La primera Marcha del Orgullo sin restricciones Covid da esperanzas al turismo LGBT+

Se trata de un lucrativo negocio que en el año 2019, antes de la disrupción de la pandemia, superó los 218 mil millones de dólares en ingresos. Esta semana, Nueva York anunció que su tradicional desfile del Pride se realizará en junio tras un impasse de dos años.

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Dos hombres festejan en las
Dos hombres festejan en las calles de la localidad española de Maspalomas el regreso del desfile del Orgullo (Crèdito: EFE/ Laura Bautista)

La localidad española de Playa del Inglés, en el sur de la turística Gran Canaria, concentró este sábado más de 80.000 personas para celebrar la primera Marcha del Orgullo sin restricciones en Europa, tras dos años de pandemia donde los desfiles se cancelaron o fueron realizados presencialmente pero con aforo reducido o siguiendo pautas para evitar el contagio del coronvirus.

Las autoridades locales calculan que las celebraciones por el Pride de Maspalomas, que se extienden durante una semana, atraerán a 200 mil turistas de todo el mundo, reavivando un mercado importante del turismo global como es el LGBT+, que se vio paralizado en el 2020 y 2021 debido al Covid.

De acuerdo a cifras recogidas por la firma Out Now, en el año 2019 el gasto en viajes y turismo por parte de miembros de la comunidad LGBT+ en todo el mundo superó los 218 mil millones de dólares, siendo las personas de Estados Unidos y Brasil las que más dinero desembolsaron.

Para volver a atraer a los turistas en este regreso, los organizadores no escatimaron recursos. Un total de 19 carrozas desfilaron en la tarde noche del sábado por las calles del municipio de San Bartolomé de Tirajana, con música, banderas, purpurina y, sobre todo, mucho color. Maspalomas y la zona de Playa del Inglés abrieron nuevamente sus calles a su fiesta emblemática, referente en Europa, a la que han viajado cientos de miles de turistas de todo el continente pero también de América Latina.

“Tenía muchas ganas y estoy muy feliz de estar aquí”, aseguró José Lucio, quien viajó desde Brasil para volver a vivir la fuerza del Maspalomas Pride, pues confiesa que “esto es más que una fiesta para nosotros, es muy importante”, porque convive la tolerancia, el respeto y la identidad sin prejuicios.

Adam Koziel comparte la misma opinión, tras cinco años sin perderse esta cita. Él y su pareja han viajado desde Polonia por la fiesta, y estarán siete días en unas vacaciones que nunca se pierden. “Disfrutamos mucho de esta fiesta”, explica sonriente y ataviado en cuero y cadenas para la ocasión.

Gabe, de Reino Unido, tampoco ha escatimado en vestuario para su cita anual, a la que ha acudido con varios amigos y amigas. Nunca fallan y estaban deseando volver, y así lo han atestiguado Lee, John, Martin y Rob, que han aprovechado esta fiesta para volver a la isla, también de vacaciones.

Se espera que las celebraciones
Se espera que las celebraciones por el Pride de Maspalomas, que se extienden durante una semana, atraigan a 200 mil turistas de todo el mundo (REUTERS/Darrin Zammit Lupi)

“Si la fiesta tiene veinte años, hemos venido veinte”, recuerda este grupo de británicos, “nos encanta y seguiremos viniendo mientras podamos”, han señalado.

Debora Cambi, en su caso, ha dicho que no ha tenido que viajar, y es que ella se ha enamorado de algo más que de la fiesta. De origen italiana, llegó al sur de la isla y se quedó. Hoy se ha vestido para tomar la calle como otros muchos grupos de chicas que se han sumado a esta fiesta sin género ni barreras.

Carmen González tampoco ha querido perderse la fiesta, que disfruta con un gran grupo de amigos y amigas de Canarias y península. Esta residente en Telde ha asegurado que ha venido “mil veces”, y lo seguirá haciendo. “Tenía muchas ganas y muchísima necesidad física de marcha y fiesta”. Para ella esta cita es importante por lo que simboliza, “es apertura, es libertad, es celebrar la falta de prejuicios” y claro, con “buen tiempo y calorcito, mucho mejor”.

La fiesta comenzó temprano, aunque el desfile se inició a las 16.30 horas (hora canaria) para recorrer las principales arterias del municipio hasta su cuartel general, el Centro Comercial Yumbo, donde se reunieron los participantes desde las carrozas, los balcones de los apartamentos y a pie de calle, todos a ritmo de batucada y baile.

Ya en los días previos, la Playa del Inglés recibió a más de 50.000 personas en sus diferentes actos. Este domingo tendrá que despedirse de su fiesta más colorida y reivindicativa.

El Pride de Nueva York también vuelve a la presencialidad

Una escena de la última
Una escena de la última Marcha del Orgullo "presencial" realizada en Nueva York, en el 2019. (Timothy Clary / AFP)

Esta semana, los organizadores del tradicional Desfile del Orgullo de Nueva York anunciaron que la celebración regresará este año a las calles el próximo 26 de junio, después de la interrupción de la pandemia, que obligó a cancelarlo en 2020 y a celebrar virtualmente al año pasado.

El lema de esta edición 2022 es “Unapologetically Us” (Nosotros sin lamentarlo) y entre las personalidades que presidirán la marcha están algunos de los más prominentes y mediáticos miembros de la comunidad LGBT+ de los Estados Unidos.

Se espera, como es habitual desde la gestión de Ed Koch en los 70s y 80s, la presencia del flamante alcalde Eric Adams, quien en su campaña se mostró como un defensor de los derechos LGBT+ y que ha lanzado recientemente una iniciativa para que las personas del colectivo diverso de Florida se muden a su ciudad, en respuesta a la llamada ley “No digas gay”, aprobada por el gobernador republicano Ron DeSantis.

Si bien Nueva York es un bastión progresista, esta nueva celebración del Orgullo llega en un momento preocupante para la comunidad LGBT+ en Estados Unidos, con varias leyes aprobadas por los congresos en estados controlados por el Partido Republicanos que limitan los derechos a las personas LGBT+, incluyendo la prohibición de mujeres trans en participar en deportes femeninos, la criminalización de los procedimientos de cambio de sexo en personas menores de edad, y la prohibición de discutir en las escuelas cuestiones vinculadas a temas de orientación sexual y de género.

(con información de EFE)

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