La biblioteca de Arlington, en Virginia, ya dijo basta a las organizaciones vinculadas a grupos conservadores que han prohibido más de mil 600 libros, en los colegios, durante el último año.
Diane Kresh realizó la semana de los libros prohibidos como consecuencia del último año donde se censuraron a causa de los padres de EEUU, entre las historias se vieron involucradas de temática racial y personajes de la comunidad LGBT+.
“Desde luego respeto el derecho de un padre a decir ‘Para mi hijo, esto no’. Lo que no respeto es el derecho de un padre a venir y decir ‘Esto no, para nadie”, explicó Diane Kresh a Efe.
La directora de las bibliotecas del condado de Arlington, un pequeño enclave urbano separado de Washington por las aguas del río Potomac, mencionó que anima a todos los lectores a llevarse un “Libro prohibido” para desafiar a las escuelas estadounidenses.
Entre los textos que son catalogados como “prohibidos”, por parte de la censura de los padres conservadores, está “The bluest eye”, del premio Nobel de Literatura Toni Morrison, o “Gender Queer: A Memoir”, de Maia Kobabe.
Ante esta solicitud de la directora, se mencionó que los libros “prohibidos” están prestados.
Muchas de estas prohibiciones son alentadas o promovidas por políticos conservadores, un ejemplo de ellos es Gregg Abbott, Gobernador de Texas, o Ron DeSantis, Gobernador de Florida.
En los últimos años se intensificó la censura a la supuesta defensa de la moral, ya que siempre fue controversial desarrollarlo en un país, como EEUU, donde las palabras tienen mucho peso: “Confiamos en Dios” adornan los billetes de dólar, los edificios públicos, e incluso, las escuelas.
Según la fundación PEN América, ONG que lucha contra las prohibiciones de libros, el 40 por ciento de las mil 600 publicaciones que estan censurados en las escuelas de EEUU, tienen como protagonistas o personajes secundarios que nos son blancos.
Nikole Hannah-Jones, periodista de The New York Times y autora de The 1619 Project, comentó que vetar libros siempre ha sido una práctica que aparece asociada a un tipo de represión.
“Leer es liberador. Leer abre tu mundo y tu perspectiva, y te lleva a cuestionar las jerarquías existentes en una sociedad”, explicó la escritora a Efe.
La escritora participó en un evento en la Biblioteca de Arlington y su proyecto ha desafía a todos.
En el 2019 publicó en las páginas de The New York Times y después de tener participación tuvo críticas de varias personas, en especial de Donald Trump quien llegó a ordenar una comisión educativa que desarrollara un “currículum patriótico”, en reacción a las escuelas que comenzaban a usar el trabajo de la periodista para enseñar historia estadounidense.
Estados como Florida o Texas llegaron a aprobar leyes que prohíben que el texto, de la periodista, lo enseñen en colegios públicos.
“La teoría crítica de la raza, una especie de etiqueta-comodín que se aplica casi automáticamente a cualquier trabajo histórico que examina el rol de la esclavitud y el racismo en el nacimiento de las instituciones del país”.
“El profesorado en Estados Unidos es en un 80 por ciento mujeres blancas. Desafía la lógica pensar que las mujeres blancas están enseñando a los niños blancos que son unos opresores”, aseguró Hannah-Jones.
Hannah-Jones explicó que el ejemplo establecido por el movimiento, por los derechos civiles, abrió la vía para las reivindicaciones de la comunidad gay en el país.
Información de PEN dijo que el libro que más se prohibió este año, en las escuelas estadounidenses, fue “Gender Queer: A Memoir”, una exploración de la identidad de género de su autora desde la adolescencia hasta la edad adulta.
Con información de EFE.
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