La asexualidad: “No es miedo o trauma, simplemente no siento atracción sexual por nadie”

Las personas asexuales, como la activista Emi Salida, enfrentan problemas distintos al resto de la población y la comunidad LGBT+. ¿Qué significa serlo? ¿Cómo viven el “desajuste” entre la atracción romántica y la atracción sexual?

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Emi Salida es activista asexual (Instagram).
Emi Salida es activista asexual (Instagram).

Durante años ha sido la orientación menos visibilizada. En las siglas LGBT+ se le omite usualmente. Pocos estudios la consideran al abordar la sexualidad. Las estimaciones oficiales indican que los asexuales son el 1% de la población mundial. Según una encuesta de The Trevor Proyect de 2020, el 10% de los jóvenes LGBT+ se identifican como asexuales o se agrupan en el llamado espectro asexual: demisexuales o grisexuales, por mencionar dos subcategorías dentro del amplio abanico de la asexualidad.

¿Pero qué es, cómo definirla? “Toda asexualidad es simplemente no experimentar atracción sexual por alguien”, dice Emi Salida, una activista asexual de 22 años que afirma que hablar de esta orientación implica hablar “automáticamente” de sexo. “Es tan íntimo que no todo el mundo es capaz de hablarlo”, dice en una videoentrevista con The Washington Post.

Emi, fan de Taylor Swift y recién graduada en la Universidad de Westminster en Londres, ha usado YouTube como un “diario” para explicarle al mundo sobre qué significa ser asexual y romper prejuicios en torno al concepto.

Emi Salida encontró en su canal de YouTube un "diario" para hablar de la asexualidad.

Su último vídeo en la plataforma es de hace dos años y cuenta casi 50.000 visualizaciones. En él, cuestiona que hasta 2013, el DSM (Manual Diagnóstico y Estadístico, por sus siglas en inglés), utilizado en Estados Unidos para diagnosticar trastornos de salud mental, consideraba que todo el que sintiera poco o ningún deseo sexual tenía un trastorno mental.

“El impulso sexual, el disfrute sexual, la excitación sexual y la atracción sexual son cosas diferentes. Para la mayoría de las personas, eso se alinea bastante bien”, explica en su canal de YouTube, los ojos delineados, gesticulando en una habitación con luz tenue. “Pero lo único que hace que alguien sea asexual es no experimentar atracción sexual”, recalca.

Emi expone las diferencias (“el desajuste”) sobre la atracción romántica y sexual. “Son distintas. Para la mayoría coinciden, pero los asexuales pueden sentir atracción romántica incluso si no se sienten atraídos sexualmente por nadie”.

Recientemente se graduó en Londres. (Instagram)
Recientemente se graduó en Londres. (Instagram)

Al ser una persona “opuesta al sexo”, no puede verse en una relación sexual. Si estuviera en una relación romántica con alguien que quiera tener sexo, comenta, “probablemente no lo tendría”. Aunque, reconoce, no le importaría que ese alguien tuviera sexo con otros, mientras no deje de preocuparse por ella.

Al ser menos visibles y haber poca educación sobre el tema, salir del clóset como asexual tiene sus propias dificultades. Emi dice que con frecuencia la gente asocia su caso con la asexualidad en las plantas. “¿Eso significa que eres una?”, le han preguntado en burla. Ella aclara que no es frigidez, no es miedo ni la respuesta a un trauma sexual; “simplemente” no siente “atracción sexual por nadie”.

Por su parte, Eleanor Wilkinson salió del clóset en 2021, ya siendo adulta. Le daba miedo y sentía ansiedad de que nadie nunca la amara por su orientación. “Cuando eres asexual, la gente inmediatamente piensa que no amas a nadie porque ¿de qué sirve una relación a menos que tengas sexo con otra persona?”. Eso, dice, la ha afectado, porque existen “muchas atracciones”: sensuales, estéticas, románticas. “Todas juegan un papel cuando se trata de estar con otra persona”, sostiene en una columna para Pink News.

“La atracción sexual es solo una parte, pero no lo es todo cuando se trata de una relación”, concluye Eleanor, a quien le preocupa que se compare su orientación con el celibato o la virginidad, que son opciones elegidas.

La bandera símbolo de la asexualidad. El negro representa a la asexualidad, el gris la demisexualidad, el blanco la sexualidad y el morado la comunidad.
La bandera símbolo de la asexualidad. El negro representa a la asexualidad, el gris la demisexualidad, el blanco la sexualidad y el morado la comunidad.

Las etiquetas

Las personas asexuales pueden ser heteros, gays, lesbianas, bisexuales, queer o de cualquier otra orientación sexual o romántica. Algunas pueden aceptar tener sexo por el gusto de dar placer a su pareja, o bien ser indiferentes ante las relaciones sexuales, o manifestar rechazo o incluso aversión ante ellas. Sin embargo, la inclinación puede variar (o no) y no debe confundirse con el celibato, la virginidad o la abstinencia.

“La asexualidad es una parte intrínseca de lo que somos, al igual que otras orientaciones sexuales. No hace que nuestras vidas sean peores o mejores; simplemente enfrentamos un conjunto diferente de necesidades y desafíos que la mayoría de las personas sexuales”, escribe en su sitio web la Red de Educación y Visibilidad Asexual (AVEN, por sus siglas en inglés).

La organización fundada en 2001 explica que las personas asexuales experimentan formas de atracción diversas que no conducen a la atracción sexual. Igualmente, pueden llegar a sentir excitación debido a las variaciones hormonales durante el ciclo menstrual o las erecciones en momentos del día. Por eso algunas se masturban, pero sin el deseo de tener sexo con otro.

Un manifestante sostiene un cartel sobre la asexualidad durante la marcha del Orgullo en Glasgow, Escocia, en 2017.  (Robert Perry/Getty Images)
Un manifestante sostiene un cartel sobre la asexualidad durante la marcha del Orgullo en Glasgow, Escocia, en 2017. (Robert Perry/Getty Images)

En la encuesta de The Trevor Proyect, de los 40.000 jóvenes LGBT+ consultados, un 10% se identificó asexual o perteneciente al espectro asexual. Algunos se declararon demisexuales (que, en su mayoría, no experimentan atracción sexual, o no sin antes forjar una profunda conexión emocional) o grisexuales (que la experimenta rara vez, casi nunca o en muy baja intensidad).

El sondeo también reveló que entre jóvenes asexuales existen personas transgénero o no binarios en mayor proporción que en el resto de la población LGBT+. Es decir, mientras el 25% de los jóvenes LGBT+ dijo ser trans o no binario, entre los asexuales esa cifra ascendió al 41%. Algunos asexuales también se etiquetaron como panrománticos, biromantico y arománticos.

En el caso de Emi Salida, le encanta definirse como LGBT+ por considerarlo “un espacio seguro”, donde la gente entiende “al menos una parte” de su experiencia. Las etiquetas, comenta, son algo muy personal. “Puedo cambiarlas y eso no me hace menos yo. Es solo el proceso de encontrar qué tipo de etiqueta funciona para ti y se adapta mejor a tu identidad”.

Por considerar que su experiencia “no cabe en esa caja”, ella no se identifica como heterosexual ni heteromántica, . “Quiero esta caja”, dice refiriéndose a la asexualidad. “No hay nada de malo en ser asexual, no significa que vas a estar solo para siempre. Tienes relaciones sólidas, tienes amigos, tienes familia, tienes relaciones platónicas”, concluye.

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