Comunidad LGBT+, de Italia, con “temores muy reales” después del triunfo de Giorgia Meloni

Después de que la comunidad LGBT+ se enterara del triunfo de la derecha, en Italia, activistas de los derechos de los homosexuales tienen “temores muy reales”.

El bloque conservador Hermanos de Italia, dominado por la derecha, ganó las elecciones ya que tuvo el mayor partido en las votaciones y ahora Giorgia Meloni, líder del grupo, será quien lleve al país siendo el Gobierno más derechista de Roma desde la Segunda Guerra Mundial.

“Lamentablemente, hay temores muy reales” sobre una erosión de los derechos civiles bajo el nuevo Gobierno, dijo Fabrizio Marrazzo, del Partido Gay.

No solo se conoce que su partido es conservador, sino que también Meloni tiene alianza con la Liga, otra fuerza de extrema derecha liderada por Matteo Salvini, y también con Forza Italia del expremier Silvio Berlusconi.

“La Liga y en parte Hermanos de Italia tienen en sus manifiestos cosas bastante negativas para nuestra comunidad, como subrayar la importancia de proteger sólo la familia tradicional”, dijo Marrazzo.

Meloni, de 45 años, fue criada por una madre soltera, hoy en día repite la misma historia: sin esposo y con una hija. Se ha presentado como defensora de los valores cristianos y enemiga de lo que llama “ideología de género” y del “lobby LGBT”.

También explicó su negativa conforme a los derechos de paternidad de la comunidad LGBT+, ya que ha mencionado que los “niños desafortunados” que están en adopción “merecen lo mejor”, es decir, un padre y una madre.

Meloni niega las insinuaciones de que su visión socialmente conservadora se extienda a socavar o abolir la legislación italiana vigente relacionado con el derecho al aborto o las parejas del mismo sexo. “Lo que está ahí, se queda ahí”, dijo la semana pasada.

Se decía que la primera ministra no tiene planes para eliminar la ley que permite el aborto en el país (que está desde 1978), así como los derechos de los homosexuales y uniones civiles (permitidas desde 2016).

Desde los 15 años Meloni milita en la ultraderecha. Cuando se inscribió en el Frente de la Juventud del Movimiento Social Italiano (MSI), pero al disolverse pasó a la Alianza Nacional de Gianfranco Fini, que era la continuidad del movimiento fascista tradicional.

Ahí se convirtió en una periodista de los medios afines y cuando la alianza ya no tenía oxígeno, la joven Meloni fundó en 2012 Fratelli d’Italia (Hermanos de Italia), siempre en la misma línea sucesoria.

Cuando tenía 29 años la eligieron por primera vez como diputada, ahí se hizo famosa por sus posturas de derecha radical en materia de inmigración, derechos LGBT y aborto. Dos años después fue ministra de la Juventud en el gobierno de Berlusconi.

Desde sus primeros pasos hoy en día construyó el andamiaje político para reemplazar a la vieja guardia de la derecha. Incluso, Meloni dio instrucciones a las filiales de su partido de: no hacer más declaraciones extremas, ninguna referencia al fascismo y no utilizaran el “saludo romano” (con el brazo derecho extendido).

“Soy Giorgia, soy mujer, soy italiana, soy cristiana. ¡No me pueden quitar esto!”, grita en sus presentaciones.

Es admiradora de Mussolini y se convirtió en la primera mujer que gobierna Italia, con una formación de la tradición neofascista quien va a gobernar el país gracias a que se presentó con una coalición de derechas que obtuvo en total el 42.4 por ciento de los votos.

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