Por qué las experiencias de los maestros queer ayudan a formar a los profesores del mañana

La falta de formación del profesorado en temas relacionados con la diversidad sexo-genérica y familiar es una realidad.

Sin esta formación, el profesorado se siente inseguro e incómodo a la hora de abordar estos temas. Además, esta formación reduce los prejuicios del profesorado en relación a la orientación sexual e identidad o expresión de género y fomenta actitudes de apoyo y comprensión hacia el alumnado LGBT+.

Nuestro planteamiento ha sido trabajar a partir de los relatos de vida del profesorado queer. Los relatos de vida son una poderosa herramienta pedagógica que favorece el cambio de actitudes, percepciones y hace visibles, en este caso, a quienes no se identifican con la cis-heteronormatividad.

En este sentido, acercan al estudiantado a realidades que habitualmente han sido silenciadas, como las experiencias del profesorado LGBT+ en las escuelas.

Por ejemplo, Amada, una profesora lesbiana, contó su experiencia personal y propició la siguiente reflexión de uno de los alumnos del máster que la escucharon: “Como profesores somos modelos. Hacer visible la diversidad hará que la diversidad sea el modelo”.

En el Máster del Profesorado de Educación Secundaria de la Universitat Jaume I, analizamos cómo ha resonado esta experiencia en el estudiantado. Los resultados evidencian cómo el futuro personal docente ha tenido pocas oportunidades de recibir formación en materia de diversidad sexo-genérica y familiar a lo largo de su paso por la universidad.

Nuestro estudiantado ha mostrado un gran interés en adquirir conocimientos, estrategias y herramientas para abordar las diferentes situaciones de rechazo al colectivo LGBT+ que surgen en sus aulas. Gracias a las historias de vida tomaron conciencia de la importancia de tener un modelo durante la etapa escolar.

Aquel alumnado que no tiene con quién identificarse, por su orientación sexual o identidad de género, aprende a esconderse, ya que ha interiorizado las dificultades de mostrarse con una identidad diferente a la norma.

Estas conductas son el inicio de su futura invisibilidad, al menos en el ámbito educativo; de ahí, el papel vital que juegan los modelos positivos en esta etapa de la vida.

Además, el hecho de conocer o relacionarse con personas LGBT+ tiene un impacto positivo en las actitudes hacia la diversidad afectiva y sexual.

Para la mayoría del alumnado era la primera vez que tenían un contacto directo con un docente no cis-heteronormativo, o incluso que lo conocían. Esto les ayudó a derribar mitos y romper estereotipos que habían ido creando a lo largo de su vida. Este trabajo aporta nuevas experiencias para abordar la diversidad sexo-genérica y familiar en las aulas con un gran poder de sensibilización para el futuro personal docente.

Si nos centramos en las personas participantes, los relatos de vida también se convierten en un mecanismo empoderador y a su vez terapéutico para sus protagonistas. Víctor, un profesor trans, señala: “Es fundamental que a las personas trans nos den la oportunidad de compartir nuestras experiencias para tener una visión lo más realista posible de lo que implica ser trans dentro de la comunidad educativa, o al menos versiones alternativas de lo que en parte se ha convertido en un discurso hegemónico”.

A pesar de los grandes avances sociales que se han producido en los derechos de las personas LGBT+ en el ámbito educativo, aún queda mucho camino por recorrer.

Desde las instituciones de Educación Superior debemos perseguir la integración gradual de las diversidades sexo-genéricas en los planes de estudio del futuro profesorado y abogar por metodologías que impacten y remuevan al estudiantado.

Originalmente publicado en The Conversation.

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