Tamara Adrián, primera diputada trans en Venezuela: “Mientras esté el régimen chavista, es muy improbable que haya derechos para las personas LGBT+”

La legisladora celebró la reciente Marcha del Orgullo de Caracas y la eferverscencia del activismo diverso en los últimos meses, pero dijo a Infobae que debido a la homofobia y transfobia de la dictadura de Maduro, para conquistar derechos será necesario un cambio político.

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La diputada venezolana Tamara Adrián (Asamblea Nacional prensa)
La diputada venezolana Tamara Adrián (Asamblea Nacional prensa)

El 5 de enero de 2016 Tamara Adrián pasó a la historia de Venezuela al asumir como la primera diputada transexual en la Asamblea Nacional, coronando así años de activismo LGBT+ y lucha contra la dictadura de Nicolás Maduro. La legisladora de 68 años tiene una larga trayectoria no solo en política. Durante su vida se desempeñó como abogada y profesora, y además obtuvó un doctorado en Derecho, alcanzando grandes logros académicos y sociales a pesar de la falta de libertades básicas que existe en Venezuela, más aun siendo una persona trans.

Y es que Adrián creció en una Venezuela que sigue siendo un país hostil para la población LGBT+, donde no existe ningún tipo de legislación vigente que proteja al colectivo o brinde derechos como el matrimonio igualitario o una ley de identidad de género; al contrario la homofobia y la transfobia se han convertido en una política de Estado en la Venezuela de Maduro, y esta violencia y vulnerabilidad ha provocado que miles de venezolanos LGBT+ hayan emigrado en búsqueda de una mejor calidad de vida.

Sin embargo, la abogada mencionó a Infobae que hay una oportunidad para revertir esta situación. “Los derechos LGBT+ en Venezuela se sienten más cerca”, aseguró. Las razones son varias. Sin embargo, hay una que destaca. Adrián adelantó en exclusiva a Infobae que se encuentran conformando un partido político para que personas LGBT+ puedan competir en las siguientes elecciones e impulsar los derechos que durante más de 20 años el regimen chavista le ha negado al colectivo.

“La idea es crear un partido político absolutamente transversal donde estemos presentes todas y cada una de las posibles minorías: personas LGBT+, mujeres, personas con discapacidad y adultos mayores”, afirmó la diputada. “Estamos en ese proceso de construcción. Que permitiría luego inclusive participar en todas las elecciones posibles, incluyendo las regionales, las de la Asamblea Nacional, y las generales. Esa es la idea en la que hemos venido trabajando en los últimos meses”.

Según explicó la también profesora a Infobae, actualmente un gran porcentaje de la población venezolana no participa en los procesos eleccionarios o de las movilizaciones contra el régimen de Maduro porque ya no confían en las instituciones. La percepción de que nada cambiará, tras décadas de dictadura chavista, ha generado un alto nivel de “anti-política” y resignación.

Una imagen de la Marcha del Orgullo LGBT+ realizada a comienzos de julio en Caracas, la más grande en la historia del país (Foto: @yendrive)
Una imagen de la Marcha del Orgullo LGBT+ realizada a comienzos de julio en Caracas, la más grande en la historia del país (Foto: @yendrive)

Pese a su optimismo, reconoció que es muy posible que el Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado por el actual regimen, les nieguen el registro. Como antecedente mencionó que en 2016 intentaron crear un partido político, pero el CNE no lo permitió. “El primer paso es pedir un nombre. Y en esa ocasión simplemente el CNE negó ese nombre. Sin haber explicado nada, simplemente puso en marcha la maquinaria de intolerancia y lo negó”, lamentó al respecto Adrián.

La diputada hace referencia a cuando en 2016, el Consejo Nacional Electoral le negó la personería a tres agrupaciones políticas, incluyendo la de Adrián, por venir del activismo LGBT+, atentando nuevamente contra la democracia.

“Yo estoy promoviendo que haya paridad, porque hasta ahora todos los nombres que aparecen, con excepción de María Corina Machado, son hombres. Por lo menos que hayan más mujeres y además diversidad”, opinó Adrián respecto a las proyecciones electorales.

Para Adrián, además, es importante que en las próximas elecciones la Asamblea Nacional se renueve y quede compuesta por otras fuerzas políticas, no solo afines al chavismo y por supuesto con presencia de más personas LGBT+, aunque reconoce que es difícil que Maduro lo permita, tras haber capturado de manera fraudulenta el órgano legislativo en las últimas elecciones de finales del 2020.

“El reconocimiento internacional de Juan Guaidó, en su carácter de presidente de la Asamblea Nacional como presidente interino de Venezuela, nos había protegido en los años anteriores. Pero en los últimos comicios la oposición no participó por no haber condiciones y resultó una Asamblea Nacional supuestamente, entre comillas, electa en ese acto electoral como un 97, casi 98 por cierto de chavistas, lo que demuestra dos cosas: primero que la lucha por condiciones justas por unas elecciones libres y justas no puede terminar. Y en segundo lugar que sin esas condiciones es imposible lograr un cambio en Venezuela”, reconoció.

Sin embargo, dice estar confiada en que la presión de los ciudadanos venezolanos -calcula que entre 60% y 70% de la población no apoya al actual régimen- puede llegar a hacer que los próximos comicios puedan desarrollarse de manera libre y transparente, y así evitar el triunfo de la resignación ante la dictadura de Maduro.

La lucha por los derechos LGBT+ en Venezuela

Respecto a la situación actual de los derechos LGBT+ de los venezolanos, Adrián resalta que debido a la crisis económica y humanitaria que afecta al país se han abierto espacios para financiamientos internacionales que según ella, es primera vez que llegan.

“Por primera vez hay espacios para que personas LGBT+ reciban algún tipo de financiamiento para la organización, por primera vez en todos estos años ha habido un pequeño grupo de jóvenes activistas para hacerles capacity buildings. De hecho, acaba de terminar este fin de semana un diplomado junto con la Universidad Católica Andrés Bello, que permitió formar a 48 nuevos jóvenes activistas LGBT+”, destacó la diputada trans.

Al respecto, Daniel Picado, el director general de País Plural, una organización que aboga por la promoción y defensa de los derechos LGBT+ en Venezuela, y quién además lideró el inédito proceso de formación de activistas que destacó Adrián, dijo a Infobae que “es un diplomado especializado en temas LGBT+, cosa que es un hito porque es el primero y nadie se esperaba que una institución que pertenece a la Conferencia Episcopal venezolana asumiera un rol de acompañamiento y de apoyo a un diplomado. Es decir, no es simplemente un curso, es un diplomado, un estudio académico certificado”.

El activista venezolano para los derechos LGBT+ Daniel Picado (Foto: Miguel Ángel Miquelena)
El activista venezolano para los derechos LGBT+ Daniel Picado (Foto: Miguel Ángel Miquelena)

El diplomado que culminó el 16 de julio de este año “alcanzó su objetivo, que pes aumentar la cantidad de líderes y activistas formados y preparados para poder promover la igualdad de derechos ante la ley en Venezuela a través de la incidencia pública, con un lenguaje en Derechos Humanos. Ese es el objetivo y en lo que consiste el proyecto; más líderes formados, organizados y con una visión clara, hacer incidencia pública para el reconocimiento de los Derechos Humanos de la comunidad LGBT+”, mencionó Picado.

Para Adrián, se trata de un importante paso en la lucha para mejorar la calidad de vida de las personas LGBT+ en Venezuela. Al mismo tiempo, celebró la realización de la última Marcha del Orgullo en Caracas realizada este año, que recibió el respaldo de distintos embajadores y fue una de las más convocantes en la historia del país.

“La Marcha del Orgullo aquí en Venezuela fue muy exitosa entre el 2005 y el 2008 y llegamos a tener más de 70 mil personas en la del 2007, pero luego se politizó, es decir, el chavismo trató de apropiarse de la marcha poniendo camiones, poniendo pancartas, poniendo símbolos e inclusive haciendo que gente que no era del chavismo fuese atacada y privada del derecho a participar”, señaló Adrián a Infobae.

Añadió que “luego hacia el 2017 y 2018, cuando hubo las grandes marchas aquí en Caracas, hicimos nuestra propia marcha y nos cayeron bombas lacrimógenas. Entonces prácticamente no había habido marchas en Caracas y en Venezuela en general luego de eso”. Pero este año, las cosas habían cambiado. “Hubo una gran convocatoria y la ayuda internacional fue muy importante. Estuvieron presentes la mayoría de los embajadores y muchos integrantes del cuerpo diplomático de varios países. Tratamos de evitar que hubiesen símbolos políticos. Fue la mayor marcha que se ha hecho desde el 2017 en Venezuela de cualquier tipo”, dijo la diputada.

Sin embargo, Adrián advirtió que a causa de la alta convocatoria de las recientes marchas y la mayor visibilidad de las personas LGBT+ reclamando por sus derechos, además del avance de fuerzas conservadoras en otras partes del mundo, los discursos de odio han aumentado notoriamente en Venezuela en el último tiempo. “Los fundamentalistas se han activado y han empezado a hablar de establecer en Venezuela una ley tipo Qatar, o establecer la pena de muerte contra las personas LGBT+. Ha habido diputados de esta Asamblea supuestamente electa en el 2020 que han participado en programas de televisión políticos hablando así e incitando al odio contra la comunidad LGBT+”, alertó, profundizando en su explicación a este fenómeno.

“Esto no había sucedido antes en buena medida porque estaban muy seguros de que con el chavismo en el poder las personas LGBT+ no iban a lograr nunca nada, entonces para qué molestarse en difundir un mensaje de odio cuando no había ningún peligro de que se lograse algún derecho en Venezuela. Pero eso está cambiando cambio. Porque los activistas LGBT+ nos estamos organizando y actuando políticamente”, reflexionó la congresista.

“No sé si vamos a poder lograr conquistar derechos para las personas LGBT+ al corto plazo. Creo que mientras subsista el régimen chavista, que es homófobo y transfóbico, es muy improbable que hayan derechos, pero eso justamente nos obliga a luchar por la democracia y por un cambio político”, finaliza.

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