En gran parte del mundo durante todo Junio se celebra el Mes del Orgullo LGBT+ pero... ¿por qué orgullo?
¿Es necesario armar ese despliegue en la calle para sentirnos orgulloses? Sí, es necesario.
Las movilizaciones queer molestan porque nuestra identidad molesta. Y permitir que nos invisibilicen, como sucedió durante buena parte de la historia, ya no es una opción.
Vivir libremente una sexualidad o identidad de género que se corran de la norma sigue siendo motivo de discriminación, exclusion y violencia.
Ser quien uno es puede ser difícil por muchos factores, por eso la apuesta colectiva.
Es necesario el Orgullo para reivindicarnos. Para que sepan que aunque quieran escondernos acá estamos. Para demostrar que nuestras identidades existen y son válidas y que podemos amar a quién queramos, cuándo queramos y cómo queramos.
Seguimos saliendo a desfilar nuestro orgullo por las calles para recordar a quienes lograron conquistar los derechos de los que hoy gozamos y también para asegurar los derechos de les que vendrán.
Como dijo el activista argentino Carlos Jáuregui: “En una sociedad que nos educa para la vergüenza, el orgullo es una respuesta política”.
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