Estamos demasiado acostumbrades a escuchar opiniones sobre nuestro cuerpo o el del resto. En los medios de comunicación, en las redes sociales y hasta incluso en las conversaciones entre amigues. Pero ¿por qué es peligroso que tengamos normalizada esta práctica?
Detrás de cada cuerpo hay una historia, y en esa historia puede haber inseguridades, traumas, violencia y hasta una lucha contra una enfermedad. Una opinión que incluso puede parecernos positiva sobre el cuerpo de alguien más, puede hacerle revivir momentos dolorosos a esa persona.
La imagen que cada persona tiene sobre sí misma está formada en gran parte por lo que los demás dicen de su apariencia.
Estos comentarios pueden generar que la percepción de la propia imagen sea perjudicial para la persona. Y esto puede causar problemas de salud mental, como en los casos de trastornos de conducta alimentaria.
En resumen... habiendo tantas cosas de las que podemos hablar, tanto para preguntarnos, tantas cosas lindas que podemos decirnos... opinar sobre el cuerpo de otres, además de no ser necesario, está mal.
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