Karla Paloma es la primera mujer trans que participa en Arequipa en las Elecciones Regionales y Municipales 2022 que se celebrarán este 2 de octubre en Perú. La peruana de 42 años se describe como una “mujer transgénero política, activista y estilista profesional” en redes sociales, donde muestra abiertamente su intención de luchar por el reconocimiento de sus derechos y el de sus compañeras y compañeros trans.
Anteriormente fue directora de la ONG “Féminas Arequipa”, donde buscaba apoyar a las personas trans que residen en la región sureña.
Sin embargo, no todo fue color de rosa para Karla Paloma. Su vocación era la docencia, pero tuvo que dejarla para continuar con sus sueños de luchar por los reconocimientos de los derechos de la comunidad LGBT. Aunque considera que hoy aquella decisión valió la pena, asegura que ninguna persona debería dejar de trabajar por temor a ser discriminada por su orientación sexual.
— ¿Cómo tomaste la decisión de participar en la contienda electoral de Arequipa como mujer transgénero?
Creo que más que un privilegio, más que orgullo, es una gran responsabilidad. Con toda la alegría que nos representa a toda la mujer trans, hemos aceptado este gran reto porque pienso que Arequipa es una de las ciudades más importantes del país, pero le falta ser una ciudad inclusiva. Por ello, nosotras no solamente estamos velando por la población trans sino también ni por la población vulnerable en general. Por esto es que nos decidimos a poder hacer esta incidencia política y poder hacer presente ante las políticas públicas del estado de que la población vulnerable también es parte de esta sociedad.
— Comentaste que aceptaste este reto, entonces, ¿se trató de una propuesta?
Sí. Gracias a Dios, el año pasado, en el mes de octubre, el dueño del partido del Movimiento Regional por el Gran Cambio me hace la invitación personalmente y me pide que sea la primera mujer en postular un cargo público exclusivamente para consejero regional. Definitivamente para mí fue como un gran reto poder asumirlo. Dije que sí aceptaba sin pensarlo. Lo tomé con mucha hidalguía porque pienso de que nosotras las mujeres están no podemos ser limitadas o ciertos áreas sino que también somos profesionales. Estamos viviendo en un estado democrático y merecemos ser elegidas, como también hemos podido elegir.
— Aparte del carácter responsable, ¿cómo fue aceptar ser candidata trans a un cargo público en una sociedad tan conservadora con la comunidad LGBT?
Las mujeres de la población LGTB somos resilientes y tenemos eso en eso especial que nos caracteriza. Especialmente a nosotras las mujeres que tenemos esa fortaleza de poder de asumir la responsabilidad de velar y luchar no solamente por los derechos en nosotras, sino por el derecho de las personas en estado de vulnerabilidad. Acepté este reto con mucho amor, mucha empatía con nuestros seres que necesitan una representatividad.
— No es la primera vez que forma parte de un ambiente político. ¿Cómo fue tu experiencia impulsado la Ley Trans desde la organización Féminas?
Féminas ha venido luchando por el empoderamiento la mujer trans. Al haber impulsado la Ley Trans nos ha permitido hacer incidencia política y hemos podido lograr que el Congreso tome en cuenta que las políticas públicas del Estado que no solamente de la población en general, sino también en la población vulnerable. En este caso, las personas LGTB.
— ¿En algún momento pensaste en postular a un cargo público como mujer trans?
La verdad que no. No lo tenía pensado. No se me había cruzado esa idea, pero teniendo la oportunidad de este partido, de este movimiento regional inclusivo, no lo dudé y pienso que fue la mejor decisión que hemos podido tomar porque a veces es la única forma de hacer presencia y demostrar a la población en general que nosotras también estamos preparados para suministrar este gran reto.
— ¿Por qué consideras que es importante que las personas trans puedan ocupar cargos públicos?
Es importante que la mujer trans ocupe un cargo público porque es la única forma de de evidenciar nuestra presencia en esta sociedad, que nos reconozcan y nos den el valor que merecemos. Así hacemos incidencia política porque las mujeres trans o las personas LGTB podemos ser parte de esta de esta contienda política, porque también tenemos la capacidad de desarrollarnos en todo espacio.
— En un medio comentaste que tuvo que dejar su carrera como docente para convertirse en una mujer trans. ¿Considera que fue una decisión que valió la pena?
Karla Paloma antes de iniciar su transición fue docente porque estudié la carrera de Educación Primaria y me gradué. Tuve la oportunidad de ejercer la docencia en la escuela pública y también en la escuela privada. Fue doloroso cuando, pero creo que valió la pena. Ahora sí puedo decir que vale la pena de repente muchos sacrificios porque ahora, después de muchos años, Karla Paloma ya fortalecida, ya empoderada, puede decir que valieron la pena los esfuerzos para lograr muchos objetivos.
El hecho de que hoy esté en esta carrera política y en esta contienda electoral me hacen tener el sinónimo de superación y decirte que nada es que todo pasa por algo. A veces nosotros mismos nos cerramos las puertas porque de repente nuestras aspiraciones no los podemos concretar como hubiéramos querido en este momento, pero todo tiene un porqué.
— ¿Te hubiera gustado ser una mujer trans y continuar ejerciendo la docencia?
Sí, me hubiera encantado. Me hubiera gustado ser una docente trans porque es algo que, durante los cinco años de formación académica, me pude dar cuenta que es una de mis vocaciones. Sería ideal, pero por cuestiones de que el Ministerio de Educación o el Estado pero no garantiza una mujer trans ejerciendo la docencia, pues tuve que dar un paso al costado.
— En base a tu experiencia, ¿te gustaría luchar porque ninguna persona LGBT deje de ocupar un cargo por su orientación sexual?
Me gustaría decirle a la población en general y también al Estado peruano que las condiciones de vida, las condiciones sexuales. no son limitaciones para poder ejercer un cargo. No somos limitaciones para poder ser esto ejercer cualquier profesión. No solamente como docente, porque somos seres humanos que también pensamos, creemos, queremos y y el resto es irrelevante.
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