A primera vista, su carta de presentación es ese acento andaluz tan marcado: nació en un pequeño pueblo de la sierra de Huelva de poco menos de 800 habitantes. Luego Madrid, la militancia en el PSOE y el activismo LGTB+ le pusieron por delante su futuro. Integra las filas del partido que más personas del colectivo LGBT+ aporta a la política regional y nacional, a nivel ministerial, alcaldías o diputaciones, en cuyos antecedentes más cercanos no dejan de mencionar a Pedro Zerolo o Carla Antonelli.
Es un cultor del respeto personal, confiesa que a pesar de ser parte de diferentes partidos políticos se lleva muy bien con Eduardo Rubiño (de Más Madrid) y con Paloma García Villa (de Unidas Podemos) ambos referentes LGBT+ de la Asamblea de Madrid, y que siente cierto aprecio por el diputado Jaime de los Santos (del Partido Popular y referente gay de la derecha española), porque entiende que fuera de las cámaras y los debates hay personas de carne y hueso con las que a veces se encuentran en las mismas batallas.
Cree fervientemente que los parlamentos tienen que ser un reflejo de la sociedad, y que si bien ahora sólo hay lesbianas y gays en cargos políticos, es un deber de todo partido diverso -como considera al PSOE- que extienda esa representación a todo el arco del colectivo LGBT+ que le interese ocupar esos espacios, sobre todo a las personas trans. Con la esperanza de que en la Comunidad de Madrid, el líder socialista Juan Lobato sea el próximo presidente de Madrid, se le frunce el ceño cuando habla del Centro Sandoval (el centro de atención sanitaria de salud sexual, prevención de VIH e ITS para personas sin papeles de Madrid), donde todas las mañanas desde la madrugada se forman colas que dan vuelta la manzana para lograr atención. Un centro específico que -describe con mucha alarma- no da cita previa, que tiene falta de personal sanitario y médico, que abre sólo por las mañanas, que no abre los fines de semana, y que quienes logran acceder a pedir la PreP tienen que soportar hasta seis meses de esperar para que le otorguen la cita médica que la autorice.
Deportista, al igual que Víctor Gutiérrez, el Secretario LGTBI Nacional del PSOE, vive hace más de siete años con su pareja pero por ahora no tienen planes de optar a una de las leyes emblema del Partido Socialista, que es la del matrimonio igualitario.
Dijo hace poco en una sesión de la Asamblea de Madrid mirando a la cara de su interlocutora, Rocío Monasterio, la líder de la ultraderecha madrileña y diputada de VOX: “No les tenemos miedo, ni a usted, ni a ninguno de tu cuadrilla. Por mucho discurso de odio que ustedes alienten aquí en las instituciones, la sociedad les va a pasar por delante. La sociedad va a entender que ustedes, el único propósito que tienen en las instituciones y para lo que han venido a la política, es para acabar con la convivencia democrática. Es para acabar con los derechos que ustedes consideran inferiores: mujeres, personas LGBT+ y migrantes”.
Es Santiago Rivero (34 años), diputado del PSOE en la Asamblea de Madrid, quien estuvo esta semana con Infobae en -como corresponde- un bar del barrio de Chueca, para hablar sobre su trayectoria como activista, las batallas que todavía es necesario dar para ampliar -y seguir sosteniendo- los derechos de las personas LGBT+, y la polémica en torno a la llamada “Ley Trans”, que ha provocado tensiones dentro del gobierno de coalición de los socialistas de Pedro Sánchez y Unidas Podemos. A continuación, una versión editada y condensada de esa charla.
-Antes de meternos en los temas más en agenda para el colectivo LGBT+, quisiera que hablaramos un poco de ti. Antes de dedicarte a la política propiamente dicha, ya estabas trabajando en eso pero por otros medios, la militancia. ¿Por qué el salto?
-Porque el activismo LGBT+ tiene que ocupar todos los espacios posibles. Siempre lo he pensando. Porque los lugares que el activismo no ocupa van ser ocupados por otras personas que, o no van a defendernos, o no lo harán con la intensidad que lo vamos a hacer las personas LGBT+.
-¿Te han criticado por pasarte del activismo a la política partidaria?
-Bueno, sí, ciertos sectores activistas lo vieron con recelo, pero la verdad es que la experiencia, en este año en el que llevo como diputado, es positiva. He conseguido poner sobre la mesa temas como la salud sexual, la atención a personas con VIH, que se garantice la entrega de medicación a personas migrantes con VIH y muchas cosas más. Desde la militancia se venía denunciando desde mucho tiempo, pero le faltaba ese altavoz que a veces te da tener un cargo político como el de diputado en un parlamento regional, en mi caso el de la Asamblea de Madrid. A pesar de las primeras reticencias y de los recelos que yo creo normales cuando alguien da el salto de una organización a un parlamento, lo importante es que demuestres que el salto que tú haces a la política es por un sentido activista y no por un sentido personal.
-¿Y cómo impactó en tu vida esta exposición mediática por ser diputado? ¿Cómo lo lleva tu pareja, por ejemplo?
-Si tienes cierta visibilidad por supuesto que la vida cambia. Mira, yo me ocupo legislativamente no solo de temas LGBT+, pero es verdad que por lo que la gente más me conoce es por eso. Estuve en Cogam (Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid) casi diez años y muchos de ellos organizando el Orgullo de Madrid. En todos esos años y en todas las actividades que desarrollé, tuve la oportunidad de conocer a mucha gente importante, si quieres podemos llamarla famosa. Siempre me moví por Chueca, salía a los bares, y sigo haciendo lo mismo como antes. Ahora además vivo en Chueca. Estoy hace siete años en pareja, y a él no le gusta mucho la exposición pública, aunque respeta mucho lo que hago. Pero sí, mi vida ha cambiado mucho.
-Dame un ejemplo.
-Asumo como diputado el 12 de junio de 2021 y justo dos semanas después se presenta a debate una iniciativa en torno al Orgullo que presenta Unidas Podemos. Fue un momento de muchas agresiones de odio en varias partes de España y en Madrid, previo al asesinato de Samuel. Claro, la ultraderecha de VOX en el debate planteó que no estaba de acuerdo con la iniciativa porque esas leyes que nosotros defendemos nos “daban privilegios”. Como yo era quien estaba para contestar por el PSOE en una parte de mi intervención, y luego de haber enumerado las agresiones que venía sufriendo el colectivo, le pregunté si para ella esas violencias eran “privilegios”. Fue parte de un ida y vuelta, y no era un discurso escrito o preparado, la emoción también jugó mucho, y es ahí donde de repente le dije a la cara a la diputada de VOX, Rocío Monasterio que “no les tenemos miedo, ni a usted, ni a ninguno de tu cuadrilla”. Esa parte de mi intervención, mirando a la cara a Monasterio, fue reproducida por los medios de prensa, y eso me dio mucha visibilidad, y claro que es algo que de alguna manera te cambia la vida, porque te empiezas a posicionar como una referencialidad para muchas personas. Y hay mensajes de apoyo, de cariño, de amigos que te saludan, incluso de conocidos que son votantes del Partido Popular. Pero también te llega el odio de esas personas que coinciden con la ultraderecha y no con mis palabras. Luego, vino el debate de la propuesta de VOX para derogar las “leyes trans” y LGBT+ que finalmente no pudieron aprobarlo; pues al otro me vine a tomar una cervezas por el barrio y me paró un chico en la calle y me dio las gracias. Esas cosas pasan y me dejan un poco sorprendido. Nunca me había pasado eso, y tampoco es que hago las cosas para eso. Pero se agradece.
-En las redes el tono debe ser menos amable...
-Es todo otro mundo. En mi TikTok, que es algo muy nuevo para mí, pero que tengo muchos más seguidores que en IG o Twitter que es donde estoy desde hace muchos más años, sí que recibo mensajes donde me llaman “antinatural” o me agreden de diferentes maneras. Trato de obviarlos. Aunque los insultos no los tolero y si tengo que bloquear alguna vez, lo hago. Claro que enfrentarte cara a cara con una diputada de la ultraderecha, referente nacional de VOX, como la señora Monasterio, te lleva a considerar muchas cosas. El temple que tienes que tener me lo ha dado el activismo. Porque en el activismo he trabajo con gente muy diversa y me he tenido que reunir con gente de todos lados. Hemos tenido que organizar las manifestaciones del Orgullo cuando la alcaldesa era Ana Botella [del Partido Popular y esposa del ex presidente José María Aznar]. Ese temple lo tengo de haber escuchado de todo y sobre todo porque evito caer en sus trampas discursivas y los traigo a mi terreno, que es el de los derechos humanos y el de los derechos LGBT+
-¿Cómo lo lográs?
-Usando el sentido común. Y es que tenemos una responsabilidad como activistas que es dar y buscar respuestas a todo lo que sigue ocurriendo, como que le sigan dando palizas a los chavales en los colegios, que hay jóvenes que se suicidan y que la situación de las personas trans sigue siendo lamentable especialmente en la Comunidad de Madrid, donde existen listas de espera de años para la atención médica que cada una de esas personas escoja llevar adelante.
-Hablaste antes de que tenías un altavoz ahora gracias a tu escaño. ¿Qué diferencia hace en el día a día?
-Te lo voy a poner con un ejemplo. Aquí en España, la Prep [pastilla antirretroviral que previene la transmisión del VIH) lleva legalizada e incorporada dentro de la cartera de servicios de la Seguridad Social y en forma gratuita desde el año 2019, que es cuando el PSOE entra en el Gobierno central. Sin embargo, a la Comunidad de Madrid gobernada por el PP, le cuesta implementarla y además lo hace sólo en un centro. Ten en cuenta que en Catalunya o en La Rioja, que es una comunidad autónoma más pequeña que Madrid, tienen muchísimos más centros. Es a raíz que nosotros visibilizamos este problema y el colapso que tiene el Centro Sandoval cuando empiezan a poner soluciones desde el gobierno madrileño. Esta misma semana me respondieron a una pregunta que hice en la sesión y que fue en torno a la descentralización de la PreP, que ya se garantizaría la distribución en todos los hospitales de la Comunidad de Madrid. Es decir, este tema que venían reclamando con mucha fuerza desde los colectivos y el activismo, y que gracias a esa fuerza era un tema a resolver, se resuelve poniendo voz en un parlamento autonómico e interpelando directamente al consejero de Sanidad. Cuando estamos en las instituciones tenemos la capacidad de visibilizar temas o negociar asuntos directamente con quien toma esas decisiones. Ahora mismo, la PreP forma parte de la cartera de la Seguridad Social y si cumples con un tipo de perfil determinado, te la dispensan sin ningún tipo de coste. Esto es un triunfo de la política.
-Hablando de las personas trans ¿cómo valoras que Carla Antonelli [primera y única diputada trans en la historia de España] ya no esté en su banca de la Asamblea de Madrid?
-Antes de hablar de Carla quiero dejar claro mi reconocimiento hacia ella. Es una persona que rompió absolutamente todas las barreras y no tengo la menor duda de que es la mayor activista trans que tenemos en este país, e incluso una de las más importantes a nivel internacional. Hay muchas diputadas y diputados que pasan por los parlamentos sin pena ni gloria, a pesar de haber hecho un buen trabajo. A Carla, sin embargo, nadie podrá olvidarla ya que ella se lleva el mérito de ser la persona que más influyó en el PSOE en el año 2007 para que se aprobara la Ley de Identidad de Género que es la que ahora hay que reformar porque ha quedado obsoleta. Se lleva haber sido la impulsora de las leyes LGBT+ y Trans que tenemos en la Comunidad de Madrid. No es casual que desde que no ocupa la banca en Madrid, ha recorrido más de media España recogiendo premios y reconocimientos. La política no es cómo se entra, sino como se sale. Carla ha salido por la puerta grande y en primera línea.
-Y en este escenario sin Carla en un parlamento, con fricciones incluso dentro de los socios de gobierno, ¿cómo se tramita la mejor “Ley Trans” de España?
-En el 40 Congreso del PSOE, que fue en septiembre, ya dejamos claro el posicionamiento oficial del partido a favor de la Ley Trans, y a favor de los derechos de las personas trans y de los derechos de las personas trans migrantes, y así queda nuestra posición clara en el trámite de ley que muy pronto entrará a discutir en el recinto del Congreso de los diputados. A mí no me toca la tramitación directa, porque pasa por el ámbito nacional y donde el partido a nivel nacional está haciendo un esfuerzo muy importante porque sea la mejor ley no sólo en cuanto a derechos, sino también en blindarla contra aquellos que la van a recurrir en el Tribunal Constitucional. Porque no me cabe ninguna dudad que la derecha y la ultraderecha lo harán. Por eso hay que hacer la mejor ley. Y que pase como con el Matrimonio Igualitario, cuya ley fue recurrida por el Partido Popular y luego de varios años el Constitucional desestimó ese recurso.
-Explicale a quienes no sepan nada de la ley o no estén seguros de sus beneficios por qué es buena.
-En mi opinión, será una ley que pondrá a España a la vanguardia nuevamente en derechos LGBT+, y que despatologiza en forma definitiva a las personas trans. Es verdad que faltan los derechos de las personas migrantes trans, pero ya nos hemos comprometido incluirlos en el momento del trámite parlamentario. Será un trámite muy duro. No lo dude nadie que será muy duro. Pero estoy seguro que saldrá. Hay fricciones, somos un gobierno con dos partidos diferentes y es normal que existan. Ahora también hay que dejar claro que este gobierno de coalición ha demostrado que es capaz de limar esas asperezas y de cumplir el acuerdo de gobierno de coalición y de sacar adelante las leyes. Muy diferentes de los acuerdos de gobiernos de coalición entre el Partido Popular y Ciudadanos, que han terminado todos en elecciones anticipadas.
-Mencionate a las personas migrantes trans, pero hay muchos sectores que no se sienten comprendidos en esta ley: las niñeces trans o las personas no binarias, por nombrar dos. Además hay feministas trans excluyentes dentro del PSOE que ni siquiera la quieren.
-Empiezo por lo último. El posicionamiento oficial del PSOE es el que ha sido siempre: apoyo a las personas trans, legislar derechos para las personas trans, despatologizar a las personas trans para acabar con las tutelas administrativas o psicológicas. De hecho ya tuvimos este debate en el congreso del partido, y los posicionamientos son los que son, pero por sobre todo el posicionamiento oficial del PSOE es el que es. Esta no es mi opinión personal. Esta es la opinión y posición del Partido Socialista Obrero Español que aprobó democráticamente en su último congreso.
-¿Y como zanjarán las diferencias internas?
-Como hemos hecho siempre, hablando y negociando, que eso es la política. Cuando un gobierno es de coalición, evidentemente habrá que hablar y negociar. Hay que hablar porque la ley no contempla solo al Ministerio de Igualdad. Contempla también al Ministerio de Justicia, o al de Sanidad, y que son ministerios con responsables de diferentes partidos. Y es entre esos ministerios que hay que llegar a acuerdos conformes a la Constitución y la legalidad, pensando en los derechos de las personas trans. Esto no quiere decir que la ley se recorte. Quiere decir que tiene que ser una ley perfecta porque sabemos que la derecha y la ultraderecha miran todas las leyes que avancen en igualdad para poder tumbarlas en los tribunales. Con respecto a las niñeces trans, la organización Chrysallis que es la asociación de familias de infancia y juventud trans, está en el acuerdo de esta ley. Creo que la ley avanza en el reconocimiento de las infancias y juventudes trans. ¿Habrá que avanzar una vez aprobada esta ley? Seguramente. Cuando aprobamos la Ley de Identidad en 2007 nos parecía una ley maravillosa y la prueba es que al día de hoy ha quedado obsoleta. Por lo tanto hay que cambiarla y estamos en ello. Como en todos los partidos pueden existir voces discordantes, pero el posicionamiento oficial del PSOE, el posicionamiento del presidente Pedro Sánchez, es claro: sacar adelante una ley que está en el acuerdo de gobierno de coalición y que además está en el programa del Partido Socialista Obrero Español. Una ley que presentamos en el año 2017 cuando estábamos en la oposición. Es decir, quien defienda posicionamientos diferentes estará en su derecho a hacerlo, pero no en nombre del PSOE. Fui parte de la discusión y redacción de esta posición en el último congreso del partido, y tuve el honor de sentarme junto a compañeras feministas codo a codo para llegar a las propuestas en defensa de los derechos LGBT+ con mirada feminista y sin excluir a nadie.
-El posicionamiento de varias dirigentes del PSOE contrarias a la Ley Trans lastimaron la imagen del partido de cara a la militancia LGBT+. ¿Qué opinión te merece eso?
-Los derechos LGBT+ no se entienden fuera del feminismo. Decía Pedro Zerolo que, si hemos conseguido tener derechos al día de hoy, es por las alianzas que el colectivo LGBT+ ha podido tejer con el feminismo, con los sindicatos, con las asociaciones vecinales, etc. Nombre a Pedro, al que por cierto tuve la suerte de conocer. Ha dejado un listón muy alto. Para mí era un ser de luz, así como lo es Carla. Legado y trayectoria a los que es imposible llegar. Primero por los tiempos que vivieron que evidentemente no son estos, y luego por lo que apostaron y arriesgaron. Ambos son dos maestros en mi caminar. Pedro y Carla han logrado muchas victorias, pero a nivel interno del PSOE la victoria más importante es la cantidad de referencias partidarias visibles que existimos en muchísimos ámbitos de decisiones, incluyendo las más altas esferas del gobierno nacional. La representación del colectivo se debe reflejar también los partidos políticos. No sé cómo, porque esto también pasa en las organizaciones. Pero lo que sí sé es que el PSOE es el único a nivel España que tuvo una diputada activista trans, que es Carla Antonelli. De todos modos quiero hacer un matiz. No creo que las lesbianas y las personas trans deban participar en política a costa de los gays que ya estamos en la política. Creo que tienen que sumar. Tenemos que entrar todas y todos, pero no un “quítame tu para ponerme yo”. Tenemos que seguir trabajando para ampliar la política y que sea más diversa.
SEGUIR LEYENDO: