Es una página y media que te mantiene en vilo, dijo el poeta Eduardo Mileo en el estudio de Infobae. No es para menos.
La historia que escribió Julio Cortázar comienza con un hombre que se sumerge en la lectura de una novela en su casa de campo, tras haberse ocupado de sus negocios y con la intención de disfrutar de un momento de tranquilidad. A medida que avanza en la lectura, la trama de la novela que tiene entre manos se va describiendo con más detalle: involucra una historia de amor y un plan de asesinato.
La peculiaridad y genialidad del cuento radica en cómo Cortázar desdibuja los límites entre la realidad del lector dentro del cuento y la ficción narrada en la novela que está leyendo, hasta que ambas se entrelazan de manera sorprendente y fatal en el desenlace.
Se trata de Continuidad de los parques, un cuentro que apareció en 1964 en la segunda edición de Final del juego.
La significación de Continuidad de los parques ha sido objeto de múltiples interpretaciones. En una capa, puede verse como una reflexión sobre la literatura misma y su capacidad para sumergirnos en universos paralelos, borrando las fronteras entre la ficción y la realidad hasta el punto de que una puede infiltrarse en la otra con consecuencias impredecibles. Por otro lado, el cuento también puede interpretarse como una meditación sobre la distracción y la absorción total en una actividad hasta el punto de perder la noción de los alrededores, sugiriendo una crítica a la falta de atención y desconexión con la realidad inmediata.
La lectura
Para arrancar el podcast la conductora, Patricia Kolesnicov, recordó algunos datos sobre Cortázar: que nació en Bélgica en agosto de 1914, cuando acababa de empezar la Primera Guerra Mundial., que su padre trabajaba en la Embajada argentina y recién a fines de la Guerra, que duró hasta 1918, pudieron pasar a Suiza y de allí a Barcelona. Que tenía cuatro años cuando llegaron a la Argentina. Que creció en Banfield, en el Gran Buenos Aires, con su madre, una tía y su hermana menor. Y que el padre dejó de tener contacto con ellos cuando Cortázar tenía 6 años.
Así que Julio Cortázar empezó a leer desde muy chico y, enseguida, a escribir: una novela, cuentos y sonetos. Se recibió de maestro y de profesor de Letras, dio clases en la Provincia de Buenos Aires, vivió algún tiempo en Mendoza.
Cortázar renunció sus cátedras cuando ganó Perón, en 1946 y ese año publicó el cuento Casa tomada en la revista Los Anales de Buenos Aires, que dirigía Jorge Luis Borges. Ese cuento ha sido leído como texto antiperonista.
“El cuento tiene una resolución sorpresiva”, dice Mileo antes de leer pero cuidándose de no adelantar nada. Pero da una clave: “la interacción entre ficción y realidad es el dato principal del cuento”.
Y también, dice, es la idea de que la obra “se completa en el lector o en la lectora”.
Eduardo Mileo nació en Buenos Aires en 1953. Es poeta, corrector y editor. Entre sus libros están Quítame esas cruces, de 1982, Mujeres, de 1989, Poema del amor triste, de 2001, y Extracción del agua de la niebla, de 2018. Su último libro es Pentámeros, de 2021.
Sí, final inesperado, pero, dice Mileo “hay varios datos en el texto que te van guiando”. Hay que leerlo para enterarse. O escucharlo en “La oreja que lee”, clickeando acá.