Las juntas escolares de EEUU están en peligro, ya que podría disminuir la protección de los jóvenes queer y trans.
El problema radica en que los discursos políticos aumentaron los ataques a maestros y estudiantes de la comunidad LGBT+, mostrando el poder que tienen sobre los estados conservadores donde disminuyeron los apoyos y muestran tanto el miedo de los jóvenes como el regreso forzado del pensamiento heterosexual.
Esta conclusión se debe a un informe de Victory Institute, organización social LGBT+ Victory Fund PAC. En esta investigación mostraron que hay alrededor de 90 mil miembros de las juntas escolares de 28 estados.
De ese número, solo 90 son abiertos sobre su orientación sexual (0.1%) los cuales destacan más los cisgéneros blancos; 29 mujeres queer cis, cuatro mujeres trans, dos hombres trans y dos personas no binarias forman parte de las juntas.
Sin embargo, cuando se les envió a esos 90 miembros la encuesta, 48 de ellos no respondieron.
El informe destaca los ataques hacia los funcionarios escolares que pertenecen a la comunidad LGBT+ como una de las razones principales de su perpetuación.
Más de los encuestados dijeron que enfrentaron acoso como miembros de la junta y el 17% dijeron que los ataques provenían de otros miembros. Además, se reportó que un tercio de las personas reportó amenazas físicas y el 6.4% recibió de muerte.
En las juntas escolares hay pocas personas que abren su orientación sexual o que sean aliados a la comunidad, razón por la cual los controles a estos ataques son pocos y muestran intolerancia para dar espacio a más abusos.
Esto también amerita que los republicanos, en los estados que gobiernan, presentaron cientos de proyectos de ley (gobiernos estatales y locales) en este año para limitar los derechos y protecciones de los estudiantes pertenecientes a la comunidad LGBT+, afectando principalmente a la seguridad, privacidad y libertad de trans y no binarios.
“Desde los proyectos de ley ‘No digas gay’ hasta las prohibiciones de los niños trans en los deportes, nuestras escuelas han sido la zona cero de la virulencia anti-LGBTQ este año”, dijo la presidenta del Victory Institute, Annise Parker, en un comunicado.
Esto sumado a que en las juntas de EEUU no hay personas abiertamente de la comunidad y eso lo hace más complicado para que decidan si los expulsan. En la investigación se menciona que un tercio de quienes respondieron, dijeron que hay candidatos actuales que se postulan para miembros de la junta escolar y son personas activas en plataformas anti-LGBT+.
“En muchos casos, las juntas escolares tienen el poder de determinar los derechos que tienen y no tienen los niños LGBTQ”, aseguró la presidenta del Victory Institute.
En el informe final se puede leer que la mayoría de los miembros de la junta perteneciente a la comunidad buscaron cargos para proteger a la juventud queer, pero algunos conservadores no los dejaban hacer su trabajo.
Para poder proteger a los estudiantes y profesores pertenecientes a la comunidad LGBT+, la composición de las escuelas que gobiernan a ambos debe de cambiar y tener más leyes para todas y todos los que estén en una institución.
El diálogo de la extrema derecha contra la comunidad proviene desde un nivel federal, aunque se llega a implementar de manera local y se necesitan más organizaciones locales para poder solucionar los problemas que causen todos los conservadores.
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