también platicó con varias personas de la comunidad LGBT+, aunque dijo que “es algo frustrante terminar los libros”.
El trabajo que realizó Mark en este libro no solo mantuvo la forma de ser de la gente, sobre todo los jóvenes, también amplió el conocimiento y “nuestra comprensión acerca de la gama de la sexualidad y la identidad de género humano, que es retador y muy emocionante”.
“En base de esa conversación esta es una exigencia de que la gente sea respetada por lo que es y no solo tolerada, sino valorada por lo que es”, mencionó.
Mark busca que su libro ayude a mejorar más estos conceptos, además de ser empático y comprensivo con la sociedad.
“Lo que espero que haga mi libro es que muestre al lector diversidad y experiencia humana en cuanto se trata de orientación sexual e identidad de género con tal de que vean a la humanidad como las diferentes personas que son y por lo tanto moverse en el camino que todos los seres humanos deberían de llevar”.
El aprendizaje de la comunidad
Para el escritor e investigador sudafricano el aprendizaje lo es todo, “no hay un solo camino de ser gay, lesbiana, bisexual o trans en el mundo”. El plantea un discurso sobre un lenguaje global sobre los derechos LGBT+, aunque el rango de las experiencias que tuvo, de diferentes personas en el mundo, fue enorme.
“Así aprendí lo poco que cada uno de nosotros sabemos lo que pensamos que existe el llamado LGBT+”.
“A lo mejor lo sabemos los dos, pero no es así. Hay una manera para que la lucha avance, siendo así como se realizó en EEUU, pero una de las cosas que aprendí es qué complejo y diferente son las sociedades, también que mucha gente no ve lo duro que es contar las historias que a veces son muy difícil de leer”.
El periodista se preguntó que al momento de que una persona de la comunidad le informa de todo “¿qué es increíble?, ¿es el coraje que tienen las personas para ser ellas mismas?”.
Aunque haya un ambiente hostil la gente hace pequeñas islas o ideas de apoyo y saben que hay alguien que los ayuda y protege “y si ese es el camino en que la sociedad va a cambiar, por supuesto que necesitamos cambiar las leyes para que todos estén en el mismo papel”, comentó.
En el lugar más conservador de México
Cuando vino a México y quiso entrevistar a personas de la comunidad lo primero que hizo fue irse al estado más conservador que es Jalisco, ahí empezó a estudiar las “familias diversas”.
A partir de su investigación se percató que también era uno de los estados con menos leyes en pro de la comunidad, algo que no pudo redactar en su libro porque ya era demasiada información para agregar otro tema más, sin embargo, confesó a Infobae LGBT+ una historia que tuvo mucho impacto en él.
Contó la historia de un matrimonio de la comunidad que quería bautizar a su hijo, pero le fue difícil conseguir ya que “cuando fueron con su sacerdote local, éste les dice que se vayan. Fueron con varios hasta que uno le mencionó que lo podría hacer solo si va a confesarse con él, algo que no le gustó a los padres y se terminaron por ir”.
De repente, un sacerdote les preguntó si se querían y si querían a su hijo, ambos dijeron que si y ahí fue en donde les dijo: “ustedes son una familia, lo voy a bautizar, siendo este el poder del interés moral”.
“Tenemos la posibilidad de cambiar muchas cosas sobre el terreno, junto con las grandes luchas con las que hay que pelear y salir a la calle”, dijo.
La línea rosa
Lo que Mark quiere decir con “La línea rosa” (siendo este el título de su libro) es que se de a notar una división que existe en países o incluso entre las ciudades, solo que “debemos de tener cuidado de pensarlo” para no caer en la trampa de decir que están bien en un lugar y a la mera hora no lo está.
En todo hay una línea rosa, en países, estados e incluso en la familia y siempre uno va a estar mejor que otro “lo que tolera tu familia y lo que la ciudad dice que puedes ser y tienes que negociar esa misma línea”.
“No hay forma de que sea una zona verdaderamente liberada en esto y esta área en particular”, señaló.
Esta división no solo se debe de que sea algo malo, sino que en la vida existen niños, trabajadores e incluso familiares que son parte de la comunidad LGBT+, no existen en un lugar donde todo el mundo se reúne, en México no nada más hay en Zona Rosa, “no hay un puesto fronterizo”.
“No hay una división entre las personas LGBT+, incluso las personas dicen que la derecha crea una división falsa porque es una manera de hacer política, siendo esta una manera de intentar que la gente vuelva a la iglesia, razón por la cual muchas personas voten por los partidos de derecha”.
“Hoy en día estamos orgullosos, estamos en muchas partes, así es como yo entiendo la división y es que la división es una construcción falsa”. Confesó.
En los temas que trató en México, para su investigación, fueron “Familias diversas”, personas del mismo sexo que están casadas y la población trans, en especial los niños y adolescentes.
“Son entrevistas realmente maravillosas y entre ellas hablé con una de las primeras personas que tuvo medicamento hormonal”. Al escribir su libro Mark tuvo más ejemplo de otros países por los cuales quedó conmovido, aunque “no puedes poner todo, tienes que elegir”.
Mark Gevisser estará en México a partir del 11 de octubre donde presentará su libro en “Somos voces” a las 21:00 horas y en el Fondo de Cultura Económica (FCE) Rosario Castellanos, el miércoles a las 19:00 horas.
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