Jessica Stern, enviada de Biden para los derechos LGBT+: “América Latina está a la vanguardia de las políticas inclusivas”

La funcionaria estadounidense, de amplia trayectoria dentro del activismo, habló con Infobae sobre el estado de los derechos LGBT+ alrededor del mundo, la decisión del presidente demócrata de incorporarlos a su política exterior, y la amenaza que el crecimiento de la ultraderecha significa para el colectivo.

Jessica Stern, de celebrada activista a zar LGBT+ de Biden. (Departamento de Estado / D.A. Peterson)

Jessica Stern es, desde hace más de una década, una de las mayores referentes en el campo del activismo en favor de la diversidad sexual y de género, gracias a su trabajo al frente de OutRight Action International, la ONG de Derechos Humanos LGBT+ con base en Nueva York que asesora a numerosos gobiernos y organizaciones, entre ellas a las Naciones Unidas.

En junio del 2021, en una decisión que fue celebrada por las agrupaciones LGBT+ en todo el mundo, el presidente Joe Biden designó a Stern como la enviada especial del gobierno de los Estados Unidos para la promoción de los derechos humanos de las personas LGBT+ a nivel global, ocupando un puesto que había sido creado en el último año del segundo mandato de Obama por el entonces secretario de Estado John Kerry, y que estuvo vacante durante la mayor parte de la administración Trump.

Biden había prometido en su campaña que haría de la protección de los derechos LGBT+ un punto central de su gestión, y al poco tiempo de llegar a la Casa Blanca, entre otras medidas a favor del colectivo, firmó un memorándum en el que se comprometía a la promoción de los derechos de las personas gays, lesbianas, bisexuales, trans, queer e intersexuales alrededor del mundo, señalando el regreso a las políticas progresistas de la era Obama.

El pasado jueves, el Departamento de Estado presentó su primer informe sobre la implementación de dicho memorándum, que tiene como objetivo garantizar que las democracias del mundo incluyan a las personas LGBT+ y respondan a sus necesidades y preocupaciones, según detalló la propio Stern.

Joe Biden junto al activista LGBT+ Ashton Mota, durante las celebraciones por el mes del Orgullo el junio pasado en la Casa Blanca (REUTERS/Jonathan Ernst)

Hablando desde Washington, Stern le dijo a Infobae que el informe refleja el compromiso de la administración Biden en integrar los derechos de las personas LGBT+ en su politica exterior y de asistencia internacional. “Es un abordaje interagencial que pone en el centro los derechos LGBT+, ningún otro gobierno ha publicado jamás tanta informacion sobre sus esfuerzos para la inclusión”, dice orgullosa.

Entre varios logros que se detallan en el reporte, se destaca la implementación de prácticas de equidad LGBT+ en las operaciones de los Cuerpos de Paz, el seguimiento por parte de la Agencia para el Desarrollo Internacional de cómo sus programas de asistencia exterior promueven los derechos LGBT+, y el reconocimiento de los matrimonios homosexuales en los casos de personas que buscan refugio o asilo, incluso si estas uniones no son reconocidas en sus países de origen. El mes pasado, y como parte de una serie de anuncios por la conmemoración del Día de la Visibilidad Trans, el gobierno de Biden había informado además que comenzaría a emitir pasaportes de género neutro e implementaría procedimientos menos invasivos en los aeropuertos para respetar la integridad física de los pasajeros trans y no binarios.

Stern señala que, además de Estados Unidos, son varios los países que están impulsando una agenda a favor de las personas LGBT+, y resalta los casos de Taiwán y Chile, que han legalizado en los últimos años (2019 y 2021, respectivamente) el matrimonio entre personas del mismo sexo, y celebra además la emergencia de líderes de la comunidad LGBT+ en los países caribeños, históricamente hostiles a las disidencias de género y sexualidad. Sin embargo, advierte que estamos ante un momento de “polarización”, provocado por el ascenso de la ultra-derecha en varias latitudes, que hace que la discriminación y la violencia contra las personas LGBT+ siga siendo “extrema”.

“Es una de las tendencias que más me preocupa”, confiesa Stern. “Porque estos movimientos conservadores utilizan los derechos LGBT+ para desacreditar y socavar las democracias, entonces las personas LGBT+ no solo tienen que pelear por su dignidad y sus derechos humanos, sino que al ser símbolos en guerras proxys mucho más duras, están en mayor riesgo todavía”, adiverte.

Pese a este fenómeno global, América Latina se ha seguido destacando, dice Stern, como una de las regiones donde la implementación de leyes y políticas públicas inclusivas en favor del colectivo LGBT+ se ha mantenido constante.

“América Latina está a la vanguardia con respecto a los derechos y el reconocimiento de personas LGBT+, y mi deseo es que lo siga estando, porque no hay otra región en el mundo que exhiba el tipo de impulso que hay allí. La ley para reconocer a las personas transgénero que aprobó Argentina [promulgada en el año 2012, durante la presidencia de Cristina Kirchner] ha sido el estandar en todo el mundo, al centrarse en el concepto de autodeterminación”, afirma.

¿Y a qué atribuye este éxito en la conquista de derechos LGBT+ en varios países de América Latina? Para Stern, la inteligencia de sus activistas ha sido clave. “Son muy sofisticados. El suceso de los movimientos LGBT+ en la región está ligado, además de a la fortaleza de sus activistas, a los puentes que han sabido tender con otras organizaciones y con organismos internacionales. Por eso lo que veo en América Latina no es solo un gran historial de conquistas, sino todos los componentes para que eso continúe”.

El Triángulo Norte y Venezuela, entre los peores de la región

A comienzos de abril, el Departamento de Estado publicó su informe anual sobre los Derechos Humanos en el mundo, en el que Rusia y China aparecieron como los principales perpetradores de violaciones a los DDHH durante el 2021. En el apartado sobre derechos humanos de las personas LGBT+, Venezuela, Nicaragua, Honduras, Guatemala y El Salvador fueron cinco de los países latinoamericanos con mayor cantidad de menciones negativas, detallándose en el reporte la falta de protección legal en dichos territorios, la brutal persecución policial contra activistas y personas trans, y la ausencia de leyes como el matrimonio igualitario, la adopción homoparental, y el reconocimiento a las personas trans, entre muchas otras injusticias y actos criminales.

Stern afirma que “el nivel de impunidad y violencia” contra las personas LGBT+ en países como los que integran el Triángulo Norte de Centroamérica es “inaceptablemente alto” y que se va a requerir de mucho trabajo para revertir esta situación, pero apunta que el poder de la diplomacia está condicionado por, entre otras cosas, el tipo de relación que mantienen los gobiernos.

La Venezuela de Maduro, uno de los países más inhóspitos en América Latina para una persona LGBT+ (REUTERS/Leonardo Fernandez Viloria)

“Estados Unidos tiene distintas estrategias para proteger e impulsar los derechos de las personas LGBT+. No puede haber una única estrategia para todos. Y por supuesto cuando las relaciones bilaterales no son tan fuertes, eso cambia el tipo de apoyo que se puede dar, pero el factor más importante siempre tiene que ver con qué es lo que quiere la propia sociedad civil, qué es lo que está pidiendo el movimiento LGBT+ de ese país”, explica.

Y agrega: “Si las relaciones no son tan fuertes, lo que se pueda hacer en términos de declaraciones públicas y gestiones diplomáticas, no solo no va a ser de gran ayuda, sino que es posible que termine perjudicando. Asi que en situaciones como esas, el gobierno de Estados Unidos generalmente intenta dar apoyo financiero a los activistas LGBT+, ya que ellos pueden formar coaliciones y trabajar con otros gobiernos y organizaciones internacionales. Las estrategias pueden variar, pero el compromiso de ayudar se mantiene”.

La crisis humanitaria en Ucrania

Desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania, la comunidad LGBT+ de ese país ha expresado su temor de que Putin gane la guerra e imponga el mismo régimen de terror sobre las personas LGBT+ que ya ha aplicado en Rusia y respaldado en Chechenia, donde se ha reportado la existencia de campos de exterminio de personas LGBT+. Esta situación ha llevado al exilio a centenares de miles de ucranianos LGBT+, que han tenido que refugiarse en países abiertamente hostiles con el colectivo diverso como Hungría, y que se encuentran, como refugiados LGBT+, en una situación de mayor vulnerabilidad que nunca.

Stern dijo a Infobae que está en contacto con numerosos activistas y personas ucranianas LGBT+ para saber qué es lo que necesitan y cómo pueden ayudarlos, y que está trabajando para que la asistencia financiera por parte de los Estados Unidos le llegue a ellos también.

“Sé que hay reportes de que personas trans están teniendo dificultades debido al reclutamiento obligatorio, y como consecuencia tienen problemas para cruzar las fronteras. El gobierno de Estados Unidos ha planteado a las autoridades ucranianas su preocupacion con respecto a esta situacion. Pero además, la administración Biden está brindando ayuda financiera a Ucrania para operaciones humanitarias, y una de mis prioridades es asegurarme que estas ayudas sean entregadas sin que haya discriminacion”, explica.

“En tiempos de crisis humanitaria todos están en riesgo, pero las personas LGBT+ y sus organizaciones muchas veces quedan relegadas. Nosotros estamos trabajando para que eso no suceda”.

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