¿Juegos de mesa para enseñar educación sexual? Para esta pareja, aprender y divertirse van de la mano

María Sol Blondi y Rosa María Curcho están casadas y crearon una línea de juegos que combina el interés de ambos por la diversidad y la sexualidad con fines didácticos y lúdicos. Le contaron a Infobae la historia detrás de sus productos.

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María Sol Biondi y Rosa
María Sol Biondi y Rosa María Curcho se casaron y luego fundaron su empresa +mercurio en 2019, dedicada a los juegos de mesa inclusivos. (Cortesía de +mercurio)

Ambas recuerdan cómo fue su educación sexual durante la adolescencia. En la secundaria, cuando “ya había menstruado y pasado por un montón de cosas”, en el colegio de María Sol Biondi les proyectaron una película y a las mujeres les regalaron paquetes de toallas sanitarias. “A los varones nada. ‘Gracias por venir’, y listo. Esa fue toda la educación sexual que yo recibí”, resume.

Rosa María Curcho, por su parte, rememora que su madre la mandó a la ginecóloga para tocar con ella temas diversos: “desde la menstruación hasta las relaciones sexuales”. Pero le costó aprender dentro de un consultorio con una persona recién conocida.

Lejos de creer que estas experiencias eran singulares, las dos mujeres encontraron una forma de aprender (en serio) sobre ellas a través del juego y la imaginación. Hoy, vinculando conocimientos de la Educación Sexual Integral (ESI), presentan juegos como ConSEXuate, una baraja de naipes sobre educación sexual afectiva en formato trivia con 71 preguntas, respuestas y un manual de instrucciones.

Con este y otros productos han llegado a escuelas, empresas, familias, fundaciones, jugueterías, librerías y sex shops. Su primera clienta fue una monja rectora de un colegio católico, que les dijo que a las docentes de su institución les costaba abordar temas de educación sexual con las alumnas. La rectora no se limitó a comprarlo en línea, sino que les pidió que le llevaran el juego para hablar sobre él y empezar a implementarlo en las clases.

ConSexuate Diverso es una baraja
ConSexuate Diverso es una baraja de naipes con preguntas y respuestas sobre sexualidad y para mayores de 16 años (Cortesía de +mercurio)

De ese juego de mesa nació ConSEXuate Diverso. Corría el año 2018 cuando ambas escribieron un libro, Más coraje, menos represión, en el que Sol cuenta cómo fue vivir siendo homosexual en una familia tradicional y Rosa aborda la bulimia en la adolescencia. Juntas decidieron tratar temas de educación sexual con el mismo compromiso: sin represiones. Así, proyectaron producir un juego para docentes y especialistas y empezaron a llegar a públicos diversas, inclusive empresas que en sus sesiones de liderazgo decidieron trabajar la empatía con Empatízate, otro de sus productos.

Con su marca participaron de una incubadora de la Universidad de Palermo y del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, donde recibieron mentorías y aprendieron sobre cómo desarrollarla mejor. Una clienta a las que le vendieron un producto –como lo hacían cuando comerciaban de uno en uno y no con ventas mayoritarias– les preguntó cuáles eran sus signos. Virgo y Géminis, dijeron Sol y Rosa. “Ay, cuánto mercurio hay acá”, contestó la mujer. Más tarde investigaron que en astrología mercurio era el planeta que rige las relaciones y la comunicación. Cuando pensaron un nombre para la marca no se les ocurrió otro: “+mercurio”.

“ConSEXuate Diverso nació de escuchar a ese público que empezaba a descubrir la marca: íbamos a congresos de educación y los mismos docentes nos pedían que hiciéramos juegos sobre diversidad porque no contaban con mucho material para trabajar con sus alumnos. Luego se abrió más al público general”, cuenta María Sol Biondi.

Con +mercurio han creado libros y juegos de mesa sobre diversidad, género, inclusión, educación sexual, empatía y contra el abuso, el bullying y el racismo. Por su proyecto han sido finalistas del Empretec Banco Nación y actualmente forman parte del programa Emprender con Perspectiva de Género del Ministerio de Desarrollo Productivo de Argentina.

Trabajar (y jugar) por la inclusión

Se conocieron en 2017 durante una “cruzada solidaria” para una fundación que donaba a los wichis. Sol, de Morón (provincia de Buenos Aires) tiene 36 años y Rosa, de Flores, tiene 42. En 2019 se casaron en el tradicional y “soñado” Rosedal de Palermo. Tienen cinco años de relación.

En entrevista con Infobae recuerdan el día en que estaban sacando un turno para casarse en el Rosedal. “Y nos llega una notificación de Facebook”, recuerda Sol como anunciado algo fatídico. “Habíamos publicitado un producto. El comentario decía que cómo dos lesbianas podían ponerse a dar clases de educación sexual”.“Nos dolió”, dice Rosa. “¿Qué tiene que ver el hecho de ser lesbianas? Si nosotras nos formamos, no somos unas improvisadas. Detrás de nuestra empresa hay un equipo que supervisa cada juego”.

Durante el casamiento de ambas,
Durante el casamiento de ambas, en el Rosedal de Palermo (Cortesía de +mercurio)

“Investigamos muchísimo para poder conseguir información verificada. Consultamos sexólogos, profesionales. Avalamos la información”, explica Sol. Rosa suma: “Todo está avalado por profesionales o fundaciones. Están certificados los juegos”.

Cuando hablan, o así ocurre a lo largo de esta entrevista, una le añade un detalle al comentario de la otra, sin interrumpirse; se ponen de acuerdo o se escuchan para saber dónde y cuándo meter cada palabra. “Somos muy opuestas, lo que tiene la una no lo tiene la otra. Eso es genial. Lo que ella ve yo no lo veo, y al revés. Lo que hacemos es practicar la escucha. Ver qué se necesita, qué hay, de que se está hablando en la sociedad. Luego también probamos los juegos con amigos y profesionales” dice Rosa.

El Rompecabezas "Orgullo", otra de
El Rompecabezas "Orgullo", otra de sus creaciones (Cortesía de +mercurio)

Otras de sus creaciones son el Rompecabezas Inclusivo y Arde ConSEXuate, que desafía a los adultos a hablar de sexo. Durante las restricciones por el coronavirus fueron uno de sus más vendidos y solicitados en las sex shops, aseguran.

Los juegos también permiten eso: que a través de la lúdica se construyan espacios en los que personas de igual o distinta generación compartan los naipes y discutan sus temas. “¿Cómo se trata el VIH?”, “Qué es abstinencia sexual?”, “Enumere una lista de 10 consecuencias que tiene un acto de discriminación”, son algunas de las preguntas y desafíos planteados en las barajas.

Para ella, si compara la situación de 15 años atrás, cuando salió del clóset como lesbiana en la adolescencia, con el presente en pareja de ahora, hay un “abismo” de diferencia. “Este mes celebraremos el Orgullo... Vamos remando y todavía falta, pero vamos bien”, finaliza optimista Rosa.

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