Jugar es una parte central de la crianza: incluso la Declaración de los Derechos de la Niña y Niño se equipara a las actividades lúdicas con la vida, la salud y la educación. El juego ayuda a vincularse con diferentes estímulos y enseña a experimentar e investigar. También tiene un papel central en la socialización.
En décadas pasadas era común elegir los juguetes según el sexo de los hijos: para las niñas, muñecas o cocinas en miniatura; para los niños, carros y trenes. De manera inconsciente, padres y madres les daban a los menores objetos predeterminados por las costumbres de una sociedad fundada en el binarismo sexual. Todos los juguetes son neutrales respecto a los géneros, pero las personas les otorgaban esa connotación.
Hoy un crecimiento sano exige mucho más. En el siglo XXI se están popularizando los juguetes para ayudar a una crianza inclusiva y también muchos libros para mostrar las diferentes formas que pueden adoptar el amor y la familia. Esta pequeña selección no es sólo para hogares LGBT+: todos los pequeños merecen crecer con más libertad y menos inseguridades o prejuicios.
Todo el mundo es fabuloso
Este set de Lego, disponible en tiendas físicas y digitales, es un homenaje a “la positividad y la amabilidad en nuestras familias, nuestras comunidades y nuestro mundo”. Matthew Ashton, su diseñador, realizó este proyecto para “mostrar apoyo y para entender y apreciar la diversidad”. Es —sintetizó— “una declaración de amor e inclusión”.
En los primeros años de vida los seres humanos “acogen a todo el mundo al margen de sus circunstancias, algo a lo que todos deberíamos aspirar”, agregó: la niñez encarna su modelo de conducta personal. Por eso Ashton cree que este set no solo es para la comunidad LGBT+ sino también para los aliados: familiares, amistades, colegas.
La Barbie transgénero
Durante muchos años la muñeca más famosa de Mattel fue la figura femenina con la que debían jugar las niñas y no podían jugar los niños. En 2022 salió a la venta un producto que revolucionó el concepto: una Barbie transgénero inspirada en Laverne Cox.
La actriz ganadora de varios premios Emmy e importante activista LGBT+ es, además de un tributo a una pionera, la representación de otro modelo posible más allá del binarismo.
La estrella de Orange Is the New Black y productora del documental The T Word, recordó que la infancia trans sufre problemas: “Espero que quienes se sienten estigmatizados porque peligran su atención médica y su capacidad para practicar deportes puedan ver esta Barbie y tener una sensación de esperanza y posibilidad”.
Roxxie y Nevra, de Bratz
Las muñecas Bratz representan una pareja de la comunidad LGBT+. Desde 2004 ya existía Roxxi, un modelo adolescente, moderno y urbano que desafiaba a Barbie, y en 2022 MGA anunció que Roxxi tenía una novia, Nevra, y que marcharían juntas el Día del Orgullo.
La empresa mencionó en un comunicado: “Esta colaboración es una carta de amor a la comunidad LGBTQ+ y algunes chiques se han inspirado en Bratz desde su infancia para vivir su verdad. Ojalá esta colección brinde un rayo de esperanza y poder, recordando tanto la vitalidad de la comunidad como la gravedad de la homo-transfobia actual”.
Dads
El libro del escritor Bart Heynen celebra las maravillas de la paternidad en la comunidad LGBT+: reúne a más de cuarenta familias estadounidenses en postales de la vida cotidiana de familias homoparentales.
Padres que les cambian los pañales a los hijos o los hacen dormir, arreglan a sus hijas antes de que salgan hacia la escuela o les sirven desayunando. Publicado por Powerhouse Books, este ensayo fotográfico de visibilidad a la enorme cantidad de familias con progeniores del mismo sexo que existe.
Heynen pasó cuatro años documentando a los papás porque quería que sus hijos conocieran otras familias como la que ellos conforman.
Sombras en el arcoíris
Mónica B. Brozon, reconocida escritora de literatura infantil y juvenil, quiso llenar un vacío de su propia infancia: nunca había podido leer un libro que hablara sobre las diferentes identidades y orientaciones sexuales. Así que decidió escribirlo ella misma. Y lo ilustró Guridi.
Asumió la perspectiva de una niña de 10 años, amiga y confidente de su hermano, quien le habla sobre su amor por otro chico. Su problema no es comunicárselo a sus padres sino la violencia que sufren las personas que no se ajustan a la norma heteropatriarcal.
Con Tango son tres
El libro infantil de Peter Parnell y Justin Richardson e ilustrado por Henry Cole se basa en la historia real de dos pingüinos machos, Roy y Silo, que pasaban todo el tiempo juntos en el zoológico de Nueva York.
Roy y Silo recibieron un huevo para criar. Y lo hicieron. El libro muestra seis años de su vida como familia.
“Si es un argumento de apoyo a las relaciones gay, en la misma medida es un alegato a favor de comer los peces crudos o dormir en las rocas”, dijo Richardson a The New York Times. “Escribimos el libro para ayudar a los padres a explicarles a los pequeños acerca de las familias del mismo sexo”.
Obtuvo diversos premios, como el de la Asociación Nacional de Bibliotecas estadounidense y el de la Sociedad para Prevenir la Crueldad contra los Animales. En los últimos tiempos los legisladores antiderechos de los Estados Unidos han tratado de censurarlo porque se ocupa de temas como el matrimonio igualitario, la adopción y la homosexualidad.
SEGUIR LEYENDO: