La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) presentó el protocolo para juzgar con perspectiva de orientación sexual e identidad de género y características sexuales, con el fin de luchar contra los discursos de odio y violencia ejercida en personas, especialmente en mujeres y grupos de diversidad sexual.
El documento, que contiene conceptos, derechos y principios, fue presentado por el ministro presidente Arturo Zaldívar, de la SCJN, que a su vez mencionó que la información se realizó junto con las personas que han sufrido violencia.
Este protocolo “fue elaborado con colaboración y opinión de personas juzgadoras, académicas, personas y asociaciones de la sociedad civil y que tuvo una consulta muy amplia”, mencionó el ministro.
De igual forma, comentó que uno de los trabajos más importantes de la SCJN han sido las sentencias que han venido empujando durante estos últimos once años, sobre todo a favor de los grupos más vulnerables.
Entre los logros que reconoció fueron desde las personas gestantes a interrumpir su embarazo como el matrimonio igualitario, mostrar los derechos de las infancias trans, juzgar con perspectiva de género, entre otros.
“Para tratar de igualar la cancha no basta con el reconocimiento de los Derechos en la constitución y en ocasiones no basta ni siquiera el reconocimiento de los Derechos en una sentencia, sino que es necesario dotar de herramientas a las personas juzgadoras, a los grupos vulnerables y a la sociedad para que cuando estos derechos llegan a un tribunal se pueda efectivamente avanzar hacia una igualdad sustantiva”, mencionó.
Sobre el protocolo indicó Zaldívar que le parece de suma relevancia porque “es un eslabón más peluda de una gran importancia en el camino hacia entender que todos los jueces y juezas tenemos que juzgar con perspectiva de derechos”.
“Cuando tenemos un grupo vulnerable esta perspectiva de derechos debe tener la orientación necesaria al grupo, al cual, nos estamos dirigiendo”, afirmó.
El presidente de la SCJN señaló que en México y el mundo pocos grupos han sido tan discriminados como los de la diversidad sexual, ya que sufren “discriminación, incomprensión, se les pretenden impedir ejercer sus derechos sexuales, a quién amar y cómo amar, su identidad y que se genere en su contra mucho odio”.
También punteó sobre los grupos que piensan tener autoridad de despreciar, violentar y odiar a “otros, otras y otres” simplemente porque son diferentes.
El documento ayudará a que las personas juzgadoras visibilicen la realidad y la cambien, empezando por el texto que está escrito en un lenguaje no binario ya que también genera violencia y discriminación
“El lenguaje es una forma de igualar, es una forma de protestar, de reaccionar ante el odio y la discriminación, a veces inconsciente pero siempre real, que trae el lenguaje binario y tradicional”, confesó.
“La realidad debe ser diferente a la que nos enseñaron”, haciendo énfasis que, a lo mejor que menciona la Real Academia Española (RAE) no es necesario, pero lo que, si está de acuerdo el ministro, es que quizás no solo sea necesario, sino en ocasiones imprescindible.
Una de las cosas que ayudará a las personas de los colectivos es que ellas sabrán que hay esta “herramienta que pueden hacer llegar a los jueces y juezas para que su proceso se lleve de forma diferente”.
“Si queremos ser un país justo, democrático, libre y hasta decente, tenemos que aceptar las personas como son, tenemos que respetar los derechos de todas, todos y todes”.
“Tenemos que reconocer su identidad, su derecho a la orientación sexual, su libre desarrollo a su personalidad y luchar todos los días en contra de los discursos de odio y de la violencia en contra de todas las personas, pero particularmente de las mujeres y grupos vulnerables de la diversidad sexual”, comentó.
“Nadie tiene la autoridad de sentirse superior a los demás o a las demás. Todos y todas somos iguales en dignidad, derechos, a ser felices, al libre desarrollo de nuestra personalidad y a no ser violentados”, finalizó.
El protocolo está conformado por 281 páginas divididas en tres apartados: “Protocolo para juzgar con perspectiva de orientación sexual, identidad y expresión de género y características sexuales”. La primera edición salió en 2014.
En la elaboración participaron representantes de la academia y organizaciones civiles.
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