La comunidad LGBT+ no había tenido ninguna representante (no que haya sido abierto en sus preferencias sexuales) en la Cámara de Diputados, pero en esta legislatura Salma Luévano se convirtió en una de las dos legisladoras trans que apoya en los derechos de la población.
Hace una semana se informó que Luévano está nominada al Premio “Global Trailblazer”, siendo reconocida a nivel internacional, pero este proceso no ha sido fácil y como lo dice ella es un proyecto de todas, todos y todes. Es por esa razón que Infobae LGBT+ habló con la legisladora.
“Nuestra lucha no ha sido fácil. Hay mucha resistencia y en el caso de nosotras como mujeres trans nos cuesta, todavía más el poder avanzar, el exigir estos derechos de los cuales ni siquiera tendríamos que exigirlos, puesto que como seres humanos tenemos los mismos derechos que como todas, todos y todes”, mencionó.
La diputada por Morena no solo reafirmó que esta lucha la lleva “con orgullo y dignidad”, sino que también hay mucha resistencia hacia las dos diputadas trans que persisten en la cámara baja.
En este tiempo se ha enfrentado a la “Ignorancia, falta de empatía y por no reconocer nuestras identidades, prejuicios, estigmas, todas esas fobias” que se puede ver no solo cuando está en sesión, sino también en gran parte de México.
Los inicios de ser luchadora social
Salma Luévano tiene alrededor de 30 años como activista y luchadora social en pro de la comunidad LGBT+, pero esto sucedió gracias a las dudas que tenía con respecto a esta lucha de los derechos que lleva día a día.
A pesar del intento que muchas y muchos han tratado de realizar sobre los derechos LGBT+, la diputada afirmó que no se ha desarrollado como debe de ser “por esa dignificación de nuestros derechos humanos”.
“No ha avanzado porque no es agenda de ellos, ellas, por lo tanto, no les interesa, no les importa. Empiezo a entender en esta búsqueda de respuesta y por qué no avanzábamos. Necesitábamos tocar puertas de frente, la puerta de esos espacios de toma de decisiones”.
Hizo referencia a que ya había tocado la “puerta de atrás” que eran los aliados y aliadas que les ha permitido avanzar, pero no como haber tocado la “puerta de enfrente, que son nuestros derechos políticos electorales”.
La legisladora también recordó cómo los medios de comunicación la atacaron, diciendo que mejor se dedicara a lo que ya sabe, ya que la diputada también es diseñadora de imagen y estilista.
De una manera despectiva se refirieron a la actual diputada trans, “que mejor siguiera cortando cabello, porque no tenía la capacidad para ejercer espacios públicos”, contó.
El peso social hacia su persona y su identidad le dieron más fuerza para que trabaje más y esto la llevó a ir al Instituto Estatal Electoral en el cual solicitó espacios ante acciones afirmativas para grupos en desventaja.
“Eso es algo que debemos entender, no podemos cerrarlo o segmentarlo a nuestra población arcoíris. Tenemos que abrir ese abanico, para que nos arropemos entre todas las poblaciones”, mencionó.
Contó a Infobae LGBT+ cómo fue que el Tribunal Federal Electoral obligó en el periodo de votaciones a los partidos “a que entreguen espacios para nuestra población. Algo histórico”, llevando este proceso a todos los estados y orientándolos.
Es por esta razón que hoy en día hay regidoras trans, diputados no binarios (uno en Veracruz y otro en Aguascalientes) y con ello la legisladora se siente orgullosa que se hayan logrado estos avances.
Siendo representante de la población LGBT+, en la Cámara de diputados “me llena de orgullo el poder llevar es punta de lanza en esta lucha y da importancia del por qué debemos de estar en los espacios de la toma de decisiones”, señaló.
Políticas públicas
El trabajo legislativo no es fácil y con ello Salma Luévano menciona que al día de hoy se debe de dar todo por esas políticas públicas hacia la comunidad que “tanta falta los hace para nuestra población”.
“No es fácil, hay mucha resistencia en el congreso. Hay 500 diputados, cada quien tiene su agenda. Nuestra agenda nunca les había interesado, nunca les ha importado. Siempre ha estado debajo de la mesa, dentro de los cajones y que no la han subido”, confesó.
Y ante esta agenda hizo un llamado no solo a los legisladores, sino a todas, todos y todes, porque para realizar estas políticas públicas no puede hacerlas sola.
“Necesito la ayuda de la sociedad civil para que esa agenda suba. Tenemos que cerrar filas, apoyarnos y tienen que defenderlo en el trabajo legislativo para que podamos darle ese impulso y que esa agenda no vuelva a estar nunca más abajo, que esté donde debe de estar, como todas las demás”.
“Nuestra población no solo es matrimonio igualitario e identidad de género, es más allá”, confesó.
La diputada tiene el sueño que en algún momento que en todo México y en el mundo se homologará el matrimonio igualitario e identidad de género, pero se deberán atender las políticas públicas específicas.
“Tenemos que estar en esos espacios que, históricamente, se nos deben y no son caprichos, sino son derechos humanos el cual tenemos los mismos derechos como todas, todos y todes”.
Luévano ha guiado su trayectoria por cuatro ejes: visibilidad, educación, sensibilización y avanzar. Con esto da oportunidad a que estén las mujeres trans en espacio público y privados “porque se nos debe y tenemos este derecho”.
“Somos muy visibles y al estar en todos los espacios va a empezar a normalizar lo que es normal, a bajar esos índices de discurso de odio y también de crímenes de odio tan lamentables y más en el caso de México que somos el segundo lugar, a nivel mundial, siendo Brasil el primero”.
“Va a permitir que se erradiquen esos discursos de odio y esos crímenes de odio”.
Confesó que ha llorado y reído, “pero esto ha permitido el ser hoy quien soy, Salma Luévano, mujer orgullosamente trans, ´diputrans´, con ese gran orgullo, porque me ha costado”.
“Una lucha que no descansaré, no hasta el último día de mi gestión, sino hasta el último día de mi vida, porque es parte de mi esencia”, finalizó.
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