¿El último fenómeno literario en Marruecos? Un libro censurado sobre lesbianismo

El libro de Fatima Ezzahra Amezgar “Diarios de una lesbiana” fue retirado del último Salón del Libro del país africano, donde es ilegal la homosexualidad. La polémica transformó a su autora en un boom de ventas y en el rostro de la comunidad LGBT+ marroquí

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La escritora Fatima Ezzahra Amezgar
La escritora Fatima Ezzahra Amezgar (25 años) es profesora de árabe en una escuela secundaria. EFE/ Mohamed Siali

Una mujer criada en una familia empobrecida y habitante de las zonas más humildes de Marruecos descubre después de casarse a los 17 años que es lesbiana. Se llama Titima, ama el fútbol y en su infancia fue víctima de violación. Como es de esperarse en aquel entorno hostil, su matrimonio es concebido con un hombre que no ama y del que decide divorciarse al saberse atraída por las mujeres. Desde su lesbianismo Titima empieza a desafíar su entorno al dar a conocer sus puntos de vista sobre la religión, el gobierno y las costumbres en un país donde el Código Penal condena la homosexualidad hasta con tres años de cárcel.

La historia de Titima es contada en los Diarios de una lesbiana, firmado por la escritora marroquí Fatima Ezzahra Amezgar, que a los 25 años se convirtió –tras haber sido excluida del evento– en la estrella del Salón Internacional de la Edición y el Libro (SIEL), celebrado en junio pasado en Rabat, capital de Marruecos.

De pelo corto y vestida con una camiseta negra con el lema “Viva la vida” (en español), Fátima le habló a los medios acerca de la reacción de los sectores más reaccionarios de su país que presionaron a los organizadores del evento para retirar su libro justo antes de una firma de ejemplares. La cubierta de la publicación muestra un dibujo de dos mujeres con el rostro en blanco, una de ellas con la cara apoyada en el hombro de la otra, al fondo el sol de la costa marroquí.

“Los extremistas están enfadados porque mi novela no solo defiende la lucha para liberarse del hombre, sino que pone fin al falocentrismo en Marruecos y declara al macho persona non grata”, dijo a la agencia Efe la escritora, que también es profesora de árabe en una escuela secundaria de Casablanca, ciudad natal de ella y la protagonista de su libro.

Portada de "Diario de una
Portada de "Diario de una lesbiana", publicado por la editorial Agora.

El líder safalista (movimiento islamista radical) Hassan el Kattani dio en su página de Facebook las declaraciones que impidieron que Diarios de una lesbiana figurara entre los 100.000 títulos qué reunió la edición número 27 de la feria. Entre otros comentarios ofensivos, asocia la homosexualidad con el incesto: “Si hoy defienden la homosexualidad, mañana tocará leer las memorias de personas que tienen relaciones sexuales con sus hermanas, sus madres o sus hijas. Aunque les parezca extraño, hablo muy en serio”, apuntó el líder religioso.

Tras prohibirse la circulación de la obra, fue designada una comisión de lectura del Ministerio de Cultura para analizarla, como es costumbre en un país donde las autoridades censuran títulos durante cada Salón literario. En la edición del 2018 prohibieron la venta de al menos 25 títulos porque presuntamente se burlaban de una de las tres religiones monoteístas (Judaísmo, Cristianismo e Islam) que rigen en el país o por llevar “cortado” el mapa de Marruecos.

Tras las críticas por censura, el Ministerio de Cultura del país norafricano quiso sacudirse del asunto y argumentó que el retiro de la novela obedeció a causas logísticas: la supuesta ausencia de registro de la obra en los listados del evento, además de su “ingreso de manera secreta y violando las leyes de la feria”, según cita un portal árabe. Al respecto, Fatima sostuvo que los argumentos del Ministerio son “incorrectos” y que remover la novela de los pabellones de libros “es una decisión ilegal”.

“Sería ilógico ejercer la censura sobre la publicación, hoy todo pasa por las redes sociales que no se pueden monitorear”, declaró la presidenta del Consejo Nacional de Derechos Humanos de Marruecos, sugiriendo que el libro podrá circular a pesar de su censura oficial. “El Estado no tiene claro como tratar la homosexualidad”, dijo un ex miembro de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos.

La escritora Fatima Ezzahra Amezgar
La escritora Fatima Ezzahra Amezgar posa junto al director de la editorial Agora, Yusuf Guermah. Con solo 25 años, la marroquí Fatima Ezzahra Amezgar se convirtió en el centro de atención del Salón del Libro de Rabat. EFE/ Mohamed Siali

Más enfáticamente, la joven autora declaró que “en lugar de avanzar y tener la libertad de abrir la discusión sobre todos los temas de interés para la sociedad, estamos retrocediendo”, y añadió que “el ataque a la novela se produjo por su título y porque su autora es una mujer”.

La censura por parte de las autoridades le hizo ver de otra forma la discriminación sistemática en su país. “La escribí en defensa de la convivencia. Entré en shock cuando descubrí la hostilidad de la sociedad hacia los integrantes de la comunidad LGTB+, pese a que éstas son personas tolerantes que creen de verdad en el amor”, afirmó en entrevistas. Además propuso que en Marruecos, adicional a una lucha desde la cultura y el arte, es necesaria una lucha desde las instituciones y por parte de funcionarios políticos que legislen a favor de la población LGBT+.

No obstante los intentos de hacer desaparecer el libro, Diarios de una lesbiana se ha convertido en un boom de ventas en el país, con los lectores intrigados por el libro que tanto revuelo causó y por leer sobre un tema que sigue siendo tabú. La obra publicada hace siete meses por la editorial Agora prevé además traducciones a varios idiomas. Mientras tanto, Fatima trabaja en otra novela construida a partir de diálogos entre prisioneras y titulada “Mujeres castradas”.

El rey Mohamed VI de
El rey Mohamed VI de Marruecos no ha promovido ninguna ley para proteger a la población LGBT+. EFE/MAP.

En Marruecos el artículo 489 del Código Penal condena con cárcel las relaciones homosexuales. En los últimos años, las organizaciones defensoras de derechos alertaron por una “caza de brujas” en contra de la población LGBT+, en especial hombres gays que han debido huir de sus casas o buscar refugio fuera del país luego de que sus identidades fueran expuestas en público a partir del uso de las aplicaciones de citas gay, que han sido una de sus únicas plataformas para contactar a otros homosexuales.

Al promover la discriminación, el acoso y la criminalización hacia las personas LGBT+, Marruecos viola acuerdos antidiscriminación ya firmados, como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.

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