La Comisión Europea decidió llevar a Hungría a la Justicia por una ley que prohíbe el acceso de menores a contenido con temáticas LGBT+ tanto en programas de televisión como en material escolar.
La ley, aprobada por el parlamento húngaro en junio del 2021, iguala cualquier material con contenido sobre homosexualidad o identidad de género con pornografía. Y prohíbe que se ponga a disposición de personas menores de dieciocho años.
Estas temáticas, además, no pueden ser incluídas tampoco en las clases de educación sexual.
Esta normativa está inspirada en la llamada “ley contra la propaganda gay” establecida por Putin hace casi 10 años que ha borrado de los medios de comunicación y la vida social a las personas LGBT+ en Rusia y que acaba de ser ampliada para que cualquier mención a la comunidad LGBT+ hecha por mayores de edad sea penalizada.
Viktor Orban, el autoritario primer ministro de Hungría, es solo el más reciente político utilizando a la comunidad LGBT+ para crear pánico moral y generar apoyo a una agenda nacionalista y ultra-conservadora, en la que los derechos LGBT+ no tienen lugar.
Luego de varios años de progreso social e implementación de leyes y políticas públicas para las personas LGBT+ en numerosos países, la demonización de la comunidad diversa cobra fuerza en buena parte del mundo, incluyendo España, Gran Bretaña y Estados Unidos, donde las políticas discriminatorias con respecto a la sexualidad o el género parecían ser cosa del pasado.
Y eso tiene que preocuparnos a todes.
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