Escaparon de la homofobia del régimen de Maduro. Ahora, son los primeros extranjeros gays en casarse en Chile

Rafael y José habían emigrado debido a la crisis económica y la falta de derechos para personas LGBT+ en Venezuela. Hablaron con Infobae sobre cómo fue protagonizar una ceremonia que, según dijeron, los hizo sentir finalmente como miembros plenos de la sociedad.

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Rafael Lozada y Jose Adonay se casaron durante el último día de la presidencia de Piñera, quien sorprendió a todos impulsando el matrimonio igualitario en Chile.
Rafael Lozada y Jose Adonay se casaron durante el último día de la presidencia de Piñera, quien sorprendió a todos impulsando el matrimonio igualitario en Chile.

El pasado 11 de marzo, mientras el país se volcaba en las calles para seguir el histórico traspaso de mando entre Sebastián Piñera y Gabriel Boric, una pareja de hombres venezolanos se casaba en Chile tras 12 años de relación. Rafael Lozada (51 años) y Jose Adonay (42 años) habían emigrado al país trasandino en 2017 “en búsqueda de una mejor calidad de vida y para escapar de la discriminación”, según le explicaron a Infobae.

Ese día, su historia de resistencia y amor marcó un hit al convertirse Rafael y José en los primeros extranjeros en firmar el matrimonio igualitario, que un día antes había entrado en vigencia en todo el territorio nacional luego de un largo debate legislativo y de lucha de los movimientos LGBT+ chilenos. La iniciativa, resistida históricamente dentro del entonces partido gobernante e impulsada sin éxito por Michelle Bachelet en el pasado, fue empujada sorpresivamente por Piñera durante los últimos meses de su segundo gobierno.

“Nosotros siempre quisimos casarnos. De hecho, marchamos muchas veces en Venezuela para lograr el matrimonio igualitario, pero no se ha podido hasta ahora”, dijo Lozada desde la casa que comparte con su ahora esposo, en su primera entrevista con un medio de comunicación.

La pareja se conoció en 2010 en Caracas, la capital venezolana, a través de un amigo en común. Para ellos el amor a primera vez fue inevitable. Desde ese momento nunca más se separaron.

“Desde el primer día que nos vimos estamos viviendo juntos, ahí no hubo protocolo. Me enamoré de él apenas lo vi. Fuimos bien rupturistas porque el modelo típico es ir conociendo a alguien lentamente y luego irse a vivir juntos, en nuestro caso fue al revés”, confesó Adonay a Infobae.

Rafael y José llevaban más de una década juntos antes de casarse legalmente en marzo de este año.
Rafael y José llevaban más de una década juntos antes de casarse legalmente en marzo de este año.

“Nos apresuramos, pero nos ha salido bien. Cuando lo vi, efectivamente dije qué iba a ser el hombre de mi vida, porque me encantó la forma de cómo es él, su preocupación por sus hijas, su responsabilidad con su madre, con su familia y los valores que tenía”, recordó emocionado.

Sin embargo, no todo ha sido felicidad en su historia de amor. Al igual que cientos de miles de connacionales, Rafael y Jose se vieron en la obligación de migrar de su país debido a la crisis económica, política y social que afecta a Venezuela.

La falta de derechos a las personas homosexuales fue otro factor importante. En ese sentido, vale recordar que el régimen de Maduro es uno de los más hostiles con la comunidad LGBT+ de la región, y el país no solo no cuenta con leyes como el matrimonio igualitario o de identidad de género sino tampoco con protecciones antidiscriminatorias básicas.

Por ello, Lozada y Adonay decidieron dejar su país de origen en búsqueda de una mejor calidad de vida y con el sueño de construir una familia alejada de los prejuicios y la homofobia de Estado que rige en Venezuela.

En 2017, llenaron sus maletas con ropa y emigraron a Chile para recuperar su libertad y encontrar juntos la felicidad. Años más tarde, aquella esperanza se consolidó y su historia de amor se fortaleció. Aquel sacrificio valió la pena.

“Migramos para encontrar mejores condiciones de vida como profesionales, ya que en nuestro país eso no era posible debido a su realidad económica y social. Y eso hizo que empezáramos a evaluar otros lugares para mudarnos, entre ellos Chile, que siempre consideramos una buena opción para poder crecer y ser nosotros”, explicó Adonay en torno a las razones que les motivaron para dejar atrás su vida en Venezuela.

La ceremonia que selló años de injusticia

Para Lozada y Adonay la ceremonia fue significativa y emotiva ya que llevaban mucho tiempo esperando para casarse. “Fue muy emocionante. Y nos tomó de sorpresa cuando nos pidieron que nos dijéramos unas palabras el uno al otro. Porque jamás pensamos que íbamos a tener que decirnos algo, no estábamos preparados”, recuerda Lozada.

El matrimonio es un evento social y es importante frente a la sociedad que la pareja, la persona que te ama te de tu puesto, que no se avergüence de ti, así que yo le dije que estaba cumpliendo nuestra promesa de que nos íbamos a casar por el amor que sentíamos, pero también por nuestra dignidad”, agregó.

Adonay también se refirió al casamiento como un momento de justicia para ellos mismos y el colectivo LGBT+. “Me sentí finalmente parte de esta sociedad. Sentí como mi derecho a existir en esta sociedad se estaba cristalizando. Porque esa había sido uno de los motivos por el cual nosotros habíamos huido de Venezuela, el hecho de que los derechos de la comunidad LGBT+ estén tan lejos de ser una realidad, entonces apreciamos aún más a Chile no solo por recibirnos sino por habernos dejado dar este gran paso”.

En más de 20 años en el poder, el régimen de Maduro ha evitado impulsar legislación alguna en favor del colectivo LGBT+.
En más de 20 años en el poder, el régimen de Maduro ha evitado impulsar legislación alguna en favor del colectivo LGBT+.

Lozada sinceró que una de las razones por las decidieron contraer matrimonio fue por la “protección legal, porque siempre es importante frente a tantas situaciones que nosotros hemos visto. Por ejemplo, cuando alguien se enferma o fallece uno de los integrantes de la pareja homosexual, viene la otra familia a llevarse hasta el perro”.

“Conocemos tantos casos de ese estilo que preferimos estar protegidos, porque hemos visto muchas vulneraciones de derechos en Venezuela. E incluso lo hemos vivido de cerca con algunos amigos. ¡Es horrible! Entonces queremos estar seguros que eso no sucederá”, enfatizó Lozada.

De hecho por esto mismo, en 2018 firmaron una unión cívil, también en Chile, que era el único vínculo legal al que podían optar en aquel momento las parejas del mismo sexo. “Apenas los dos tuvimos las cédulas de identidad chilena como residentes temporales, aprovechamos para hacer una unión civil. Siempre estuvo en nuestros planes legalizar nuestro vínculo”, resaltó Adonay.

Ahora, planes de nacionalización

La pareja concuerda en que, hasta ahora, no han sufrido ningún tipo de discriminación homofobica en Chile, el hogar que ambos eligieron para vivir. Sin embargo, detallan que han tenido que enfrentar episodios de xenofobia.

“Una vez una señora en la feria nos dijo ¡Váyanse para su país! cuando le devolvimos unas frutas que evidentemente estaban en mal estado. Además nos tiró el dinero. Fue muy desagradable”, detalló Lozada.

No obstante, Adonay, aseguró que Chile es “el país que nos ha abierto las puertas, nos ha hecho sentir parte del propio país. Y entonces ahora estamos en camino para conseguir nuestra nacionalización”, concluyó.

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