En Ucrania, los refugios LGBT+ se adaptan a los tiempos de guerra: “Llegan devastados y los ayudamos a superar el shock”

Vladyslav Fomin, de la ONG Alliance Global, habló con Infobae sobre cómo están funcionando los albergues para la comunidad LGBT+ tras la invasión rusa y cómo afrontan una realidad todavía más dramática y peligrosa.

Los huéspedes de los refugios reciben techo, alimentación y atención médica gratuita.

Oleksandra, una sobreviviente LGBT+ de la sangrienta invasión rusa en Ucrania que ya cumple cinco meses, no pudo salir de su país por problemas con su pasaporte y sus finanzas. Perdió su trabajo como editora en medios de comunicación a principios de marzo debido a la destrucción causada por los ataques militares ordenados por Vladimir Putin. Su novia sí pudo salir, pero ella empezó a buscar un refugio de personas LGBT+ para protegerse física y psicológicamente en medio de las agresiones. Quería evitar el riesgo de ser violentada como en otros albergues, además de alejarse de cuestionamientos habituales hacia la orientación o la identidad sexual de los inquilinos.

En el refugio LGBT+ donde ahora se encuentra, en la ciudad de Chernivtsi, al suroeste de Ucrania, Oleksandra dice estar preparada para dos escenarios: en el mejor de los casos, rehacer su vida en una región distinta del país o el extranjero; en el peor, sabe que podría morir en cualquier momento durante un bombardeo.

Al igual que a Oleksandra, otras decenas de personas han sido acogidas en uno de los tres albergues que Alliance Global, una de las organizaciones de derechos humanos más antiguas de Ucrania, tiene abiertos en las ciudades de Kiev, Dnipro y Chernivtsi. En los últimos meses han ayudado a más de 300 personas de la comunidad LGBT+ que acuden a ellos gracias al voz a voz y la difusión a través de las redes sociales. En sus sedes, con capacidad de 10 a 15 personas, brindan alojamiento hasta por tres meses, alimentación, atención médica y grupos de apoyo psicológico, todo de manera gratuita.

En una reunión con Oksana Dobroskok (derecha), coordinadora de Alliance Global.

“Nuestro objetivo es ayudar a nuestros huéspedes a superar el shock, recuperarse, encontrar un trabajo y finalmente un nuevo hogar”, dice Vladyslsv Fomin, gerente de comunicaciones de Alliance Global, en entrevista por correo electrónico con Infobae. Fomin describe el estado en que llegan los huéspedes a sus refugios. “La mayoría vienen a nosotros completamente destrozados y devastados. No son solo víctimas de la guerra. Son personas que lo han perdido casi todo. Nuestro objetivo es ayudarlos a salir de un estado de devastación total y encontrar la fuerza para luchar por ellos mismos y por su vida”.

En su mayoría, los inquilinos son chicos homosexuales o bisexuales que van allí con sus madres o familiares. Sin entrar en detalles, Fomin dice que han sobrevivido a disparos, han huido de sus territorios ocupados por las tropas rusas, han sido conmocionados por el estallido de un cohete o han sido objeto de torturas. “Desafortunadamente, muchas personas LGBT+ todavía se encuentran en territorios temporalmente ocupados, y no sabemos el destino de la mayoría de ellos. Sin embargo, tratamos de mantener el contacto con los que todavía están allí”, comenta.

En una entrevista con la propia organización, su coordinadora Oksana Dobroskok dice que la idea de abrir el albergue nació para crear un “contrapeso” en los casos en que personas de la comunidad LGBT+ perdían sus hogares a causa del rechazo por su orientación sexual o de género. “Intentamos crear un espacio que ayudaría a las víctimas de homofobia o transfobia a ‘esperar a que pase la tormenta’, a resocializar y comenzar una nueva vida”, dice. Antes de marzo, añade, la mayoría de personas que acudían lo hacían huyendo de la guerra. Hoy día son personas que han perdido sus hogares y medios para subsistir.

Llegan envíos de alimentos para las personas refugiadas.

La organización sobrevive gracias al dinero que aportan entidades como Life 100%, su mayor donante desde 2022. Cuando comenzó la guerra lograron sumar ayudas internacionales de parte de organizaciones como Coalition PLUS, Outright Action International, Aidsfonds, ONUSIDA o la organización ucraniana KyivPride, además de aportes privados procedentes de todo el mundo.

Un logro que celebra la coordinadora es la apertura del refugio de Chernivtsi, donde se aloja Oleksandra. Gracias a uno de sus activistas en la ciudad y la ayuda de los socios donantes, lo tuvieron listo en tres semanas. “Transformamos un espacio completamente vacío con paredes desnudas en un área acogedora con todo lo que necesitábamos, reconstruimos el baño desde cero e hicimos renovaciones. Después de mudarme a Chernivtsi, nuestro activista se fue a servir en las fuerzas armadas de Ucrania”, cuenta Oksana.

Cuando nació oficialmente en 2002, Alliance Global se llamaba Gay Alliance. En 2016 cambiaron a su nombre actual debido a que sus actividades trascendieron más allá de Kiev, la capital ucraniana, donde empezaron. Sus operaciones se concentran también en servicios relacionados con VIH. Fomin destaca que han trabajado estrechamente con el gobierno ucraniano en materia legislativa influyendo en decisiones favorables a la comunidad LGBT+. Como ejemplo, pone el levantamiento de una prohibición discriminatoria de que los hombres gays pudieran ser donantes de sangre, un logro sustancial en un país donde la homosexualidad es legal desde 1991, pero las parejas homosexuales no son reconocidas legalmente.

En los tres albergues de Alliance Global ofrecen ayuda a personas que han sido víctimas de discriminación por su orientación sexual o identidad de género, pero también a quienes necesiten un refugio urgente.

“Las necesidades de las personas LGBT+ no han desaparecido y seguimos trabajando en este ámbito. Pero en la guerra, los derechos de todos los ucranianos, independientemente de su orientación sexual o identidad de género, se ven amenazados. El derecho a la vida está amenazado”, puntualiza Fomin.

Según el vocero de la organización, antes de la guerra la comunidad LGBT+ ya estaba en una “guerra prolongada” con las élites conservadoras y eclesíasticas. Sin embargo, dice, “la guerra contribuyó mucho a mejorar la situación de las personas LGBT+ en Ucrania, lo cual es paradójico”. En cuanto se detuvo la influencia rusa en su país, “la mayoría de la población ucraniana” se ha mostrado “al menos neutral hacia las personas LGBT+”

Y a las personas LGBT+, sostiene Fomin, no les ha tocado ocupar un rol “diferente” en esta guerra, ya que también han salido con las armas en mano al campo de batalla a defender los intereses de la nación. “Hubo solo un cambio en el campo de batalla”, precisa.

Fomin considera que el final de la guerra no sucederá en el corto plazo. “Será una guerra prolongada porque algunos países de la Unión Europea están bloqueando el suministro de armas pesadas a Ucrania o continúan comprando gas y petróleo rusos. Pero de lo que estamos seguros es de que ganaremos, y nuestra victoria traerá un cambio positivo a la comunidad LGBT+ de Ucrania”, afirma.

Actualmente desde la organización ayudan al Parlamento a redactar una futura ley sobre uniones civiles registradas, que esperan tener implementada a finales de 2023. Adicionalmente, presionan para que se ratifique el Convenio de Estambul, contra la violencia contra la mujer y la violencia doméstica.

Los refugios de Alliance Global (@AllianceGlobalKyiv en Facebook) no han ayudado solo a personas LGBT+ y sus familias, sino a cualquier persona en necesidad de alimentos y suministros médicos. También trabajan en colaboración con militares LGBT+, proporcionándoles alimentos y kits de higiene cuando lo piden.

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